Medio Ambiente
La reducción de arrozales inundados en el Delta reduce la población de aves acuáticas invernales
Las especies menos dependientes de los campos de arroz cubiertos de agua mantienen o superan las poblaciones habituales
La gran mayoría de especies han presentado contingentes invernales muy por debajo de la media: es el caso del pato colalarga, con -85%; el xibec, con -79%; el pato silbador, con un -60%; la cerceta común. Con -55%; el pato collverd, -42%; y pato cucharón, -31%. El focha común, por su parte, con 15.964 ejemplares, ha presentado un valor bastante bajo, -44%, muy alejado de las 30.000 – 40.000 que se registraron entre 2010 y 2017.
No obstante, otras especies como el pato blanco han mostrado valores significativamente por encima de esta media, un crecimiento del 63%, con un máximo absoluto de todo el registro histórico (2.203 ejemplares).
Ligera caída de los limícolas
Los limícolas, el segundo grupo de aves acuáticas mejor representado, llega a los 58.517 ejemplares, el 33,2% del total. En términos generales, la población global durante este invierno ha estado ligeramente inferior, un -9%, en comparación con el nivel de referencia. La mayoría de los que muestran una marcada preferencia por los pantanales naturales han presentado valores normales o muy altos, como el correlimos variante, con 37.247 ejemplares, y un 37% más; o la avoceta, con 3.285 ejemplares, y un incremento del 192%. Por el contrario, las más dependientes de los arrozales inundados han mostrado decrementos muy significativos, como la avefría, con -74%, o la dorada grande, con -62%, caídas que se repiten en los últimos años.
La población de ardeidos (5.762 ejemplares) ha presentado la segunda bajada más significativa (un 56% por debajo del nivel de referencia), después de charranes y fumareles (-62%). La disminución ha afectado a especialmente las especies más abundantes en invierno, como la garcilla bueyera (-77%), la garceta (-72%) y la garzareal (-58%).
Por otra parte, los técnicos destacan las cifras significativamente bajas de cuervo marino grande, con sólo 1.909 ejemplares, -49% en relación al nivel de referencia, de acuerdo con la tónica que se viene registrando en el conjunto catalán los últimos años. Por contra el capón real, con 9.630 ejemplares, y el flamenco, 14.416 ejemplares, han presentado cifras bastante altas.
La explicación de todo, apuntan, se encuentra en la evolución del secado invernal de los arrozales como medida de lucha contra el caracol manzana. Se puso en marcha en el 2011 en el Delta del Ebro y ha supuesto la pérdida de la inundación invernal como medida agroambiental en el último Programa de desarrollo rural (PDR) del periodo 2014 – 2020. Este año, la superficie inundada de arrozales ha alcanzado solamente el 31,4% y ha fluctuado entre el 15,5 y el 47,5% en el periodo 2016-2020.
La diferencia entre los valores globales -incluyendo todas las especies - de los dos periodos es muy pequeña –en torno a un +2%-, hecho que apuntaría a cambios poco significativos. A pesar de eso, apuntan, los valores actuales se alejan bastante de los máximos históricos -con más de 300.000 pájaros- que se alcanzaban cuando se inundaba la práctica totalidad de la superficie de arrozales.
Diferencias según hábitats
El contraste se hace especialmente evidente si se consideran por separado los valores de aquellas especies que utilizan los arrozales inundados como hábitat casi exclusivo de invernada de los de aquellas especies que escogen preferentemente hábitats naturales. Así, especies altamente dependientes de pantanales salobres o salinos, como el pato blanco, el flamenco, el correlimos variante y la avoceta, han experimentado crecimientos muy significativos, de entre el 20 y el 125%. Por el contrario, aquellas especies que hacen un uso más intenso de los arrozales inundados como en zonas de alimentación han sufrido bajadas rápidas de gran magnitud, como la garcilla bueyera, con -55%, la garceta, con -52%; la dorada grande, con un -39%; y la avefría, con un -33%.
A la larga pues, la disminución significativa de la superficie inundada de arrozales eninvierno, según alertan desde el parque natural, producirá una merma significativa de la capacidad de acogida del Delta del Ebro, la principal zona húmeda de Cataluña y una de las más importantes del Mediterráneo occidental, y por extensión en el papel de Cataluña como lugar de invernada de estas especies. Algunas de estas especies son tradicionalmente consideradas como cinegéticas y otras -dorada grande, garceta, valona- han sido declaradas elementos de conservación en el ámbito de la red Natura2000 y, por lo tanto, existe un compromiso antela Unión Europea de mantenerlas en un estado de conservación favorable.
Limitaciones por la pandemia
El censo invernal de aves acuáticas fue elaborado el pasado mes de enero con el apoyo del Cuerpo de Agents Rurals, y con la participación de 23 personas en total. A diferencia de otros años, la pandemia de la covid-19 ha obligado a limitar la participación de personas voluntarias. Otra particularidad es que el paso del temporal Filomena, del 6 al 11 de enero, no ha acabado afectando de manera significativa a los resultados, dado que el censo se llevó a cabo durante prácticamente todo el mes, del 4 al 21 de enero.
El recuento invernal de aves acuáticas en el Delta del Ebro se integra dentro del global que la Generalitat coordina para todo el territorio catalán y que, aparte del Delta del Ebro incluye datos de cerca 200 localidades en casi todas las comarcas catalanas. Estos datos se coordinan con el resto de las del Estado y forman parte del International Waterbird Census (IWC), que tiene como objetivo cuantificar anualmente el número de aves acuáticas que hibernan en más 80 países de Europa, Asia y norte de África.