Memoria histórica
Amposta recupera la memoria de la guerra civil española protegiendo dos nidos de ametralladoras
El pleno inicia la catalogación de las estructuras, que serán restauradas en verano por un campo de trabajo del Comebe

Amposta recupera la memoria de la guerra civil española protegiendo dos nidos de ametralladoras
El otro, se encuentra medio soterrado –actualmente no se puede acceder, de hecho- en un pequeño parque situado en el empalme entre las calles de la Mina y de la República. Muy cerca había una tercera estructura similar que desapareció durante las obras de urbanización del espacio, ya hace años. La catalogación, precisamente, quiere evitar que se puedan hacer modificaciones que alteren o destruyan los nidos.
La restauración será objeto de un campo de trabajo, impulsado por el Comebe y la fundación Josep Carol. Participarán jóvenes menores de 18 años durante quince días del próximo verano. El Ayuntamiento ampostinose ha comprometido a proporcionarlos un lugar donde dormir y el material necesario para las tareas. Una vez completadas las actuaciones, la idea es señalizar estas estructuras y valorizarlas. «Queremos darles un valor que se había perdido y que mucha gente desconocía qué quería decir y qué tenemos allí arriba. Mucha gente no sabe qué existe ni para qué servía», ha apuntado la concejala de Cultura, Inés Martí.
De hecho, la recuperación de los dos nidos de ametralladoras se inscribe dentro de la voluntad del gobierno municipal de recuperar la memoria histórica del conflicto bélico, señalizando y haciendo visitables diferentes espacios y edificios que tuvieron una significación especial durante la guerra civil española. Amposta, que forma parte del Comebe el año 2018, ya impulsó, junto con el EMD de Campredó y el Ayuntamiento de l'Aldea, un proyecto para recuperar y señalizar los espacios donde transcurrió la ofensiva de distracción al inicio de la batalla del Ebro que acabó con la muerte de más de 1.200 soldados en la zona de la torre de la Carrova.