Agricultura
Probarán nuevas técnicas para producir arroz ecológico en el Delta del Ebro
El proyecto Organic Delta Rice estudia nuevos prototipos de maquinaria para parar las malas hierbas en siembras en filas
La investigación se inició en 2019 con el proyecto Organic Delta Rice y una investigación de doctorado de la UB. Participa Agroserveis.cat y el IRTA y se le ha dado continuidad con la creación de un grupo operativo donde se han sumado las cámaras arroceras, los regantes, la asociación Prodelta y los productores. La iniciativa ha sido recibida con los brazos abiertos por el sector. La industria arrocera está cubriendo la demanda de arroz ecológico comprando fuera del territorio y por lo tanto, el proyecto llega «en momento oportuno» para dar respuesta una necesidad de las cooperativas.
En la investigación se ha implicado otras empresas de productos que pueden ayudar a impulsar la producción ecológica de arroz, como fertilizantes o semillas que se utilizan en estos ensayos. «Es motivo de orgullo para nuestra empresa por el hecho de que en muy poco tiempo, hemos contado con el apoyo del sector y las empresas, de la mano de la UB», ha destacado Navarro.
Prácticas culturales y malas hierbas
El proyecto arrancó con tres aspectos a mejorar: el control de las malas hierbas sin herbicidas químicos, la fertilización orgánica y otros productos que mejoran el suelo, y las variedades de arroz de cultivo ecológico más resistentes y tolerantes a enfermedades endémicas como la pyricularia y multiflorum. «Dando respuesta a estos tres ejes de trabajo podríamos orientar al agricultor para que se animen a hacer arroz ecológico», ha apuntado el director ejecutivo.
Esta parte de la investigación acaba este año pero con el programa del grupo operativo se alargará hasta el 2022. Ahora se están haciendo pruebas y focalizando «todos los esfuerzos» sobre la respuesta de las malas hierbas dependiendo de la técnica de siembra. Poder trabajar con dos técnicas, la siembra convencional por inundación y la siembra en seco, «supone», de entrada, una ventaja. «Es una oportunidad. En función del banco de semilla que tienes, puedes orientar una técnica uotra para reducir la salida de las hierbas o provocarla», ha explicado Navarro.
Por ejemplo, si se sobreinundan los campos los primeros días después de la siembra, se frena la emergencia de las gramíneas, y si se siembra en seco se crean unas condiciones adversas a las malas hierbas acuáticas, que no germinan y no salen. «En buena parte recuperamos las prácticas culturales de siempre y las adaptamos a las condiciones actuales», ha dicho el director ejecutivo de Agroserveis.cat.
Pero la siembra en seco no se puede aplicar a toda la superficie deltaica y también se hacen pruebas con la antigua práctica de «la falsa siembra» - se inunda y «se engaña» alas malas hierbas para que emerjan antes de plantar el arroz y se sacan de forma mecánica-, y también se está estudiando la viabilidad de hacer la siembra con plántulas, que se compran como los tapetes de césped, y que se plantan con unas máquinas de origen asiático que se usan habitualmente para replantar zonas concretas. En este caso, se planta por zonasseparadas unos 30 centímetros entre las quesaldrán las malas hierbas.
Para hacer esta siembra en filas ya hay empresas ebrenses y valencianas que están trabajando con prototipos de máquinas para quitar la hierba. Agroserveis.cat también trabaja en el diseño de un utensilio «eficaz» paratrabajar de esta manera. «No dependerá sólo de la máquina, sino del momento en que se usará y de las veces que habrá que pasarla», ha recordado el director ejecutivo. Dentro del proyecto se ha intentado plantar en filas en inundación y Agroserveis.cat ha preparado una sembradora para hacerlo. «Es menos costoso y rápido que hacerlo con plantel creado en invernaderos», ha explicado Navarro.
El precio en el mercado
De todas estas pruebas saldrá una guía de uso y los balances de viabilidad y rentabilidad para el agricultor. La cantidad de producción ecológica de arroz siempre es más baja que la convencional, los costes son más altos porque hace falta más mano de obra, y los productos orgánicos son más caros y al final hará falta que el consumidor haga valer este sobreesfuerzo. «Todo eso se tiene que compensar con un precio de mercado del arroz ecológico más alto. Si no es así, aunque ponemos a punto una técnica, que sepamos agronómicamente como hacerlo, aunque animemos a la gente, si el balance es negativo, será difícil que den el paso», ha recordado Àlex Navarro.
«Después vendrá el valor añadido de los beneficios medioambientales y sociales, que el consumidor tiene que tener en cuenta cuando compra un kilo de arroz. Pocos productos son tan baratos y el valor que se le tiene que dar va más allá de un producto de alimentación. Es un concepto: el Delta, el producto de proximidad, un entorno natural único y dar oportunidades de futuro en un contexto actual donde es inviable dedicarse a la agricultura», ha reclamado. «El consumidor tiene que hacer un ejercicio de conciencia no sólo comparando precios», ha añadido.
«Cuando haces investigacióny proyectos innovadores puedes encontrar resultados que se pueden aplicar y aciertas. Pero también puede pasar que no. Estamos esperanzados porque un punto fuerte del proyecto es que saldrán estrategias para mejorar el desherbaje que se podrán aplicar en cultivo ecológico pero también en producción convencional y será ventajoso para todo el mundo», ha destacado Marc Ibeas, presidente de Prodelta.