Agricultura
El canal de acequia Xerta-Sénia regará en dos años 190 ha de cultivo en Xerta y Aldover
La consellera de Agricultura presenta la primera fase del proyecto que se iniciará este año
El canal de acequia Xerta-Sénia dejará pronto de ser una promesa, que se ha hecho esperar casi medio siglo. La consellera de Agricultura, Teresa Jordà, este miércoles la primera fase del proyecto, que abastecerá las primeras hectáreas de riego (186) en los términos municipales de Aldover y Xerta (Baix Ebre). Las obras empezarán a final de año y los campesinos tendrán acequia de soporte para los cultivos en la campaña del 2023. La Generalitat invertirá 50,5 MEUR para poner en marcha las infraestructuras. Las obras se harán en tres fases.
Más de un millar de propietarios se han adherido al proyecto que irrigará una superficie de 4631 hectáreas. Jordà ha desvinculado el sistema de acequia de la amenaza de que el canal sea la puerta de un trasvase del Ebro hacia el sur.
La consellera Teresa Jordà ha oficializado, desde el punto de captación del agua en Xerta y ante los representantes de la Comunidad de Regantes y los alcaldes de Xerta y Aldover, «el compromiso y la ejecución» del proyecto de riego dentro de este 2021 (se prevé que las obras empiecen a finales de año) y ha defendido que se trata «de una estructura vital, de país, tanto o más importante que la L9 del metro».
«El riego nos traerá unas producciones más estables, que es vital, y más productividad y más eficiencia», ha añadido. A modo de ejemplo, un olivo en secano en estas tierras produce 1.500-2.000 kilos por hectárea, pero con regadío puede producir entre 6.000 y 10.000 kilos de manera estable. El canal tiene una superficie potencial de regadío de casi 16.500 hectáreas. De momento, se ha adherido los propietarios de casi 4.800 ha. Son cultivos de olivos, cítricos y almendros que con el riego de apoyo tendrán producciones «más rentables, más estables y de más calidad» pero que también permitirá la diversificación del sector y la investigación.
Otro efecto que se espera del proyecto es que ayude «a falcar la gente en el territorio», que incentive el relevo generacional de un sector agrícola ebrense envejecido y contribuya a frenar el despoblamiento. «Es una de nuestras grandes obsesiones: la cohesión territorial. Que la gente del territorio pueda desarrollar su proyecto de vida donde han escogido libremente y esto pasa porque puedan ganarse la vida. Tenemos que ser los primeros en poner estas condiciones al alcance de todo el mundo y dónde estamos hoy pasa también porque haya agua y por la modernización del riego», ha defendido la consellera de Agricultura.
Jordà también ha señalado que se implementará un regadío de alta eficiencia, con las nuevas tecnologías y con el uso de energía renovable. Para sacar adelante estas obras, el Plan económico financiero (PEF)de Infraestructures.cat aprobado por el Gobierno incluye 50,5 millones de euros para poner en funcionamiento tres zonas de riego en el Xerta-Sénia. Los proyectos constructivos de la segunda zona en Roquetes (889 ha) y la tercera zona en Santa Bàrbara, la Galera y Mas de Barberans (2.447 ha) finalizarán este año y se prevé que el año que viene se liciten. El objetivo es que las tres fases estén regando, parcialmente, el 2024.
Para identificar las zonas de riego con más adhesiones, se ha trabajado durante cuatro años con la Comunidad de Regantes, la Federación de Cooperativas de Cataluña y el Departamento. Hasta ahora se han adherido 1.025 propietarios con una superficie de 4.731 ha, pero se pueden llegar a adherir las 16.480 ha que conforman la zona de regadío del canal de Xerta-Sénia.
Reclamación y recelos
Este regadío es una actuación largamente reclamada por los agricultores y las cooperativas. El canal Xerta-Sénia se empezó a construir en 1972, como Canal Francisco FrancoMargenDerecho. Tenía que llegar a Càlig (Baix Maestrat). La obra se paró en Godall, cerca del río Sénia, a mediados de años setenta, quedó inacabado y no ha funcionado nunca. El derogado Plan Hidrológico Nacional (PHN)del gobierno de José María Aznar preveía restaurarlo para llevar agua del río Ebro a València y Murcia, pero finalmente el Gobierno lo pondrá en marcha para ayudar los campesinos del Baix Ebre y el Montsià a rentabilizar sus cultivos de secano.
El canal empieza cerca del río Ebro y esto hace que genere recelos y críticas. Entidades sociales y ambientalistas como la Plataforma en Defensa del Ebro (PDE) ven la puerta a un posible trasvase de agua del río hacia el sur. «Hay una diferencia abismal. Hablamos de riego, de producción, de vida, de falcar gente en el territorio. Es otra historia. No hemos tenido ningún tipo de oposición, nadie me ha venido a ver, pero no tiene nada que ver con el trasvase, en absoluto», ha asegurado la consellera Jordà.