Sociedad
Vivienda, conectividad y transporte, las oportunidades para retener y retornar talento al Ebro
Una encuesta de Diàspora Ebrenca identifica a más de 200 personas que teletrabajan en el Ebro desde la pandemia
Son más de 200 los encuestados que han pasado a teletrabajar en las Terres de l'Ebre en los últimos meses, algunos de manera permanente o parte de la semana. «Hemos roto con el estigma de estás dentro o estás fuera», ha destacado Daniela Gil, miembro de la coordinadora de Diàspora Ebrenca. La encuesta ha identificado 6 perfiles diferenciados, personas que tienen el trabajo fuera pero reside en las Terres de l'Ebre (18,5%), los que han retornado hace muy poco (5%), los que quieren vivir a caballo (26,83%), los indecisos (9,35%), los que quieren volver (19,51%) y los que no lo quieren hacer (19,92%). «Es importante para que la gente joven no tengan sólo en la cabeza que se tienen que quedarse o marcharse sino que tienen un abanico amplio de posibilidades», ha apuntado Gil.
Los datos recogidos quieren ser «la semilla» para convertir el teletrabajo en una oportunidad para el territorio. Lanzamos la propuesta y unos datos que son valiosos e importantes para que el territorio las aproveche como punto de partida. Que genere ilusión, que anime para plantear una vida profesional y vital de calidad, en futuro, innovadora y en perspectiva en las Terres de l'Ebre», ha añadido Cristina José-Lorente, miembro de la coordinadora.
Los encuestados han destacado la calidad de vida, la reducción de los gastos o la mejora de la salud emocional entre las ventajas de teletrabajar en el Ebro, pero también han señalado las carencias: vivienda, conectividad, transporte, y una oferta cultural de calidad, peticiones que se incluyen en el decálogo que ha elaborado Diáspora a partir de las necesidades detectadas. El estudio se ha centrado en 270 personas que tienen trabajo y/o residencia fuera del territorio.
El documento propone convertir el teletrabajo en una oportunidad vital y profesional para las Terres de l'Ebre; aprovechar el capital humano y profesional de las personas que teletrabajan desde el territorio; garantizar la conectividad 5G y una fibra óptica de calidad; medidas que permitan abarcar una vivienda digna, cómoda y económicamente posible de asumir; una red de transporte público de calidad y favorecer iniciativas de movilidad sostenible; garantizar los derechos y las buenas condiciones laborales para todas las personas que teletrabajan; una oferta lúdica y cultural competitiva y diversa para todos los habitantes del Ebro; cuidar de la red de talento ebrense repartido por el mundo; situar el teletrabajo como una herramienta más dentro de la estrategia de reequilibrio territorial en Cataluña - con ejemplo de descentralización de la administración; y finalmente, elaborar un plan sobre el teletrabajo en el territorio a partir de la colaboración de todas las administraciones ebrenses para potenciar el trabajo a distancia.
En este sentido, el 22 de abril se ha convocado a los agentes políticos y socioeconómicos para que este tren no pase de largo. Ahora es la hora de hacer eso. Tenemos que asegurar que la nueva normalidad incluye esta cuestión porque es una buena oportunidad para el territorio. Si nos ponemos, es posible que estas 200 personas que hemos identificado y que seguro que son muchas más, se multipliquen los próximos meses y años» ha reclamado, Josep Sabaté, miembro de Diàspora Ebrencae. Sabaté ha señalado que las iniciativas que se proponen no requieren grandes inversiones y son viables de ejecutar a corto plazo, siempre que se haga de manera coordinada y estratégica. «Hacemos un llamamiento a los agentes políticos, sociales y económicos de las Terres de l'Ebre para coordinarse y para hacerlo realidad. La gente que trabaja a distancia ya tiene trabajo, en muchos casos muy cualificada y, por lo tanto, esta propuesta de diez puntos puede convertir el trabajo a distancia en una palanca de cambio y de reactivación económica en nuestro territorio», ha añadido.
La encuesta sobre el teletrabajo se hizo entre los meses de noviembre de 2020 y enero de 2021. Ha colaborado el Departamento de Juventud de las Terres de l'Ebre, y las Agencias de Desarrollo Local y el Centro Intercomarcal de Iniciativas Socioeconómicas (CIS) de la Ribera d'Ebrey la Terra Alta.