Decenas de manifestantes protestan contra la masificación eólica de la Terra Alta

Decenas de personas se han manifestado este sábado para denunciar la masificación eólica que sufre la comarca de la Terra Alta. Al grito de «Ni un molino más en la Terra Alta» y haciendo sónar los cláxones, los manifestantes se han concentrado en Gandesa, desde donde se han marchado hacia Vilalba dels Arcs, pasando primero por Batea. La Asociación Terra Alta Viva, impulsora de la protesta, ha rechazado el nuevo decreto ley 16/2019 y la implantación de quince proyectos eólicos y siete fotovoltaicos en la comarca.

También ha denunciado las obras que se están haciendo para construir las centrales de los Barrancs, Punta Redona i Tres Termes, dado que todavía no se ha resuelto el contencioso administrativo que interpuso el Consejo Regulador de la DO Terra Alta.

Una cuarentena de personas se han reunido a primera hora de la mañana en la estación de autobuses de Gandesa para hacer una marcha lenta por mostrar su rechazo a los nuevos proyectos eólicos previstos en la Terra Alta. Bajo el lema Ni un molino más en la Terra Alta', los vehículos han recorrido las carreteras que conectan la capital comarcal con Batea y Vilalba dels Arcs, haciendo sónar los cláxones y luciendo carteles reivindicativos.

Una vez han llegado a Vilalba dels Arcs, los manifestantes han recorrido a pie las calles de este municipio, donde han llamado consignas en contra los consejos comarcales y los ayuntamientos para permitir que los proyectos eólicos salgan adelante con la concesión de las autorizaciones de los permisos de obras. La protesta ha acabado en la plaza de la villa con una cacerolada y con la lectura de un manifiesto.

Durante la acción, desde la Asociación Terra Alta Viva han exigido al Govern que derogue el decreto ley 16/2019 y han pedido que se blinde la comarca de nuevas centrales eólicas. «Ya no pidamos la no masificación eólica porque ya la tenemos; no queremos ni un molino más», ha denunciado a la ACN Marta Martínez, miembro de la entidad. Martínez ha lamentado la falta de voluntad política para frenar los nuevos proyectos y ha asegurado que con el nuevo decreto las zonas rurales se encuentran «desprotegidas».

«Estamos perdiendo nuestro patrimonio tan cultural, natural, paisajístico, así como las economías locales», ha añadido. Y en este sentido, los manifestantes han denunciado que los molinos suponen una «amenaza» tanto para la producción de productos locales, como para los proyectos que apuestan por un desarrollo sostenible y un turismo de calidad en la zona, ya que, dicen, los aerogeneradores provocan un gran impacto visual y acústico.

En paralelo, el colectivo ha vuelto a rechazar frontalmente la construcción de las centrales de los Barrancs, Punta Redona i Tres Termes. La empresa Naturgy empezó los trabajos previos de las primeras centrales a principios de marzo, todo y que el Consejo Regulador de la DO Terra Alta presentó un contencioso administrativo contra los proyectos. «Trabajan incluso en fin de semana, se están construyendo rápidamente, el contencioso de la DO todavía no se ha resuelto», ha dicho Martínez.

Las centrales de los Barrancs y Punta Redona se tramitaron con el antiguo decreto de renovables conocido como el de las ZDP (Zonas de Desarrollo Prioritario), hace más de diez años. Los proyectos estuvieron paralizados hasta el año 2018, cuando las empresas los reactivaron y el Departamento de Territorio aprobó, en marzo del 2019, los planes urbanísticos especiales de las tres centrales, incluyendo el de las Tres Termes. Aunque desde la asociación son conscientes de que será muy difícil parar los proyectos, aseguran que las manifestaciones no cesarán.