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La afluencia de clientes aumenta en las grandes superficies comerciales de Tortosa

Los establecimientos refuerzan las plantillas para poder atender a los compradores con agilidad y sin aglomeraciones

Clientes en el pasillo principal del establecimiento de Leroy Merlin en Tortosa

grandes superficies comerciales, Leroy Merlin, TortosaACN

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El levantamiento del confinamiento comarcal y la restricciones de acceso a las grandes superficies comerciales se ha hecho notar con un incremento de los clientes este lunes desde primera hora. «Tenemos muchos clientes del Montsià que no podían venir y el cambio nos va genial para atender a más público», ha apuntado Raúl Garrido, director del establecimiento de bricolaje y decoración Leroy Merlin de Tortosa.

La tienda ha incrementado un 30% la plantilla, ha reforzado la formación de los trabajadores para atender en las cajas y evitar colas, y también el departamento logístico de los pedidos que los clientes han pedido recoger en la tienda. En horas punta se reforzará el control del aforo, que se mantiene en el 30% y en su caso no se puede superar los 259 clientes.

A pesar de que el tiempo no acompañaba por la lluvia, la afluencia de clientes ha aumentado este lunes en las grandes superficies comerciales, una vez levantado el límite de 800 metros cuadrados y el confinamiento comarcal. Las tiendas mantienen la limitación del aforo del 30%, pero se han acabado las restricciones de acceso. «Durante una etapa solo podían entrar los clientes profesionales y sufrimos mucho porque el cliente no entendía por qué le no dejábamos entrar a la tienda. Hemos tenido que adaptarnos con una resiliencia espectacular a los cambios que se han ido dando en cada momento», ha destacado Garrido.

El director del establecimiento ha destacado que se hayan acabado «las medidas más restrictivas» que los obligaron a cerrar pasillos de productos que no se consideraban esenciales, como la decoración o la jardinera. Ahora se mantiene la restricción del aforo al 30% que en el caso de este establecimiento, con una superficie de 2.300 metros cuadrados, es de 259 clientes. «Reforzamos el control del aforo en horas puntas y ya está», ha explicado Garrido. Antes del mediodía y a primera hora de la tarde son las franjas horarias con más afluencia así como los fines de semana. En la tienda se mantienen las señalizaciones de itinerantes y las distancias que hay que mantener en las cajas.

Ante la previsión del aumento de clientes, la plantilla se ha reforzado esta semana un 30%, hasta los 42 trabajadores (personal que ya había trabajado a la empresa y nuevas incorporaciones) pero se prevé que la contratación de más personal siga durante el verano cuando se dispara la demanda de este centro de bricolaje y jardinería. Además de reforzar la formación de empleados para atender caja y evitar colas, también se ha incrementado el personal del blackoffice, donde se gestionan los pedidos recibidos por teléfono y en línea. «Muchos clientes vienen a recoger los pedidos a la tienda y se ha reforzado la logística para que se pueda hacer con agilidad», ha explicado Garrido. «Como hasta ahora no han podido venir a buscar los pedidos porque eran de fuera de la comarca, ahora habrá mucha gente que vendrá», ha añadido.

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