Agricultura
Los campos del Delta del Ebro se inundan para empezar a producir arroz
Los agricultores a esperarán que suban las temperaturas y salga el sol para empezar a sembrar
La lluvia de esta semana puede acelerar este proceso porque los canales se llenarán más deprisa. La inundación abastecerá unas 22.000 hectáreas de arrozales, 12.000 a la comunidad de Regantes de la Izquierda del Ebro y el resto a la Comunidad de Regantes de la Derecha. «Se inundan los arrozales, pero también se utiliza esta agua para regar frutales y para los cultivos de huerta de la zona de l'Aldea y Camarles. El agua también va destinada para ellos», ha apuntado Jardí.
La calidad del agua se prevé «bastante buena» pero no tanto como la del año pasado, cuando fue excelente por las numerosas lluvias y avenidas del río durante la primavera, factor del que depende. «Cuantamás agua circula por el río durante la primavera mejor calidad tiene, lleva más sedimentos y más nutriente», ha explicado la jefa técnica de los Regantes de la Izquierda. «Lo confirmaremos cuando empiece la temporada», ha añadido.
Este año el sentido del agua de riego en el hemidelta izquierdo se hace completamente automatizada después de la inversión en el proyecto de telemando del canal y para automatizar las estaciones de bombeo. «La automatización del canal principal hace que no haya fluctuaciones de agua dentro del canal y se hace un reparto más equilibrado. Controlamos el caudal en todo momento y el agua que hay en cada zona. Nos va muy bien para mejorar la gestión del agua», ha apuntado Jardí. Este sistema también permitirá reducir los gastos de energía.
La siembra en seco se está extendiendo entre los arroceros como una herramienta contra el caracol manzana. En el hemidelta izquierdo, la plaga lo ha infestado casi a pesar de los arroceros se adaptan mientras siguen luchando por controlarla. «Hacemos acciones cada año. No ha desaparecido y nos toca hacer actuaciones permanentes con agua salada y tratamientos, y cada vez que sale un foco, intentamos lucharlo. Se hace lo que se puede», ha reconocido Jardí.
Por otra parte, el temporal Filomena no ha hecho los estragos del Gloria el año pasado, pero se han vuelto a sufrir inundaciones de agua de mar en los arrozales. «Cada año hay más zonas afectadas por la intrusión de mar. Hacemos limpieza en agua dulce y cuando llega el agua del canal de riego también ayuda a limpiar los arrozales», ha dicho la coordinadora técnica.