El IRTA introduce insectos sudafricanos para combatir el cotonet en los cítricos de las Terres de l'Ebre

Insectos parasitoides provenientes de Sur-África y criados en las instalaciones del IRTA sobrevuelan ya los campos de cítricos de las Terres de l'Ebre con el objetivo de combatir la plaga del cotonet. Este viernes por la mañana los técnicos han liberado los primeros 400 ejemplares en un campo de Tortosa con el objetivo de que se esparzan, se reproduzcan y puedan controlar biológicamente de forma efectiva los parásitos sin tener que recurrir a tratamientos fitosanitarios.

La plaga, proveniente de Sur-África, se concentra actualmente en unos catorce focos en la zona productora citrícola de las Terres de l'Ebre y puede causar importantes deformaciones en la fruta, con pérdidas que pueden llegar al 40% de la producción.

ElIRTAha importado y criado durante los últimos meses a sus instalaciones de Amposta ejemplares de Anagyrusaberiae. Es un insectoparisitoideproveniente de Suráfrica, el mismo lugar de dónde es originaria la plaga delcotonet(Delottococcusaberiae)que amenaza los campos de naranjos y mandarinos ebrenses. Su función será poner huevos dentro de los parásitos delcotonet, causándoles la muerte.De allímismo nacerán las larvas de los parasitoides que se transformarán en adultos y sedispersaranpor elagrosistemacitrícola aumentando su población buscando el cotonet.

Un ejemplo de «control biológico clásico», según remarca la investigadora del IRTAresponsable del proyecto, Teresa Martínez. «La idea es hacer sueltasinoculatives: soltarlo ahora, hacerlo más veces. El objetivo es que se aclimate, que se reproduzca elcotonetdel campo y forme parte de nuestra fauna», ha subrayado Martínez. La similitud del clima mediterráneo ebrense con el existente en muchas zonas de Suráfrica ayudaría a facilitar esta adaptación. «Si el cotonetestá aquí tan bien aclimatado es de prever que el parasitoide también lo esté. La idea es ir a buscar al lugar de la plaga el parasitoide», subraya la investigadora.

Los investigadores habían comprobado previamente que no existían insectos autóctonos eficaces para hacer frente a la plaga. Después de que el gobierno español autorizara la importación, los investigadores han hecho estudios de especificidad antes de liberarlos en el campo con la seguridad de que su introducción no provocará ni alterará los ecosistemas.

Elcotonetes un insectopreudococcidque provoca graves deformaciones a los frutos en crecimiento, hecho que obliga a los campesinos a retirarlos de la comercialización. Los daños pueden llegar al 40% de la cosecha. Según el Departament d'Agricultura, llegó a la península Ibérica en 2009, cuando fue detectada por primera vez en el norte de la provincia de València. Desde entonces se ha ido extendiendo por el País Valenciano y apareció en Cataluña en 2018.

Actualmente, hay localizados en las Terres de l'Ebre catorce focos esparcidos por las zonas de producción citrícola. Uno de los cuales se encuentra en el sur de la ciudad de Tortosa, cerca de la orilla izquierda del Ebro, donde este viernes se han liberado los primeros 400 ejemplares de insectos parasitoides. El director territorial del Departament d'Agricultura, Jesús Gómez, ha precisado que se trata de foco de dimensiones reducidas.

La apuesta de la Generalitat para hacer frente a este problema pasa para priorizar la lucha biológica en detrimento de la tradicional aplicación de productos fitosanitarios. «Además de cuestiones medioambientales, la lucha química nos genera residuos en fruta y el consumidor europeo y americano no lo acepta, por eso trabajamos en esta línea», ha remarcado Gómez. En paralelo, Agricultura promueve también alternativas a los plaguicidas como la captura masiva o la confusión sexual con feromonas a partir de un paquete de 3,7 millones de euros anuales en ayudas agroambientales y que, en muchos casos, llevan a cabo las Agrupaciones de Defensa Vegetal.

Además de estas acciones, Gómez ha recordado también la gran importancia de controlar la transmisión y difusión de la plaga delcotonet, que llega transportado dentro de las cajas de fruta de zonas afectadas. «Una de las actuaciones también tiene que ser preventiva: siempre que lleguen cajas de zonas con la sospecha de tener elcotonetse tienen que limpiar. Sabemos que es el vehículo de transmisión: no viene por los aires ni de ningún otra manera. En este sentido, la prevención es muy importante», ha insistido.