Sociedad
La exhumación de víctimas, el actual «paisaje sonoro» de la Batalla del Ebro
La exposición 'Ossos com a tiges que encara no han florit' reconoce el oficio de arqueólogo con la sonoridad de su trabajo
Invitados a participar del ciclo Ebro, Música y Patrimonio, que organiza el Museo de las Tierras del Ebro de Tortosa, el Consorcio Memorial de la Batalla del Ebro (COMEBE) inaugura este sábado la exposición 'Ossos com a tiges que encara no han florit', una muestra que reivindica el oficio de arqueólogo y rinde homenaje a los desaparecidos en la Batalla del Ebro, de la cual se cumplen 83 años este domingo. «Teníamos que pensar en un paisaje sonoro sobre la Batalla del Ebro y después de visitar la fosa de Santa Magdalena pensamos que el sonido que la representaría sería el que hacen los arqueólogos mientras están trabajando», ha explicado Teresa Ferré, directora del COMEBE.
Con este trabajo sonoro también se desmitifica y se desvincula el trabajo arqueológico de «la visión romántica» que transmite el cine o la literatura de aventuras. «La realidad es mucho más dura», ha remarcado Ferré. El equipo de Iltirta Arqueologia ha trabajado en el Mas de Santa Magdalena de Móra de Ebro durante ocho meses, de diciembre a julio. «Han sufrido el temporal Filomena, frío, calor, viento, temporales de lluvias» y a su día a día se basa en un trabajo muy minucioso que requiere mucha serenidad y bastante física.
Lo explicarán en primera persona para inaugurar la muestra este sábado al mediodía y la exposición se podrá ver hasta el 30 de septiembre en el centro de interpretación de Corbera d'Ebre. En la entrada de la muestra, un código QR permite visitarla acompañados de todos los sonidos que se generan en los trabajos de recuperación de una fosa y de exhumación de los cuerpos, la única sonoridad que rompe el silencio cautivador que irrumpe e invade, 83 años después, cuando se visitan los espacios donde se libró la Batalla del Ebro.
La evolución de la sanidad durante la guerra
Esta masía situada en Móra d'Ebre fue utilizada por el ejército republicano como hospital durante la Batalla. Su magnitud, con 64 zanjas y 177 cuerpos y 9 amputaciones recuperados, la ha convertido en la fosa mayor que se ha abierto a Cataluña. Se encontró, en buena parte, por la libreta que guardaba al hijo del doctor Miquel Gras Artero, cirujano que anotó todas las intervenciones y los nombres de los soldados que atendió en Santa Magdalena. A la libreta aparecen Josep Aubeso y Joan Urgell, dos soldados a quienes buscan sus familias desde hace más de ocho décadas. «Ahora esperamos que dos de estas muestras coincidan con las muestras genéticas de estas familias», ha apuntado a Ferré.
La directora del COMEBE ha destacado que Santa Magdalena «es especial» porque aportará conocimientos sobre la sanidad durante la Guerra Civil y a la Batalla del Ebro y sobre como el ejército republicano usaba estos espacios. «Hay pocos objetos personales, excepto algunos anillos y otros, pero hay un depósito con restos de material médico y servirá para ver cómo trabajaban los equipos sanitarios durante la guerra», ha detallado. Se conoce que la sanidad republicana «hizo bastantes innovaciones» y contaban con equipos quirúrgicos completos que atendían los sodats heridos en el frente. Ahora en el laboratorio se podrá ampliar el conocimiento sobre los recursos que disponían.