Historia
Un núcleo fenicio habitaba de forma estable en Alcanar 150 años antes de las primeras colonias griegas catalanas
Arqueólogos del GRAP de la UB encuentran evidencias de presencia fenicia en el yacimiento pre-ibérico de Sant Jaume
El GRAP cree que la presencia de los fenicios en la zona no es limitaba al ya conocido intercambio comerciales frecuentes con los caudillos y pobladores de la primera edad del Hierro –previa a la conocida como la cultura ibérica- sino que, en este caso concreto de las Tierras del Sénia, iba todavía mucho más allá. Todo representa, en palabras de Garcia, «un cambio importante no sólo en la interpretación global del yacimiento de Sant Jaume sino de la relación entre indígenas y comerciantes en esta zona».
Indicios, según el codirector de las excavaciones y profesor de la UB, David Garcia, que se han recogido de forma acumulativa después de casi un cuarto de siglo de trabajos en la zona pero que durante los últimos años se han revelado de forma más clara. Desde la morfología de las torres de defensa de la residencia, «de tipo oriental o feinici», al hecho de que se trata de un poblado protohistórico construido con cimientos, un aspecto inédito en otros asentamientos.
También se ha localizado en el interior un espacio dedicado al culto y rituales orientales o la mayor abundancia de cerámica fenicia, en el volante de un 30%, respecto de otros enclaves. En todo eso, apunta Garcia, se le suman elementos relativos a la navegación o el uso de la metalurgia de raíces también orientales.
Posible factoría fenicia
Los arqueólogos, en este sentido, han incorporado a la hipótesis iniciales de que Sant Jaume funcionaba como un complejo residencial de un caudillo pre-ibérico donde también vivía de forma estable un grupo de fenicios, muy posiblemente procedente de las colonias que ya existían en el sureste de la península Ibérica. Aunque Garcia ve todavía como además plausible esta interpretación, no descarta que las nuevas investigaciones permitan identificar la existencia de una factoría fenicia en este núcleo y que el caudillo, en realidad, residiera en uno de los poblados próximos, como el de la Moleta del Remedio.
«Siempre se ha explicado, y es lógico, que la primera presencia colonial estable de comerciantes mediterráneos de fuera de Cataluña era del mundo griego, los focenses en la zona del golfo de Roses. Aquí estaríamos en una situación de que 150 o 125 años que los griegos lleguen a la zona de Empúries quizás ya tenemos otros agentes comercio exógenos, no griegos, fenicios, establecidos en el otro extremo del país, en las Tierras del Sénia. Eso viene a cambiar esta circunstancia historiográfica: tendríamos que remitir a 150 años atrás la presencia de colonos mediterráneos y poner primero, en ningún sitio de los griegos, los fenicios,» ha subrayado Garcia.
De momento, el GRAP de la UB calcula que desde 1997 se ha podido excavar todavía sólo todavía un tercio del yacimiento y que los trabajos pendientes, especialmente en las dependencias privadas de la residencia, podrían aportar nuevas evidencias. Garcia calcula que, al ritmo actual, harían falta todavía entre 20 y 30 campañas anuales para completar la tarea.
El efecto Pompeya
Eso, en buena medida, se debe al hecho de que Sant Jaume fue destruido por|para una guerra, el primer conflicto bélico documentado en el nordeste peninsular, y fue quemado. Eso generó un «efecto Pompeya», es decir, permitió su buena preservación y la existencia potencial de mucha información. Por el contrario, los trabajos en el área de 700 metros cuadrados del yacimiento tienen que ser más cuidadosos y lentos. Los arqueólogos han llegado a desenterrar muros de hasta siete metros de altura, un gran horno para cocinar o, incluso, la primera alcantarilla documentada enla protohistoria.
La idea, según observación Garcia, es conseguir más recursos para poder avanzar los trabajos así como la museización del espacio. «Al menos la parte excavada», precisa. Los trabajos, actualmente, cuentan con aportaciones económicas del Ministerio de Cultura, el Departamento de Cultura y del Ayuntamiento de Alcanar. Un proyecto quer requeriría un volumen mucho mayor de recursos.
El responsable de las excavaciones, por otra parte, lamenta que a pesar de la importancia del espacio y de la colección de objetos, especialmente cerámicos, encontrada, una parte muy importante esté dispersa en varios centros. Especialmente, lamenta el caso de la vajilla fenicia de 35 piezas localizada, una de las más importantes de la protohistoria en la península ibérica, que se puede ver en cuatro museos.