Diari Més

La pandemia impulsa la afluencia a la vía verde del Baix Ebre con un 25% de usuarios más

Los tres contadores en el tramo de la antigua vía de la Val de Zafán registran el paso de 325.000 peatones y ciclistas

Usuarios circulando por el tramo de la vía verde de la Vale de Zafán entre Tortosa y Roquetes.

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La vía verde del Baix Ebre sigue incrementado su afluencia y, en plena época de pandemia por la covid-19, ha ganado este año a un 25% de usuarios respecto del mismo periodo de 2020. Desde principios de año y hasta finales de septiembre, los tres contadores instalados a lo largo del antiguo trazando de la vía férrea de la Valde Zafán han registrado el paso de 324.554 peatones y ciclistas. Un incremento que el ConsellComarcal del Baix Ebre atribuye al cambio de hábitos turísticos que ha supuesto la pandemia. En esta línea, el presidente del ente, Xavier Faura, se ha comprometido a consolidar la vía verde como un referente cicloturístico internacional y, al mismo tiempo, como un activo que se pueda convertir en una alternativa al turismo de costa.
Las cifras indican crecimientos en todas las modalidades y tramos. Globalmente, se ha registrado el paso a pie de 156.933 usuarios –un incremento del 27%- así como de 167.61 en bicicleta –subiendo a uno 22,5%-. El tramo entre Tortosa y Roquetes, que funciona como vía de comunicación interurbana, es ampliamente el más utilizado, con 206.277 usuarios –un aumento del 16%-, un 60% de ellospeatones.

En el tramo de la estación de Benifallet es donde se ha experimentado el crecimiento más notable, un 55%, llegando a los 56.072 usuarios. En Aldover, se han llegado a los 65.215 –aumento del 35%. En estos dos últimos tramos predominan las bicicletas, con porcentajes del 78% y el 70%, respectivamente.

El Consellcalcula que unas 1.200 personas al día por término medio utilizan alguno de los tramos de la vía verde donde el pasado 2019 se instalaron contadores. Lo hacen, preferentemente, de sábado a domingo y en horarios como de nueve de la mañana a doce del mediodía y de cinco a siete de la tarde. El récord fue el pasado 2 de abril, semana santa, con 1.483 usuarios en el contador de Tortosa y 1.357 en Benifallet -1.128 en bicicleta.

El crecimiento de las cifras por segundo año consecutivo se explica, según el presidente del Conselldel Baix Ebre, Xavier Faura, por el cambio de hábitos turísticos que ha impulsado la pandemia. «La covid-19 ha hecho cambiar la manera de hacer turismo: en lugar de buscar masificación, la gente ha buscado un turismo más natural, ecológico y más sano. La vía verde responde a estas características. Entendemos que la pandemia ha servido para darnos a conocer más allá de las fronteras ebrenses y tenemos que trabajar para consolidarlo efectivamente», ha apuntado.

El ente cree que el activo todavía tiene margen decrecimiento con respecto a capacidad de atracción turística como 'polo de atracción' alternativo al turismo de costa y oferta de turismo activo del interior. El objetivo es mejorar este posicionamiento y romper la estacionalidad es el objetivo para poder generar actividad económica y ocupación a lo largo del año.

En este sentido, las cifras, además, han resultado especialmente significativas con respecto a la evolución de las visitas a lo largo de los diferentes momentos del año. El crecimiento, precisamente, no se ha focalizado en los tradicionales meses de julio y agosto, que se han estancado, sino que ha tenido durante semana santa y septiembre dos de los principales periodos de atracción, según ha concretado el vicepresidente y consejero comarcal de Turismo, Francesc Vallespí.

Potenciar la alternativa interior

De momento, la apuesta del ente comarcal por la vía verde de la Valde Zafán pasa por el impulso de de un proyecto conjunto con el resto de consejos ebrenses que aspira a obtener 5,8 millones euros de los fondos Next Generation para recuperar itinerarios naturales y potenciar el turismo activo del interior.

Más a corto plazo, según ha explicado Faura, el Consejo prevé licitar este próximo noviembre las obras para instalar el alumbrado –que se alimentará con placas solares- y ampliar el tramo entre Tortosa y Roquetes, el más utilizado según los registros de los contadores. El ente prevé invertir unos 190.000 euros –que en parte serán aportados por la Diputación de Tarragona.

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