Medio natural
La NASA advierte que el Ebre ha perdido el control del delta y ahora manda el mar
Un estudio con imágenes de satélite demuestra que la desembocadura del Ebre retrocede centenares de metros
La comparativa de la NASA la ha llevado a cabo Lauren Dauphin en el Observatorio de la Tierra de la Agencia norteamericana, con imágenes del Servicio Geológico de los Estados Unidos. El artículo está firmado por Sara E-Pratt. No son fotografías o tipos de análisis nuevos o exclusivos, pero cómo señala al científico de Eurecat, que lo haga la NASA «quiere decir que tiene interés, que es uno de los lugares del mundo donde es más clara la evolución tan rápida de la regresión, que llama la atención y que desgraciadamente es un ejemplo». «No el único caso, así y todo, despierta interés a escala internacional y es positivo», ha insistido Ibáñez.
El artículo de la Administración Nacional de la Aeronáutica y el Espacio de los Estados Unidos (NASA, en sus siglas en inglés) también describe la situación del Delta y la elaboración del Plan de Protección del gobierno español, y hace mención al hecho que los habitantes (viven allí 62.000 personas) se opongan porque prevé comprar y permutar hasta 900 hectáreas de arrozales y retroceder la delimitación del Dominio Público Marítimo Terrestre de la cincuentena de kilómetros que tiene la costa deltaica. La NASA menciona que el territorio lo considera insuficiente y que apuesta por otras actuaciones de refuerzo en las playas, con movimientos de arenas, dragados y diques.
La agencia espacial no posiciona en la cuestión de las medidas, pero asegura que el delta del Ebre «ilustra las difíciles decisiones» que tienen que tomar las administraciones ante el aumento del nivel de mar, para contener los océanos y gestionar la regresión. Ibáñez apunta que, aunque tarde, los gobiernos se están moviendo desde el Gloria. «Otra cosa es si habrá consenso en las actuaciones, si habrá recursos y serán técnicamente las que convienen en el Delta», ha dicho. La NASA también habla del Gloria y sus efectos: la inundación de la barra del Trabucador y de cerca de 3.000 hectáreas de arrozales, o la desaparición de los campos de dunas de las playas más frágiles. «Estamos en la discusión técnica y política de cuáles son las cosas que hacer, en qué orden de prioridad y quien lo paga,» ha añadido Ibáñez, convencido de que la urgencia facilitará que se llegue a un consenso.
Finalmente, el artículo de la NASA también describe y señala los problemas acumulados de los últimos 150 años en el Ebre, como las concesiones de agua para regadíos en la cuenca «del río mayor de España» o como las 187 tomas del Ebre y afluentes para generar energía hidroeléctrica, que «han atrapado la mayor parte de los sedimentos» que llegaban a la desembocadura. La Agencia indica que en el tramo final del río está «donde ha empezado la erosión y el hundimiento y la subsidencia» y que se está poniendo en riesgo los arrozales, que cubren el 80% del Delta, forzando los agricultores a experimentar con variedades de arroz resistentes a la salinidad.