Medio Natural
La inacción gubernamental ante los problemas del Delta de l'Ebre marca el inicio de la Comissió d'Estudi del Parlament
La PDE reclama concretar inminentemente el Plan de Protección estatal y que el Govern detalle las necesidades ambientales
La inacción gubernamental ante los problemas del delta del Ebro marca el inicio de la Comisión de Estudio del Parlamento
El reconocimiento de la situación de emergencia que vive el Delta de l'Ebre no encuentra correspondencia en las políticas de las administraciones públicas competentes a la hora de hacer frente de forma urgente a estos problemas. La Comissió d'Estudi sobre la Protección del Delta de l'Ebre ha arrancado este martes en el Parlamentcon duras críticas de la Plataforma en Defensa de l'Ebre (PDE) a la inacción mostrada hasta estos momentos principalmente por el gobierno español, pero también por parte de la Generalitat. El movimiento social quiere que uno se ponga manos a la obra de forma inmediata en el plan estatal de protección anunciado y que el Govern defina las necesidades ambientales del espacio y reclame que se respeten.
Después de que el paso del temporal Gloria hace justamente dos años dejara en evidencia, este golpe de forma particularmente visible, las vulnerabilidades del espacio natural, las medidas promesas todavía no han llegado. El plan de protección anunciado y presentado por el Ministerio para la Transición Ecológica en el 2020 todavía no se ha puesto a andar de forma efectiva. Es más, ha reprochado Abella, todavía se desconocen los datos de los proyectos concretos, los presupuestos o su calendario.
De momento, sobre la mesa, el movimiento de arenas en el mismo Delta para poder reforzar los espacios más frágiles ante la posible llegada de un temporal. Una solución que está pendiente de la finalización de trámites administrativos y que, según recuerda la PDE, no se puede plantear aisladamente sin la voluntad real de recuperar el tráfico de sedimentos desde la parte alta y media de la cuenca del río. «Las arenas tienen un efecto más inmediato y los sedimentos son imprescindibles para no desaparecer», avisa.
Esta reivindicación, lamentan, choca con la falta efectiva de voluntad política. El movimiento social reprocha al gobierno español gestionar la cuenca favoreciendo la construcción de más embalses canales y regadíos mientras encarga «cuatro estudios para hacernos callar» sobre la movilización de los sedimentos en el pantano de Riba-roja. En el caso del Govern, critica también que anuncie 5 millones por actuaciones en el litoral del delta mientras aporta 50 para materializar regadíos en el interior, como el del canal Xerta-Sénia.
En este sentido, la PDE confía en que la Comissió permita reclamar al gobierno español que no demore más el plan y lo haga teniendo en cuenta en todo momento la planificación hidrológica de la cuenca y las políticas de gestión de la costa. Recuerdan que el Estado, a quien acusan de «ocasionar» el problema priorizando intereses hidroeléctricos y de regadíos, tiene las competencias, los recursos así como una «deuda histórica» con el Delta. Abella ha reclamado, por otra parte, al Govern que coja definitivamente la gestión de los espacios de la Xarxa Natura 2000, determinando las necesidades de agua, sedimentos e indicadores de calidad para garantizar su protección legal.
La conca «acaba» en Flix
Desde el parque natural del Delta de l'Ebre, su director, Francesc Vidal, ha certificado el papel clave de los sedimentos en la supervivencia del espacio y ha descrito gráficamente la situación actual de descenso constante de las aportaciones agravado por el cambio climático: «la conca del Ebro acaba, desde el punto de vista de los sedimentos, al embalse de Flix». Vidal ha recordado que los deltas son sistemas dinámicos y que, aparte de la cantidad de sedimentos, es importante como se distribuyen cuando llegan al mar. El gran problema, ha alertado, más allá de la erosión del frente litoral es la posible ruptura y entrada de agua marina inundando la plana deltaica, hecho que tendría consecuencias desastrosas.
Vidal se ha mostrado escéptico sobre la posibilidad de aplicar soluciones de ingeniería «duras» para resolver los problemas ambientales planteados. Ha apostado por «soluciones basadas en la naturaleza», con el refuerzo de sistemas naturales para proteger el espacio. Según ha recordado, existe un amplio consenso social en torno a la aspiración en la «foto fija» actual, sin cambios, del Delta y propuestas como la de hacer atrás la línea de la costa no son bien recibidas. No ha descartado la posibilidad de que se planteen medidas con afectaciones ambientales, si se diera el caso, cuando las afectaciones sobre bienes y personas lo justifique y valorando todas las implicaciones.
En la sesión inaugural de la Comissió también ha comparecido Joan Sucarrats, director general de Infundida, la empresa que explota las salinas de la punta de la Banya. Ha coincidido con Abella en las críticas a la inacción administrativa ante la regresión que el Delta experimenta desde «hace muchos años. Por el contrario, si bien asume la importancia de los sedimentos, cree que las medidas no se pueden basar principalmente en su gestión y apuesta por «movimientos masivos de arenas» de forma inminente. «No podemos abandonar el Delta a la naturaleza porque somos nosotros quien lo hemos modificado. Las soluciones existen», ha remachado.