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Amiblu invierte 3 MEUR en su fábrica de Camarles para producir cañerías no circulares

El fabricante austríaco quiere cubrir el incremento de la demanda en los mercados español, portugués, francés e italiano

Interior de la planta de producción de Amiblu en el municipio de Camarles.

Amiblu invierte 3 MEUR en su fábrica de Camarles para producir cañerías no circularesACN

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Amiblu, empresa austríaca dedicada a la fabricación de cañerías y accesorios de poliéster reforzado con fibra de vidrio, ha invertido 3 millones de euros en su planta de Camarles (Baix Ebre) para poner en marcha una nueva línea de producción de cañerías no circulares. El objetivo es que la planta provea de estos elementos –cañerías con diferentes tipos de formas y secciones transversales no circulares con una vida útil estimada superior a los 150 años- los mercados español, portugués, francés e italiano ante el incremento de la demanda en el ámbito europeo durante los últimos años. Una situación, añaden, que se debe al envejecimiento de los sistemas de alcantarillado urbano de las grandes ciudades.

Según la misma Amiblu, las cañerías circulares no sirven, principalmente, para rehabilitar sistemas de saneamientos y colectores urbanos de aguas residual construidos hace decenas de años, en algunos casos hace más de un siglo, y que se han deteriorado con el paso del tiempo o sufren problemas de corrosión y necesitan ser reparados.

Por el contrario, las no circulares, gracias a su diseño y sistema de implementación, permiten rehabilitar los colectores de aguas antiguos, de manera definitiva y sin afectaciones importantes en la vía pública, como el levantamiento de suelo. Así, las cañerías no circulares se introducen dentro de los colectores antiguos –ya deteriorados– mediante un método de impulso y se unen con hormigón, funcionando como un colector completamente nuevo.

Estas cañerías, según insiste la empresa, pueden llegar a una vida útil superior a los 150 años. También ofrecen una «gran ventaja competitiva» con respecto a las cañerías de materiales tradicionales, como el hormigón y el acero: tienen un impacto en CO2 tres veces inferior; son más ligeras y fáciles de transportar, y más eficientes energéticamente, al permitir un flujo de agua tres veces superior gracias a su superficie interior lisa.

«En algunos países como Alemania, Bélgica, Francia, Suiza o Austria están muy sensibilizados medioambientalmente y, en los últimos años, han hecho una gran apuesta para rehabilitar y modernizar las redes de alcantarillado urbano y evitar que colapsen», ha apuntado Xavier Arasanz, Director General de Amiblu en España, recordando que se trata de una iniciativa que se ha visto reforzada ante los efectos de los temporales cada vez más recurrentes por el cambio climático.

El verano pasado, Amiblu firmó un acuerdo de colaboración con la empresa pública de tratamiento de aguas en Bélgica, Vivaqua, para construir una fábrica de cañerías no circulares en la región de Anderlecht (Bruselas) con el objetivo de proveer el mercado local. La planta ocupa una treintena de personas y permite a Vivaqua autoproducir las cañerías no circulares que necesita para rehabilitar la red de alcantarillado urbano de Bruselas, sin la necesidad de depender del mercado exterior, aseguran.

Más de 300 kilómetros anuales de cañerías en Camarles

Sociedad conjunta de las empresas Amiantitt y Hobas Europe con sede enKlagenfurt (Austria).Amiblu se dedica al diseño y suministro de cañerías y accesorios de poliéster reforzado con fibra de vidrio para transportar agua de consumo doméstico, industrial, residuales y regadíos. Está presente en 22 países del mundo y tiene seis fábricas en España, Alemania, Rumania y Polonia. La planta de Camarles, de 35.000 metros cuadrados de superficie, ocupa 185 trabajadores y produce anualmente más de 300 kilómetros de cañerías al año para proyectos en el Canadá, Sudamérica, África y Europa.

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