Sociedad
La CUP promueve mociones contra la Via Blava del Ebre en los ayuntamientos de Alcanar, Móra d'Ebre y Tortosa
Los cupaires acusan a los promotores de los azudes de crear «una imagen ilusoria de responsabilidad social y ecológica»
La CUP promueve mociones contra la Vía Azul del Ebro en los ayuntamientos de Alcanar, Móra d'Ebre y Tortosa
La CUP presentará mociones contra la Via Blava del Ebre, el proyecto de Sercosa para construir tres azudes y centrales hidroeléctricas en el tramo final del río. Lo harán a los ayuntamientos donde tienen representación, en Alcanar (Montsià), Móra d'Ebre y Tortosa. Los anticapitalistas denuncian el impacto ambiental «grave» del proyecto y rechazan «el señalamiento» que Sercosa hace contra activistas de la Plataforma en Defensa de l'Ebre (PDE). La moción pide a la Confederació Hidrogràfica de l'Ebre (CHE) que rechace los expedientes del proyecto y a los consistorios afectados por los azudes que no den ningún permiso. Sercosa, por su parte, ha anunciado unas jornadas técnicas en marzo dónde ingenieros y expertos debatirán sobre los efectos de los nuevos azudes en el río.
Revisión del impacto ambiental
Sercosa ha anunciado que actualizará y revisará los estudios de impacto ambiental del proyecto la Via Blava del Ebre, una revisión que se expondrá y se debatirá en unas jornadas técnicas que la empresa inversora celebrará en Tortosa, en marzo, con ingenieros y expertos en obra hidráulica y ríos como ponentes invitados.
La empresa ha pedido a la PDE poder intervenir en su asamblea general, del 26 de febrero. Como el resto de organismos asistentes se los ha concedido un minuto y medio, que dicen que aprovecharán para invitar la plataforma y «a todo el mundo» a participar en las jornadas de marzo.
El consejero delegado de Sercosa, Xavier Vinyals insiste en que los azudes fluyentes «no están aterrizados y no lavan limos» y defiende que con las jornadas de marzo se quiere «aportar información y argumentos solventes para un debate sereno y constructivo». Según Vinyals, hay ubicaciones más «rentables» que Tortosa-Campredó, Benifallet y Garcia pero defiende que se haya escogido este localización porque se generarán 80 kilómetros de río navegable, que se posibilita con el encadenamiento de las colas de remanso de los azudes, que aumenta la lámina de agua, una petición que según Sercosa «les hizo el Ayuntamiento de Tortosa hace veinticinco años».
La empresa defiende que hace falta «el apoyo del territorio» para cambiar «la posición contraria de la CHE», que se opone a concesiones aguas abajo, pero las autoriza fuera de Cataluña, río arriba.