Sociedad
Usuària ICAM: «Después del viaje hasta Tarragona y con patologías a los huesos, me caí y me rompí el radio»
La CGT insiste en el agravio de los enfermos ebrenses derivados en el ICAM de Tarragona mientras esperan respuestas de Salud
Encarna Bonavila, una trabajadora de Tortosa de 65 años, se rompió el radio cuando cayó a la puerta del Instituto Catalán de Evaluaciones Médicas (ICAM) de Tarragona. Había sido citada por una revisión de las patologías óseas que sufre y porla cual estaba de baja. Conocedora que el ICAM tiene sede enTortosa, en la CAP BaixEbre, e inquietada por como lo alteraría hacer un viaje tan largo, había pedido que se laatendiera en la capital ebrense. Aunque se le pospuso la visita, la acabaron citando igualmente en Tarragona semanas más tarde. Su caso es un ejemplo del agravio de los usuarios ebrenses, que la CGT viene denunciante desde septiembre. Salud todavía no ha puesto fecha para reunirse y tratar la cuestión con el sindicato.
Encarna Bonavila tuvo que ir a Tarragona a revisar su baja médica porlas patologías óseas que sufre en las extremidades inferiores. El viaje hasta Tarragona la desasosegaba, no sólo para tener que afrontarlo en su estado de salud, sino porque alguien lo tenía que acompañar y alguien más cuidar de su madre, de 95 años, que está a su cargo.
Estaba citada el 5 de noviembre, pero envió una carta al ICAM para pedir que se le derivara la cita a Tortosa, donde reside, amparándose en la carta de usuarios del Instituto (decreto 256/2003; artículo 20.1) dondese estipula que los usuarios tienen que recibir atención «en sus ámbitos territoriales». El 4 de noviembre le emplearon la revisión médica de Tarragona, pero la volvieron a citar más adelante, a través de una carta certificada, a la capital provincial. «Además de vulnerar la carta de derechos del ICAM, es un trato deshumanizado», ha denunciado el compañero deEncarna, Juan Luís Cardona.
CuandoEncarna llegó el 29 de noviembre en la puerta del ICAM, después de un viaje de más de 200 kilómetros y a causa de su enfermedad, la rodilla le falló, cayó y se rompió el brazo, el radio. Explica que entró al Instituto «con la mano colgante y un dolor que la volvía loca» pero el facultativo que la atendió la envió directamente al servicio de Urgencias del Hospital Joan XXIII de Tarragona. En cambio, a pesar de haber explicado en todas partesdónde había sufrido el accidente y pedir un justificante a la administración del ICAM antes de marcharse en el hospital, no tiene ningún documento donde se haya hecho constar que cayó a la puerta del Instituto de Evaluaciones. «Me he caído allí, mala suerte, pero a pesar de decirlo a todo el mundo que me ha atendido, en ningún lugarconsta donde me lo hice», ha lamentado.
El concepto de su baja médica se ha tenido que revisar. Ahora tiene que hacer rehabilitación para recuperar la movilidad del brazo. «Tenía problemas en los huesospero las manos y los brazos los tenía sanos. Ahora tengo un dolor intentos, la musculatura afectada y voy a rehabilitación», ha explicado Bonavila.
El caso de Encarna Bonavila no es aislado. Desde la CGT alertan otros casos graves, como mujeres con embarazos de riesgo e indicaciones de reposo absoluto o de enfermos terminales, que han sido citados en el ICAM de Tarragona. Independientemente de la gravedad de la enfermedad y de los recursos personales del enfermo, desde el sindicato insisten en que es un derecho de los usuarios ebrenses ser atendidos en Tortosa porque la sede del ICAM existe y tiene personal. «En la memoria anual del ICAM consta la delegación del Ebro. Es trata de tener los mismos derechos que otro territorio,» ha insistido Núria Losada, secretaria de Salud Laboral de la CGT en el Ebro.
El sindicato está esperando que se los cite a la reunión, que pidieron el 15 de diciembre, con el gerente de la región sanitaria de las Terres de l'Ebre, Joan Nin, para trasladarle esta petición, así como se facilite o se justifique por qué se deriva a los usuarios cabe en Tarragona. «Hay enfermos más o menos graves, pero se encuentran esta molestia añadida a la situación que sufren, ir a Tarragona habiendo la posibilidad de solucionarlo y tramitarlo desde Tortosa», ha apuntado Ignasi Bel, delegado de CGT.
De hecho, según añade Bel, los usuarios tienen derecho en qué se les cubra los desplazamiento –en ambulancia, taxi, o compensando los gastos del viaje en vehículo privado o público. La información a los usuarios sobre este derecho es escasa y reclamarlo es pesado: hay que pedir la documentación al ICAM, que una entidad bancaria rellene un formulario y presentar un certificado de asistencia del médico. «Si la persona enferma no lo puede hacer, tendría que pedir a alguien que le tramite», ha remarcado.