Carreteras
Las carreteras C-12 y N-340 dejan de ser puntos negros de la red vial ebrense
Ocho personas murieron en accidentes de tráfico en las Terres de l'Ebre el año pasado, la mitad motoristas
Las muertes en accidentes de tráfico en las carreteras de las Terres de l'Ebre se redujeron el año pasado un 43% con respecto al 2019, antes de la pandemia, y un 65% con respecto al 2010, año referencia para el cumplimiento de los objetivos europeos. Hubo 8 víctimas mortales, la mitad, motoristas. La siniestralidad fue muy dispersa por diferentes vías secundarias y carreteras como la C-12 o la N-340, que eran preocupantes puntos negros de la red vial ebrense - en el 2019 murieron 8 y 4 personas, respectivamente-, no registraron ninguno.
La reparación de la infraestructura en el caso de la C-12, y la liberación de peajes que ha desviado todo el tráfico de la N-340 en la AP-7, han contribuido a reducir la siniestralidad.
El pasado año 8 personas perdieron la vida en 8 accidentes de tráfico en el Ebre, 11 víctimas menos que en el 2019 cuando hubo 14 accidentes y 19 muertos. Sin embargo, el número de accidentes con heridos leves incrementó un 14,3% en el territorio y como consecuencia también el número de accidentes con víctimas, un 9,9%.
De las 8 víctimas mortales, 4 eran motoristas, 6 eran varones, y 6 también tenían edades comprendidas entre los 35 a 44 años. 5 de los 8 accidentes mortales se produjeron en operaciones especiales de movilidad o festivos.
El 62% de los accidentes mortales fueron con un solo vehículo implicado y los accidentes mortales por colisiones frontales se redujeron de 7 a 1 siniestro. En cambio, el número de accidentes de moto con víctimas mortales se ha disparado un 300%, pasando de 1 en 2019 a 4 el año pasado.
Accidentes cinegéticos
Como ocurre en toda Cataluña, también ha incrementado el número de accidentes en los que hay implicados animales, sobre todo jabalíes, y en las Terres de l'Ebre supusieron el 25% de los accidentes en las carreteras y vías. De esa tipología se registraron 259, y aunque son accidentes que sólo provocan daños materiales o heridos de poca gravedad, es una problemática que preocupa a las autoridades de tráfico.
El director del Servei Català de Trànsit, Ramon Lamiel, también ha explicado que se reubicarán hasta 23 radares en toda Cataluña, donde se ha detectado que no reducen la siniestralidad, y también que incorporarán 25 radares en coches de los Mossos d'Esquadra. También habrá hasta 5 motocicletas mirilla para controlar a los motoristas.