Incentivos laborales y formativos para los médicos de familia que se queden en el Ebre

Salut no sólo ofrece incentivos económicos -9.000 euros anuales- a los residentes de medicina familiar y comunitaria que escogen zonas rurales como las Terres de l'Ebre. En el Ebre, la Atención Primaria estimula la retención y atracción de facultativos con contratos muy estables y flexibles, que permiten la conciliación personal, y con muchos programas de investigación. Cerca de 200 profesionales están haciendo investigación activa y se han presentado 23 artículos en los últimos 3 años. Como subraya la doctora Gina Lucas, adjunta a la dirección de la Atención Primaria en la región sanitaria, hay otras ventajas en el Ebre para los médicos de familia como la relación continuada con los pacientes y un hospital de referencia pequeño y de estrecha colaboración con los especialistas.

Más allá del anuncio de Salut, de incentivar la elección de territorio rurales entre los residentes de medicina familiar y comunitaria con 9.000 euros anuales extra a la nómina, o de los intentos de algunos alcaldes, como hicieron en la Terra Alta hace unos años, de ofrecer casa a los médicos, en la Atención Primaria de las Terres de l'Ebre se trabaja con otros alicientes y estímulos para retener y atraer facultativos. Según la doctora Gina Lucas, la región sanitaria ebrense no está teniendo dificultades para cubrir las vacantes de los médicos de familia que se jubilan –este año, por ejemplo una docena.

«Desde hace tiempo» se ofrecen contratos «con mucha estabilidad laboral, mucha flexibilidad horaria, disponibilidad para hacer guardias y adaptación a las necesidades de cada profesional», como detalla la adjunta a la dirección de la Atención Primaria de la región sanitaria del Ebre. Quieren que el territorio sea «muy atractivo» para anticiparse a las jubilaciones previstas.

Les beneficia, además, que la región sea limítrofe con otras comunidades autónomas–como la Comunidad Valenciana y Aragón- o con otras demarcaciones, como Lleida de donde se pueden atraer médicos, por proximidad, para la Terra Alta o la Ribera d'Ebre. De hecho, Lucas señala que la estabilidad de horarios, de turnos y de guardias podría estar contrarrestando las diferencias de sueldo de los facultativos de medicina comunitaria de las comunidades vecinas. «El contrato que ofrecemos es muy bueno», insiste. «Desde que llega el profesional o acaba la residencia, ofrecemos unos pacientes, un pueblo y un horario, y eso ayuda mucho», ha añadido.

La doctora Gina Lucas también ha remarcado que este año se adjudicarán plazas definitivas de médicos de familia que opositaron hace un par de años y eso permitirá afirmar a los profesionales en algunos pueblos donde han sufrido varios cambios de médico los últimos años. La continuidad asistencial es importante para los pacientes, sobre todo en los pueblos pequeños.

En el Ebre hay pueblos que comparten médico. A cada facultativo de medicina familiar se le asignan entre 1.100 y 1.200 pacientes y cuando los pueblos son pequeños –de 400 o 500 habitantes- van en el mismo paquete. «Somos conscientes de que tenemos que optimizar los recursos que tenemos, pero los profesionales que atienden más de un pueblo, están muy contentos por el vínculo que se crea y pocas veces piden cambio a otras poblaciones. Quiere decir que están bien», ha explicado la doctora.

Mejor formación en la residencia

Lucas reconoce que no se llenan las 13 plazas de residencia de medicina comunitaria y familiar que hay cada año en la región sanitaria. «Los mejor MIR» escogen los grandes hospitales, pero la doctora defiende que hacer la residencia en un territorio más pequeño, como el Ebre, es «más productivo» y ofrece una «proximidad» con el paciente que no se encuentra en los grandes hospitales. «Si con el incentivo económico vienen a la Atención Primaria de aquí, verán que es mejor formarse en unidades docentes más pequeñas, donde están solos con el médico de la especialidad», ha animado.

Para el adjunto de dirección, si un facultativo escoge la atención familiar es en territorios como las Terres de l'Ebre donde puede ejercer la profesión «como la tiene entendida y como se sueña que tiene que ser». También ha remarcado que la región sanitaria tiene un hospital de referencia –el Hospital de Tortosa Verge de la Cinta- pequeño y de estrecha relación con las especialidades. «La proximidad durante la residencia continúa en el ejercicio profesional y facilita mucho las cosas porque el trabajo es muy coordinado, conoces a todo el mundo y a todos los profesionales con quien tienes que comunicarte y entenderte», ha remarcado.

Territorio activo en investigación

Otro de los atractivos de la atención primaria de las Terres de l'Ebre es que es una región sanitaria «muy activa» en investigación, desde este ámbito. Trabajan 175 médicos y médicos, 246 enfermeros y enfermeras y 211 profesionales de atención a la ciudadanía. De estos, 198 profesionales están haciendo investigación activa y han publicado 23 artículos de investigación en atención primaria los últimos tres años. La región también tiene dos grupos de investigación acreditados y dos más en proceso de acreditación. Se estudian en este caso las enfermedades cardiovasculares, pero se quiere incentivar que cualquier profesional sanitario que quiera hacer investigación en el territorio, lo pueda hacer con las mismas posibilidades que tendría en una ciudad, «o incluso más» porque son investigaciones «en pie de consulta» que dan muy potencial a los trabajos.

Profesional proactivo, nuevos roles y nuevas especialidades

La atención primaria ha hecho una transformación acelerada con la pandemia en aspectos como la visita telemática o el eConsulta, «un camino que habría costado mucho sin la covid» y que los usuarios están utilizando mucho, también las personas mayores, «para sorpresa» de los sanitarios. Son herramientas que permiten agilizar trámites y evitar muchos desplazamientos en territorio como las Terres de l'Ebre.

En este sentido, también se está reforzando la visita domiciliaria en los diferentes niveles asistenciales y sobre todo que el papel de los profesionales sanitarios sea más proactivo. «Nos tenemos que reinventar y adelantarnos a los controles y seguimientos que necesitan los pacientes –sobre todo en poblaciones más envejecidas y con patologías crónicas- para no llegar a la descompensación, para poder llegar antes», ha apuntado la doctora Lucas.

También las enfermeras y enfermeros están asumiendo más roles en el control médico, la atención domiciliaria o la prescripción de algunos medicamentos, y Salut está introduciendo nuevos especialistas –nutricionistas, psicólogos o trabajadores sociales- para que tanto las enfermeras y enfermeros como las médicos y médicos «puedan optimizar sus capacidades».