Alimentación
Acortan la campaña del mejillón en el Delta para evitar las olas de calor del verano
El aumento de la factura de la luz y el combustible incrementa el precio de este marisco al menos un 20%
Los acuicultores del Delta del Ebro empezaron la campaña del mejillón el 19 de abril. Prevén comercializar cerca de 3,5 millones de kilos, 2,8 millones en la bahía de los Alfacs donde se inicia habitualmente la recogida por estas fechas. Ya hace unos años la campaña se cierra a principios de julio para evitar que las olas de calor en pleno verano les mate el mejillón y la cría del año siguiente. Los mariscadores se adaptan así al cambio climático aunque se vendía mucho en verano con la campaña turística.
Como otros sectores, el aumento de la factura de la luz y los combustibles hará aumentar el precio del mejillón. En este inicio de campaña, cuando también se compite en el mercado con el mejillón gallego e italiano, ya vende un 20% más caro que el año pasado.
Las tormentas y el frío en este inicio de primavera hicieron bajar la temperatura del agua de las bahías del Delta del Ebro 6 grados por debajo de la media de la última década. Hace ya dos semanas que la situación se ha normalizado y más allá de ralentizar un poco el crecimiento del mejillón, no se prevé que tenga ningún impacto en la campaña. Los mariscadores han aprendido a adaptarse al cambio climático después de sufrir devastadoras campañas.
La campaña del mejillón es habitual que arranque en el mes de abril –este año lo ha hecho un poco antes que el año pasado, pero más tarde que el anterior-. Se inicia siempre en la bahía de los Alfacs, donde el agua está más caliente y hay más fitoplancton y los mejillones se adelantan, y se alargaba hasta bien entrado el verano para aprovechar y vender mejillón en plena campaña turística en el Delta del Ebro. Los últimos años los mariscadores, en los Alfacs, la dan por acabada a finales de junio o principios de julio, fecha a partir de la cual sólo se saca mejillón de la bahía del Fangar –intentando que a finales de julio se haya retirado todo el marisco del agua.
Habían acumulado muchas campañas de pérdidas por la mortalidad de todos los mejillones comerciales y también la cría de la campaña siguiente. La causa era el aumento exagerado de las temperaturas durante muchos días, demasiados días. El agua de las bahías puede superar los 30 grados, como en «un mar tropical». «Dos o tres días no pasa nada, pero si se alarga siete o diez días, aquí nos lo jugamos todo», ha recordado Gerardo Bonet, gerente de la federación de productores de Moluscos de Delta del Ebro (Fepromodel).
El año pasado no hubo mortalidad y la compra de cría en otros países ha sido «mínima» porque hay acuicultores que ya no ponen los colectores para captarlas después de años de pérdidas. Que se muriera la cría en el agua, les disparaba los costes de producción, pero comprarla también limita los beneficios.
Aumento de precios y gastos
Este año con una factura de la luz el doble de cara que el año pasado, los mariscadores ya prevén un aumento de los precios del mejillón que se ha notado desde desde el principio de la campaña –se venden ya un 20% más caros que el año pasado, sobre los 5 euros por kilo. «Tenemos un coste fijo en el Deltadel no nos podemos escapar, que es la depuración del marisco», ha recordado Bonet. «Es obligatorio» que todos los moluscos pasen por la depuradora antes de ir al mercado y el coste eléctrico este año es muy alto. Eso, sumado con el transporte y los combustibles, ha disparado los gastos de los mariscadores. «Lo que tenemos a favor nuestro es que el mejillón sigue siendo el marisco más económico», ha apuntado el gerente de Fepromodel.
Cría autóctona y menos cangrejo azul
Poder contar con la cría autóctona también ayuda a aumentar la calidad del producto, «está adaptada al medio y es mejor». El mejillón del Delta del Ebro es muy apreciado porque, sin ser muy grande, tiene mucho sabor y mucha carne. También crece la demanda en los mercados y pescaderías porque «aguanta vivo» mucho tiempo. «No se abre y no se muere y eso es muy importante para un producto que hace todo el proceso vivo», ha explicado Bonet.
Los acuicultores también celebran que se haya «controlado» la expansión de la plaga del cangrejo azul, que puso «en peligro» las explotaciones acuícolas y el cultivo de mejillón en el Delta del Ebro. «Nos vemos perdidos y al comercializar el cangrejo azul, prácticamente está controlado. Estamos muy contentos porque prácticamente no nos afecta y si hay pérdidas, son mínimas», ha explicado el gerente de la federación.
Apuesta por la ostra
Con una campaña del mejillón acortada y concentrada en tres o tres meses y medio, los acuicultores quieren apostar por hacer crecer la producción de ostra en el Delta, un cultivo más resistente a las altas temperaturas y que se puede hacer casi todo el año para romper con la temporalidad del mejillón. Actualmente, producen unos 400.000 kilos, entre 4 y 5 millones de unidades de ostras. La producción se concentra hacia Navidad y Fin de Año, cuando venden entre el 25% y el 30% de todo el cultivo anual.