El Deltebre Dansa recupera la improvisación en los arrozales para fusionar territorio y arte

Una treintena de bailarines de todo el mundo han recuperado este domingo al mediodía la improvisación de danza en la barraca del Salvador, en Deltebre (Baix Ebre), en el marco de una nueva edición del Deltebre Dansa. La actividad, que la pandemia había obligado a cancelar los dos últimos años, vuelve a fusionar el arte y el vínculo con el territorio en uno de los cultivos estrella de la zona, el arroz.

El director del festival, Roberto Olivan, ha apuntado que es una de las ediciones con más participación de bailarines, con 250 inscritos. Bajo el lema 'Move, human!', la organización pone el acento en la importancia del contacto entre personas después de la digitalización de las relaciones sociales. El certamen pondrá el punto final a la programación el próximo domingo. El retorno de la improvisación de danza enlos arrozales coincide con el fin de las restricciones sanitarias de la pandemia. Sin embargo, la actividad se había dejado de celebrar en los últimos años porque en algunos casos, la imagen global del festival quedaba eclipsada por esta iniciativa. La edición de este año, según Olivan, ha permitido recuperar esta propuesta y crear de nuevo una simbiosis entre el arte y el territorio, uno de los objetivos propuestos desde la organización del certamen.

Precisamente con la voluntad de ofrecer un retorno al municipio, se ha preparado esta sesión de improvisación de estilos musicales bien diversos en la barraca de Salvador. Antes de embarrarse por completo, los participantes han escuchado atentamente las indicaciones de Polet, uno de los impulsores de esta iniciativa. Entre otras cuestiones, ha puesto de manifiesto los beneficios terapéuticos de la actividad. «Es un ejercicio para los músculos isquiotibiales fantástico. Hay una técnica que dice que todos los órganos humanos están reflejados en los pies... si eso es cierto, no hay mejor reflexología podal que caminar por los arrozales»,ha asegurado.

Poco a poco, los participantes se han adentrado en el espacio adecuado expresamente para la ocasión. Algunos con bañador yotros totalmente desnudos, pero todos han optado por dejarse llevarse por la música y las sensaciones de su cuerpo. Precisamente el movimiento es el mínimo común denominador de todos los actos del programa del certamen. Según Polet, el entorno agrario es «una fuente de inspiración»para los artistas a los cuales se tendría que potenciar más con actividades como la de este domingo.

Récord de bailarines inscritos

La edición de este año del Deltebre Dansa es la más multitudinaria de los últimos años, con 250 inscritos de todo el mundo y dieciséis docentes de diferentes disciplinas artísticas. El programa, como es habitual, incluye formación profesional y conferencias. Sin embargo, la propuesta no sólo está abierta a bailarines, sino también a los espectadores. Así, hasta el 17 de julio se espera atraer al público general a la treintena de espectáculos incluidos en el programa y en los talleres de iniciación. De cara a futuras ediciones, Olivan confía introducir las nuevas tecnologías en el mundo del circo, la danza y las artes escénicas.