Medio natural
Liberan un millar de peces rescatados del río Siurana en la laguna de Riba-roja d'Ebre
Los ejemplares de madrilla, bagre y barbus estarán unos dos años hasta que se puedan devolver a su hábitat natural
Un millar de peces rescatados del río Siurana han sido liberados este miércoles al mediodía en la laguna de Riba-roja d'Ebre (Ribera d'Ebre). La acción se hace para salvar ejemplares de madrilla, bagre y barbus de charcos que se están secando del curso final del Siurana para la falta de caudal hidrológico y, al mismo tiempo, reintroducir estas especies en zonas del río Ebro.
Los peces estarán unos dos años en este ámbito, hasta que hayan cogido un tamaño mayor y ya sean reproductores. La iniciativa la lleva a cabo el Grup Natura Freixe junto con Forestal Catalana y el Ayuntamiento de Riba-roja d'Ebre, que ha recuperado unas lagunas al lado del río.
La laguna en la que se han liberado no está conectada con el río. Este aspecto es uno de los que se ha tenido en cuenta a la hora de seleccionar el espacio, ya que se buscaba un lugar en el que los peces no tuvieran depredadores. Especialmente el siluro, que ha hecho disminuir los ejemplares de muchas especies.
«La idea es que sirva como un punto temporal para que sigan con su ciclo de vida, aislados de las interacciones con otras especies y que puedan alcanzar un tamaño más grande como reproductores para volverles al tramo final del Ebreo al Siurana, cuando las condiciones hidrológicas sean mejores», ha destacado Bateman.
Desde el 2019 en esta zona junto al Ebrehan podido recuperar lagunas. Se excavaron láminas de agua que hay bajo el meandro en una superficie en la que había crecido caña asiática. El objetivo era eliminar esta especie exótica y a la vez crear un hábitat transitorio acuático que sirva como punto temporal para hacer traslados de peces.
Se trata de una iniciativa municipal que ha contado con el apoyo económico de la Generalitat. Este año se ha excavado una segunda laguna, en la que se han entregado los peces, y que ha tenido un coste global de 30.000 euros.
«Como ayuntamiento nos llena de orgullo porque se pueden reintroducir tres especies que aquí ya no estaban. Con el plano piloto, a ver si podemos repoblar parte del río, aparte de devolverlos al Siurana», ha indicado Lluís Busom, concejal de Medio Ambiente del municipio.
La principal causa de desaparición de estas especies son «los grandes depredadores», como el siluro, pero las presas que hay durante el curso del río tampoco han ayudado: «la madrilla y la barbus quieren agua corriente y fresoca», ha valorado.
A la vez, el consistorio también ha colocado unas cajas que sirven como nidos de diferentes variedades de aves, como la cigüeña, el búho, o el murciélago, entre otros. Busom ha expuesto que confían en que los pájaros ayuden a tener controladas las poblaciones de mosquitos y otros insectos en un espacio en el que el consistorio espera que reciba visitantes que quieran estar en contacto con la naturaleza.