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Una trinchera que hizo historia

Desde el Observatorio de la Mola de Sant Pau, en la Figuera, se planificó y dirigió la fase inicial de la batalla del Ebre

Les trinxeres excavades per l'exèrcit republicà el maig de 1938.

Una trinchera que hizo historiaCristina Serret

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La panorámica desde el Observatorio de la Mola de Sant Pau, en la Figuera (Priorat), abarca hasta más de 40 kilómetros del río Ebre, incluidas las sierras de la Picossa, Cavalls y Pàndols. El lugar, ahora en el silencio más absoluto, fue el telón de fondo de uno de los episodios primordiales de la Guerra Civil, cuando en mayo de 1938 –casi tres meses antes que empezara la batalla del Ebre– se decide convertir este punto en el observatorio central del ejército del Ebre.

Con este objetivo se procede a la construcción de una gran trinchera: durante más de un mes y medio, un escuadrón de cerca de 125 hombres excavará la roca para construir una gran trinchera circular, con una profundidad de más de 1,5 metros, que estará revestida de cemento y hormigón. La trinchera se reforzará con vigas de hierro y raíles, e incluso dispondrá de conexión telefónica que permitirá al ejército republicano recibir información puntual. Al fin y al cabo, recubierto y camuflado con ramas y tierra.

Desde este punto se planificó y dirigió la fase inicial de la batalla del Ebre, el cruce del río por parte de las tropas republicanas, la madrugada del 25 de julio de 1938. Juan Modesto Guilloto, cabo del ejército del Ebre, siguió toda la operación desde el observatorio.

Guilloto estuvo residiendo en el mismo pueblo de la Figuera, donde también se considera probable que viviera el general Vicente Rojo Lluch, jefe del Estado Mayor Central del Ejército Popular de la República. Todo, se considera indicativo de la importancia estratégica del lugar.

El 6 de enero de 1939, con la batalla del Ebre ya decidida, las tropas franquistas asaltaron el observatorio, y este lugar se convirtió en primera línea de combate. Acabada la guerra, el espacio se dinamitó y expolió. En el año 1998 se rehabilitó para convertirlo en un espacio destinado al memorial histórico.

La visita al Observatorio de la Mola de Sant Pau permite ver la trinchera, que se conserva toda entera, y recorrerla por su interior. Para llegar es suficiente con hacer una caminata fácil, de poco más de 500 metros, desde la ermita de Sant Pau, donde hay una zona de aparcamiento. El acceso es libre. También se puede subir dejando el vehículo en el pueblo de la Figuera y haciendo una pequeña excursión de poca dificultad hasta el espacio de la ermita.

Varios paneles desgranan la historia y los detalles del observatorio. Además, el visitante puede contemplar la espectacular panorámica que hay sobre el Ebre y los antiguos campos de batalla, y que fue clave para que el ejército republicano escogiera aquel lugar para convertirlo en un lugar de mando estratégico. Desde la misma ermita de Sant Pau también hay una panorámica excepcional –se dice que se pueden adivinar hasta seis provincias.

Les trinxeres excavades per l'exèrcit republicà el maig de 1938.

Una trinchera que hizo historiaCristina Serret

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