Sociedad
Xerta, Aldover y Tivenys exigen la cesión de los centros de interpretación del río Ebro a Acuamed
Hace once años que tienen que cumplir unos convenios caros y «restrictivos» de conservación porque no se recepcionan las obras
Los alcaldes de Xerta, Aldover y Tivenys (Baix Ebre) exigen la cesión definitiva de los tres centros de interpretación del río Ebro que el gobierno español construyó entre el 2008 y 2011. Más de una década después, ha quedado pendiente de formalizar la recepción de las obras por parte de Acuamed, trámite que se tenía que resolver en uno o dos años.
Los tres alcaldes denuncian que el Ministerio para la Transición Ecológica, a través de la dirección general del Agua, desprecia e ignora la petición, que volvieron a exigir por carta en el mes de marzo. La gestión de los centros de interpretación ya recae sobre los consistorios, pero con unas condiciones «restrictivas» y costosas, como seguros y trabajos de mantenimiento, que establece la empresa pública.
Los alcaldes de Xerta, Roger Avinyó, de Tivenys, Eladi Galbe, y de Aldover, Rosalia Pegueroles han decidido hacer «frente común» e intentar desbloquear la cesión definitiva de los centros de interpretación del río Ebro que Acuamed los construyó hace más de una década. Estos equipamientos se hicieron dentro de las actuaciones urgentes que preveía el Real decreto ley 2/2004, de restitución hidrológica de la continuidad del río Ebro. La empresa pública recibió el encargo de construir los centros de interpretación y de la integración ambiental de las áreas de ocio la orilla del Ebro en estos tres pueblos.
El centro de Xerta, dedicado a los usos del agua, está en uno de los edificios de la antigua estación de la Vía Verde, alquilado a Adif. En Tivenys está en un edificio municipal y repasa el sistema de la pesca de la saboga y la infraestructura del azud. Y en Aldover se construyó un espacio de más de 400 metros cuadrados, hecho con madera tropical, y se habla de la fauna y la flora y de la mayor playa fluvial que tiene el río en las Terres de l'Ebre. En todos ellos también se repasa la historia y las particularidades de cada municipio.
Como ha recordado Avinyó, cuándo Acuamed acabó las obras el año 2011, los centros no se podían abrir porque faltaba cerrar el trámite de la recepción y entrega de la obra, de la empresa pública en el Ministerio, y del Ministerio en los ayuntamientos. Les advirtieron que estos obstáculos burocráticos alargarían la apertura uno o dos años, pero once años más tarde, todavía no se ha cerrado y está pendiente.
Convenio restrictivo provisional
Para poder abrir los centros, los consistorios de Xerta, Aldover y Tivenys aceptaron hacerlo a través de un «convenio provisional» con Acuamed, un acuerdo para regular «la utilización, mantenimiento y la conservación» de los espacios mientras durara el trámite. El alcalde de Xerta ha señalado que «las cláusulas» del convenio eran «muy restrictivas» y limitaban sus usos, pero se aceptaron porque tenían que durar «un año o dos, como mucho».
Sin embargo se firmaron para cuatro años, más cuatro años prorrogables, un plazo que se agotó el 2019. Entonces, «a toda prisa», Acuamed amenazó a los ayuntamientos con cerrar el centros si no se renovaba de nuevo el convenio, aunque no se resolvía la entrega de las obras.
Finalmente, Avinyó, Galbe y Pegueroles decidieron, el pasado mes de marzo enviar, tres cartas a la dirección general del Agua con la petición para resolver la cesión definitiva. Ocho meses después no ha habido respuesta. También la diputada de ERC en el Congreso de los Diputados, Norma Pujol, remitió en junio una misiva en el mismo sentido, que tampoco se le ha respondido, y ha anunciado iniciativas parlamentarias para interpelar a los responsables ministeriales. Pujol se ha mostrado sorprendida «por el pasotismo» en esta cuestión cuando el grupo republicano ha mantenido otras reuniones «fluidas» con Teodoro Estrela, director general. Los alcaldes tampoco descartan trasladar el problema a la subdelegación del gobierno español en Tarragona.
Cansados de «menosprecio»
Para el alcalde de Tivenys, la inacción del gobierno español es un «menosprecio» y un perjuicio que sufren los tres pueblos del Baix Ebre. Como ha señalado la alcaldesa de Aldover, los convenios exigen unos costosos y exigentes seguros extraordinarios, aparte de las de responsabilidad civil de los ayuntamientos, y el mantenimiento de unas instalaciones sobre las cuales no tienen control ni decisión en la gestión. Rosalia Pegueroles ha ejemplarizado que sólo el mantenimiento de la madera del edificio, costará este año en las arcas municipales de Aldover 20.000 euros. «Los vecinos pagan un coste elevado por un espacio que no disponen», ha lamentado.
Avinyó también ha insistido en que el modelo de estos centros de interpretación está agotado y no funciona actualmente en municipios pequeños como Xerta, Tivenys y Aldover. «Les tienes que dar un uso polivalente», ha defendido. «Eran muy bonitos cuando se inauguraban, pero al cabo de los años ¿qué uso le das? En Xerta está en la estación y nos interesa dinamizarlo porque es uno de los principales puntos turísticos del municipio», ha defendido al alcalde de Xerta. «Son muy bonitos, pero no nos han dado ni salida para formar personal. Es una cosa estática, muerta, y en los tiempos actuales no tiene sentido», ha añadido Galbe.