Seguridad ciudadana
El incivismo concentra la mayoría de actuaciones de la unidad de refuerzo de la policía de Tortosa
La alcaldesa Meritxell Roigé remarca que los datos confirman «que la ciudad es segura»
El incivismo concentra la mayoría de actuaciones de la unidad de refuerzo de la policía de Tortosa
El nuevo Grupo de Refuerzo de Emergencias y Proximidad (GREP) de la Policía Local de Tortosa ha hecho 108 actuaciones en las primeras cinco semanas de funcionamiento de la unidad. Sólo tres de este centenar de denuncias han estado por hurtos y han supuesto tres detenciones. En concreto, 92 (85%) han sido denuncias por infracciones administrativas por incumplimiento de la ordenanza municipal de civismo. Y del resto, 12 actuaciones han sido por «faltas de respeto y desobediencia», de las cuales una persona acabó detenida. «Estos datos confirman la diagnosis que Tortosa es una ciudad segura, que no hay ningún incremento si situación que genere más delitos y que queremos poner fino», ha defendido Meritxell Roigé, alcaldesa de Tortosa.
La alcaldesa de Tortosa ha recordado, en el balance del primer mes de servicio, que el propósito del GREP es «no tolerar ninguna conducta incívica ni delitos menores» y sobre todo «reforzar la seguridad» con esta unidad «que permite dotar policía de más herramientas» y tener «una ciudad más segura». Sin embargo, Roigé ha destacado que las intervenciones del GREP «no corresponden a delitos importantes» y que se han dado sobre todo por situaciones incivismo y alteración de convivencia.
Se trata, por ejemplo, de sanciones para incumplir la ordenanza «por ensuciar la calle, dejar desperdicios fuera de los contenedores, beber en la vía pública, causar molestias en la calle o hacer ruido, o por tenencia o consumo de drogas», como ha detallado la alcaldesa. «Se confirma que son situaciones que perturban la convivencia y queríamos ir hacia aquípara que no se permita ninguno», ha insistido. «Sancionaremos a todas aquellas personas que no se comporten de manera adecuada porque en una sociedad madura todo el mundo se tiene que comportar y cumplir la normativa», ha defendido Roigé.