Batalla del Ebro
La consejera Ubasart defiende en la Fatarella la memoria histórica ante el auge de la «derecha radical»
Ha presidido este domingo la inclusión de 62 nuevos nombres en el Memorial de les Camposines, inscritos en el censo de soldados muertos en la Batalla del Ebro
La consejera de Justicia, Derechos y Memoria, Gemma Ubasart, ha reivindicado este domingo la memoria histórica ante el auge de la «derecha radical», que plantea un programa que supone una vuelta al pasado 'más oscuro'. Ubasart ha presidido este domingo en la Fatarella (Terra Alta) la inclusión de 62 nuevos nombres en el Memorial de les Camposines, inscritos en el censo de soldados muertos en la Batalla del Ebro, donde ya hay un total de 1.752 en 24 placas.
La consejera ha subrayado que el acto celebrado este domingo «no es un mero ejercicio intelectual», sino que es necesario porque «la derecha radical vuelve con un programa reaccionario que supone la vuelta de nuestro pasado más oscuro». Ante eso, considera una obligación promover la memoria democrática para «poner freno al fascismo» y ha asegurado el compromiso de la Generalitat para seguir identificando a las personas que perdieron la vida en esta batalla: «No pararemos», ha prometido.
Ubasart ha recordado los «115 días nefastos» que duró la Batalla del Ebro y que dejaron un balance de 30.000 muertos, 70.000 heridos y 15.000 prisioneros. «Fue un desastre humano que precedió 40 años de la oscuridad más absoluta de una dictadura criminal e ilegítima», ha afirmado la consejera catalana, que ha informado de que, en los próximos días, la Generalitat hará público un nuevo mapa de fosas comunes.
En el homenaje se han leído en voz alta los nombres de las víctimas y sus familiares han hecho una ofrenda floral en el memorial, mientras la artista Montse Castellà ha puesto la música del acto de recuerdo y homenaje, en el cual se ha hecho lectura a una carta de la representante de los brigadistas internacionales desaparecidos Nancy Philips. El acto estaba organizado por la Generalitat, el Consorcio memorial de los espacios de la Batalla del Ebro (COMEBE) y el Ayuntamiento de la Fatarella.
El Memorial de les Camposines, que recrea un búnker, fue inaugurado en el 2005 y se encuentra en los pies de la ermita de Sant Bartomeu, en la Fatarella, sobre una antigua trinchera. Este monumento está dedicado en todos los que participaron en la batalla, sin distinciones ideológicas o de origen, y, además de las placas, contiene un depósito con los restos no identificados de los soldados que se encuentran en diferentes puntos del territorio.
Dos abuelos brigadistas
Entre las personas que han recordado este domingo a sus familiares había la Carla, nieta del brigadista holandés Willy de Lathouder, que viajó en bicicleta desde su país hasta España para luchar por la República y que murió en la batalla del Ebro. Willy de Lathouder se casó con una española de Alcoletge (Segrià), Rosario Planas Solé, antes de morir en la Batalla del Ebro el 28 de julio. En sus últimos instantes de vida el abuelo de Carla pidió a un amigo, el también brigadista holandés Evert Ruivenkamp, que cuidara a su familia.
Después de nacer en Albacete el hijo de Willy de Lathouder y su esposa (el que sería después padre de Carla) y habiendo ya muerto este brigadista en la batalla del Ebro, Rosario se encontró en Holanda con Evert Ruivenkamp y se casó. Eso lleva a Carla a explicar que tuvo dos abuelos brigadistas.
Evert Ruivenkamp escribió sus recuerdos de la guerra y recogió el testimonio de los holandeses que combatieron por la República en un diario que, a pesar de la prohibición, llevó de vuelta a su país y que se publicó el pasado mes de abril con una introducción y un epílogo de Yvonne Scholten, autora de varios libros sobre voluntarios holandeses en España.