Sociedad
Mujeres haciendo bailar escobas y los poemas de Mari Chordà emocionan en el último día del Femme In Arts
El festival reflexiona sobre las emociones escondidas de las mujeres y los riesgos físicos de este «fenómeno limitador»
La lectura de los últimos poemas de la artista Mari Chordà y algunas reflexiones sobre la lucha feminista de la cual la ampostina es un referente han abierto la última jornada del Femme in Arts enAmposta. Es la sexta edición del primer festival en perspectiva feminista del país, cita imprescindible para conmemorar el 25N en las Terres de l'Ebre.
Este año se han ofrecido diálogos, performances, videoensayoso teatro con el foco puesto en las emociones que las mujeres esconden y retienen, «emociones proscritas» como la rabia, y que es un fenómeno que se hereda o se activa por miedo. «El cuerpo expresa el malestar y puede ser peligroso porque enfermamos» ha advertido la comisaría Anna Zaera. «La cura», sin embargo, está en la expresión y los espacios compartidos como el Femme In Arts.
La sexta edición de Femme In Artes en Amposta ha querido resurgir y sacar a la luz las emociones «escondidas y calladas de las mujeres», «muy relacionadas en los valores de la sociedad actual», como remarca la comisaria del festival, Anna Zaera. Esta afectación emocional de los valores se ha tratado con diferentes propuestas en elcertamen, con diálogos, representaciones artísticas y performance, como la de la inauguración donde se demostraban los sentimientos de «rabia reprimidos» o «la violencia como impulso para apropiarse del espacio que nos pertenece».
Una de las conclusiones del debate propuesto este sábado es que «muchas veces el cuerpo enferma porque es un vehículo del malestar». Zaera ha defendido que cuando recibimos esta «señal de atención» las mujeres tienen que encontrar «espacios intersubjetivos», como el Femme In Arts, donde charlar, relacionarse y expresarse para encontrar «la cura y la reparación». «Tenemos que reivindicar los testimonios más personal, que son testimonios colectivos y de una época», ha apuntado a Zaera.
De hecho, el Femme In Arts intenta recoger «la herencia» de las mujeres que han precedido a las generaciones actuales y que han estado ocultas en el ámbito doméstico y del hogar. «Allí también han desarrollado un trabajo creativo importante, porque el cuidado, hacer la comida y tener los espacios, para que sean limpios y más agradables y habitables, también es un trabajo que hay que reivindicar», ha defendidola comisaría del festival.
Es una demanda que se ha representado con la primera acción colectiva del festival 'Denomanònima'. Es el resultado de un taller creativo de tres días, coordinado por laartista Maria Pons, donde se ha hecho el cuarto «ensayo abierto» de la danza con escobas contra el anonimato femenino, a través de este objeto simbólico «que está en todas las casas» y «que tradicionalmente han tenido las mujeres». «La convertimos en una herramienta de poder y de autonomía», ha contado Anna Zaera, quien ha destacado que la actuación ha sido «uno de los momentos más emotivos» del festival este año.