Incorporan elementos interpretativos para mostrar el impacto y la angustia de los bombardeos en el refugio de Tortosa

El refugio antiaéreo número 4 de Tortosa ha ampliado el discurso interpretativo interior para mostrar con más fuerza, el impacto y la angustia que sufrieron los vecinos que se refugiaban de los bombardeos en la ciudad en la Guerra Civil Española. Por los pasillos del espacio subterráneo se ha colocado figuras laminadas a contraluz. Mostramos «personas tipos» como las que se escondieron en el refugio entonces, parejas, grupos de niños o madres con criaturas. También se ha instalado una imagen lenticular en 3D con fotografías de los trabajos de construcción de estos refugios y de las brigadas de hombres que los prepararon.

Para complementar los elementos incorporados, se ha «potenciado» la simulación sonora de cómo se vivieron los bombardeos dentro de estos pasillos.

El refugio se recuperó en 2015 y tiene anualmente más de 1.800 visitas, a través de las empresas de guías turísticas de la ciudad. El interés por la memoria histórica crece entre los turistas y el Ayuntamiento ha mejorado los elementos interpretativos de este refugio antiaéreo de la calle Ernest Hemingway, detrás del antiguo cine Fèmina, donde se da la bienvenida desde la calle con el gran mural de arte urbano de Roc Blackclock sobre los crudos bombardeos de la aviación fascista que sufrió la ciudad.

El refugio número 4 era uno de los más grandes de Tortosa, con capacidad para unas 400 personas. Los nuevos elementos han supuesto una inversión de poco más de 6.800 euros, financiados mayoritariamente por recursos propios de consistorio y con una aportación del Departament de Justícia, de las ayudas destinadas a proyectos dirigidos a recuperar la memoria democrática.

El refugio cuenta con un nuevo sistema de megafonía que amplifica una impactante experiencia auditiva de simulación de lo que vivieron las personas que se resguardaban. Se han incorporado también cuatro grupos de figuras que representan a las personas refugiadas y la imagen de una escena que muestra las cuadrillas de hombres encargados de excavar los túneles. El espacio cuenta con elementos figurativos como las bombillas incandescentes que iluminaban las cavidades, las vigas de madera que servían para contener las tierras o las herramientas que utilizaban para ampliar las galerías.

Los bombardeos en Tortosa comportaron la destrucción de cientos de inmuebles y barrios enteros, como el de Pescadors, donde posteriormente se construyó el actual edificio consistorial y la plaza del Ayuntamiento. Las obras de transformación peatonal de esta plaza, realizadas en 2021, se aprovecharon para identificar, con diferentes materiales y unas luces en el pavimento, el trazado de la antigua calle de Pescadors y los diferentes edificios que había antes de la guerra.