Medio Natural
Instalan trampas para capturar jabalíes y evitar los daños que provocan en el Delta del Ebro
Su presencia cada vez más habitual pone en peligro especies de pájaros protegidos que nidifican en el suelo
Los jabalíes extienden su radio de acción hacia el Delta del Ebro, donde ponen en riesgo especies protegidas y el ecosistema del espacio natural. Para evitar los daños que causa cada vez más su frecuente presencia, el Departament d'Acció Climàtica ha instalado seis jaulas trampa para atraparlos y reducir la población. Las trampas, según remarcan, se instalan en espacios donde los cazadores no pueden organizar batidas y se están mostrando efectivos. Desde el septiembre pasado, se han capturado ya 22 ejemplares. Según el parque natural la densidad de jabalíes en la zona todavía no es muy elevada, pero remarcan que su acción depredadora puede causar daños graves a la fauna, principalmente pájaros protegidos que nidifican en el suelo, así como otras afectaciones.
Dentro del plan de choque que se despliega entre 2022 y 2025 para frenar los daños en la agricultura y el entorno natural que producen varias especies , especialmente los jabalíes, el Departamento ha instalado este lunes por la mañana una jaula en la zona de los Ullals de Baltasar. Allí se ha empezado a detectar la presencia habitual de jabalíes. Está previsto que en breve se instale una segunda, que se sumará a las seis que ya se encuentran operativas en espacios protegidos del Delta del Ebro.
El director de los servicios territoriales del Departament d'Acció Climàtica en las Terres de l'Ebre, Jesús Gómez, ha destacado la efectividad de esta medida. De momento, las cinco jaulas en marcha desde septiembre y hasta hoy han permitido capturar 22 jabalíes. Según ha precisado, se ubican en espacios sensibles donde los cazadores no pueden organizar batidas: es el caso de espacios naturales protegidos o zonas próximas a vías de comunicación y urbanizadas.
«Tienen una muy buena efectividad», ha subrayado Gómez, precisando la idea de aplicar este método con un criterio de ubicación «meticuloso», «muy quirúrgico», allí donde se detectan indicios que los animales son presentes y poder evitar que generen daños, dentro de un «abanico» de varias medidas para hacer frente a la superpoblación de jabalíes. Los guardas ponen maíz como cebo fuera y dentro de la jaula: cuando el jabalí accede al interior acaba accionando el mecanismo que cierra la puerta de golpe.
Si bien el Delta del Ebro no es un territorio especialmente favorable para la presencia de jabalí, ha apuntado el director del parque natural, Francesc Vidal, durante los últimos tiempos se han detectado ejemplares de forma cada vez más frecuente con el crecimiento exponencial de la población en Cataluña.
«El Delta es un espacio muy sensible para determinadas especies, sobre todo pájaros. Muchos nidifican en el suelo, los pájaros marinos por ejemplo, pero también las cinegéticas, como patos y fotges. Es un riesgo muy grande tener una población de jabalí alta porque son depredadores potenciales de estas especies protegidas y con un gran valor desde el punto de vista de la conservación en el Delta», ha remachado Vidal.
Llegan por el suelo y por los canales
A la zona llegan provenientes de espacios forestales próximos donde existen poblaciones estables o también, en varias ocasiones, arrastrados por la corriente de los canales de regadío. Se han encontrado rastros por la orilla del río o los campos de cultivo. La sequía y la escasez de agua también lo habrían empujado a desplazarse hacia nuevos hábitats, entornos naturales y zonas periurbanas o urbanas. En cualquier caso, Vidal remarca la importancia de poder actuar para frenar su expansión en este espacio natural, en la línea que el mismo parque ya hace con otras especies depredadoras.
Según ha explicado Gómez, en las Terres de l'Ebre el Departamento dispone de quince jaulas trampa, entre las cuales las seis en espacios protegidos del Delta. Algunas son cedidas a sociedades de cazadores que las piden o a campesinos con cultivos afectados próximos a espacios donde la actividad cinegética está limitada.
Vista su eficacia hasta este momento, la voluntad del Departamento es poder ampliar esta cifra hasta las 20 o 25 jaulas en el territorio. Los animales capturados por la Generalitat son sacrificados y tratados como residuos. En el caso de los cazadores o campesinos, la carne puede ser destinada a autoconsumo, una vez ha superado las pruebas sanitarias preceptivas.
Insuficiente densidad para la emergencia cinegética
De momento, ha asegurado el responsable de Acció Climàtica, la Generalitat no prevé la posibilidad de declarar la emergencia cinegética en las Terres de l'Ebre por los daños de los jabalíes, tal como han reclamado entidades como el sindicato agrario Unió de Pagesos. Una medida que posibilitaría que la misma administración interviniera directamente en la erradicación de los animales cuando la actividad de los cazadores no es suficiente. Pero según Gómez, no se cumplen los requisitos de densidad legales: «la ley no nos lo permite es a partir de ocho jabalíes por kilómetros cuadrado y aquí estamos entre 2,5 y 3».
Alternativamente, Gómez ha apostado por seguir explorando medidas como la autorización de batidas nocturnas en algunas zonmes o el uso de jaulas de mayores dimensiones que permitiría capturar más volúmenes de jabalíes. «Intentamos facilitar el trabajo de los cazadores, que cuando vean que pueden haber daños actúen rápido, y por otra parte sistemas de trampas masivo», ha cerrado.