La siniestralidad se redujo un 14,3% en las Terres de l'Ebre el año pasado respecto al 2019

Mientras los peores meses en Cataluña fueron los dos primeros y los dos últimos del año, en el Ebrelas peores cifras de siniestralidad son de julio (4 muertes) y de marzo (3 muertes). «No siempre las regiones se comportan de la misma manera», ha insistido Ramon Lamiel.

Los factores que comparten las Terres de l'Ebre con las otras regiones de Cataluña es que la mayoría de accidentes mortales son «de perímetro», se producen en días laborables y muy cerca del lugar de residencia de la víctima. «Quizás son carreteras muy conocidas por los usuarios, donde van y vuelven del trabajo, y quizás se produce un exceso de confianza, se sufre fatiga y se baja la guardia», ha apuntado el jefe del SCT.

Más siniestralidad en vías secundarias

En las Terres de l'Ebre no se ha producido ninguna muerte por atropello en las vías urbanas durante el 2022, pero buena parte de los accidentes mortales se concentraron en carreteras secundarias, como la TV-3453 y la TV-3451, con tres y dos muertes en cada una. Seguidamente, la vía con más mortalidad ha sido la autopista AP-7, con dos víctimas mortales en accidentes de tráfico.

5 de los accidentes mortales fueron colisión frontal y 4 accidentes simples. Por el tipo de vehículo, 7 de los accidentados eran vehículos ligeros, 3 motos o ciclomotores y 2 eran vehículos pesados. En zonas urbanas de las Terres de l'Ebre, el año pasado sólo hubo una víctima mortal por accidente de tráfico (2 en el 2019) y los accidentes con heridos se redujeron un 22%, de 59 hace tres años a 46 en el 2022.

Desde principio de año, enlas carreteras ebrenses ha habido dos víctimas mortales, una en un accidente en la N-340, en un choque frontal con un camión, y otra en la N-420 en Móra d'Ebre en el choque de dos turismos.

Liberación de peajes, menos mortalidad

El año pasado, con la liberación de los peajes, la siniestralidad en la AP-7 se incrementócon 24 víctimas mortales, una cifra que la presión policial y el aumento de «controles de intensidad y saturación» contuvo en los últimos meses del año, como ha destacado y agradecido Ramon Lamiel. «No estamos satisfechos, porque cualquier víctima es una tragedia, pero el trabajo de los Mossos y del SCT tiene un cierto fruto que se traslada al preservar la vida de las personas», ha dicho el director.

En cambio, según Lamiel mientras la accidentalidad se ha incrementado en las vías liberadas de peajes, se han reducido en las otras carreteras donde se solían concentrar los siniestros, como podían ser carreteras nacionales y autovías. «Hay una ganancia de seguridad vial y de reducción de siniestralidad. El efecto de liberación de peaje tiene un efecto directo y beneficioso en la reducción del 10,3% de víctimas mortales en Cataluña», ha sentenciado.

El director del SCT ha atribuido a la gratuidad de algunas autopistas la reducción del número de víctimas mortales, aunque eso «desequilibre el ecosistema viario y las intensidades» y provoque «perturbaciones y congestiones» en las autopistas.

Reducir la velocidad en la AP-7

Aunque no se ha aplicado, el Servicio Catalán de Tráfico propuso al Ministerio de Transportes reducir la velocidad en algunos de los tramos más congestionados de la autopista AP-7, entre los cuales el que va de Calafat al'Ampolla, buena parte de la que actualmente es la única vía rápida de las Terres de l'Ebre. Lamiel ha defendido que la medida no se ha recomendado «gratuitamente» y que se suelen hacer después de un análisis de cinco años, que no sería del todo completo ahora porque incluye los anómalos datos de los años de pandemia.

Sin embargo, el director del SCT ha defendido que esta reducción a 100 km/h de un tramo de 30, supone alargar el viaje «3 minutos más» y que se sugirióla medida porque se habían producido, en cinco años, y en el tramo de 100 kilómetros donde se quiere reducir la velocidad, 150 accidentes con víctimas, sobre todo por muchas salidas de vía y persecuciones, tantos vehículos ligeros como pesados.

Velocidad variable y camiones por la derecha

Lamiel ha avanzado que pronto se producirá la reunión trimestral con el gobierno español para ver qué medida se aplica en el tramo ebrense de laAP-7 porque el Ministerio ha propuesto al Servicio Catalán de Tráfico que sea un sistema de velocidad variable – como las que se encuentran en las áreas metropolitanas- según el volumen de tráfico y las horas de más circulación. «Tenemos que ver cómo se puede aplicar», ha apuntado el director de la autoridad de tráfico.

Por su parte, este mes de febrero, el sector de los transportes también tienen que dar una valoración del SCT sobre la posibilidad de que en estos tramos de velocidad reducida y con dos únicos carriles por sentido, los vehículos pesados sólo puedan circular por el carril derecho. «Con un tercer carril no harían falta estas medidas de contención», ha recordado Lamiel.

El delegado del Gobierno en las Terres de l'Ebre, Albert Salvadó, ha vuelto a reivindicar esta mejora de laAP-7 en el territorio. «Se está convirtiendo en una vía con un gran impacto sobre la movilidad del territorio. Cualquier pequeño incidente genera problemas y vuelvo a reiterar la necesidad de disponer de un tercer carril a todo el tramo ebrense de laAP-7, con un modelo más seguro», ha reclamado.