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El consumo de agua del minitrasvase del Ebro supera los volúmenes anteriores a la pandemia

El abastecimiento de las industrias es el que más creció este 2022, un 11,33% más, según el CAT

El presidente del CAT, Joan Alginet, y el gerente, Josep-Xavier Pujol, durante la presentación del balance de 2022.

El consumo de agua del minitrasvase del Ebro supera los volúmenes anteriores a la pandemiaACN

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El consumo de agua del minitransavasament del Ebro en el Camp de Tarragona no sólo ha recuperado sino que ya ha superado los volúmenes previos a la pandemia. Según ha hecho público el Consorci d'Aigües de Tarragona (CAT) en la presentación de su balance anual, durante 2022 suministraron a los abonados 76,48 hectómetros cúbicos, un 9,04% más que el año anterior, y por encima de los 73,79 hectómetros cúbicos del año 2019. La industria ha sido la principal responsable de este aumento, con 28,63 hectómetros cúbicos y un incremento del 11,33%. Entre los proyectos del CAT para 2023, destacan las obras para garantizar el abastecimiento de los municipios ebrenses en el sur de la planta de potabilización de l'Ampolla en caso de incidente.

El consumo de agua del minitrasvase del Ebro en el Camp de Tarragona sigue remontando, manteniendo la línea iniciada en 2021, en un contexto de recuperación de la actividad económica, pero también de la pluviometría y la sequía, así como de la disponibilidad de recursos propios. «Antes de la pandemia teníamos una cifra consolidada de consumos de 75 hectómetros cúbicos al año. Con 76, estamos por encima de la prepandemia. En 2020 cayó a 63 hectómetros cúbicos, en 2021 recuperó y en 2022 estamos con cifras de antes», ha certificado el gerente del CAT, Josep-Xavier Pujol.

Los municipios siguen suponiendo el grosor del abastecimiento, con 47,85 hectómetros cúbicos este 2022, un 7,72% más que el anterior. Los responsables del ente han reconocido que en algunos casos se han sobrepasado las dotaciones efectivas que tenían asignadas. Un hecho que se han propuesto «actualizar» y «corregir». De momento, han apuntado, no hay peticiones de nuevos consorciados más allá de los casos conocidos de la Conca de Barberà.

Sin embargo, son las industrias las que marcan una tendencia más acusada de volúmenes de agua, con 28,63 hectómetros cúbicos. Una cifra, según el presidente del CAT, Joan Alginet, si no hubiera sido por los 6 hectómetros cúbicos recuperados por las empresas gracias a los procesos de reutilización puestos en marcha los últimos tiempos, se habría convertido en la «más alta de consumo de la historia» del CAT. Este crecimiento del consumo industrial, además, supera también el registrado el año 2019, antes de la pandemia, cuando llegó a los 27,4 hectómetros cúbicos. En aquel momento, las empresas hicieron uso de 5,1 hectómetros cúbicos de agua reutilizada.

Garantizar el servicio en el sur de l'Ampolla

De cara a este 2023, y más allá de los deseos de dejar atrás la compleja situación de las reservas hídricas, que también afecta la cuenca del Ebro, si bien de forma no tan dramática como las cuencas internas catalanas, el organismo trabajará para evitar que incidentes en la cañería que interrumpen el servicio -como los que se han producido los últimos años- puedan afectar los municipios abonados del Baix Ebre y el Montsià más al sur de la planta de l'Ampolla. Así, está prevista la construcción de una estación de bombeo con una inversión de 160.000 euros que convertiría en «independiente» el ramal que conecta estos municipios en caso de corte. Una obra «prioritaria», según Alginet, «a pesar de no ser importante presupuestariamente».

También continuarán su curso proyectos todavía en marcha, como la variante de 375 metros de la cañería principal en l'Ametlla de Mar, con un coste de 1,7 millones, para evitar un exceso de tramos de cañerías en mal estado detectados por la nueva red de fibra óptica. Un sistema de monitorización continua a lo largo de 85 kilómetros -actualmente ya se recibe señal de 40- que se acabará de terminar entre junio y julio, con una inversión de 8,2 millones -la mitad de los cuales a cargo de la ACA.

Proyectos actualizados

Por otra parte, entre estos 2023 y 2024 el CAT prevé ejecutar las obras de dos depósitos de regulación de finales de 2021 que se tuvieron que posponer después de que el encarecimiento repentino de precios por la guerra de Ucrania dejara obsoleto los costes. Después de la retirada de las ofertas, los proyectos se han replanteado con precios actuales y se volverán a licitar. Se trata del depósito de de Vila-seca, con un presupuesto de 10,3 millones de euros y el de Cunit, con 5,4 millones. Los dos tendrán una capacidad de unos 25.000 metros cúbicos y la ACA financiará el 41% del coste.

También están previstos, durante los próximos dos años, que se concreten los proyectos de digitalización por valor de 2,7 millones de euros que optan a una subvención del proyecto estratégico y transformación económica (PERTE) del gobierno español, así como las plantas solares fotovoltaicas en el techo de la ETAP de l'Ampolla y en las instalaciones centrales de Constantí, con un coste de 6 millones, que permitirían garantizar un 10% del consumo energético del ente.

En el balance de actividad de 2022, han destacado actuaciones recientemente ejecutadas como la planta de desinfección por luz ultravioleta en la ETAP de l'Ampolla -con una inversión de 3,8 millones financiada al 50% por la Agència Catalana de l'Aigua-, la instalación de rejas de desbaste para evitar la entrada de macrofioss -0,5 millones- o el depósito regulador de Coto del Rei en el Vendrell -3,8 millones, un 50% aportados por la ACA.

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