Delta del Ebro
Refuerzan las guardas de las lagunas del Delta para evitar la entrada de agua marina en los arrozales
Acció Climàtica prevé terminar las actuaciones en 58 kilómetros dentro de un año y continuar en el interior de las bahías
Las máquinas han empezado a trabajar en el Delta del Ebro para levantar y reforzar las guardas de las lagunas que tienen que proteger los arrozales de la previsible entrada de agua del mar. El Departament d'Acció Climàtica prevé que las actuaciones, presupuestadas en 2,8 millones de euros, se alarguen durante un año y abarquen 58 kilómetros de perímetros. Después de episodios como el Gloria y ante la previsión que de un futuro incremento del nivel del mar, estos cordones de arena de 4 metros de anchura y 1,2 de altura rodearán las balsas para salvaguardar del agua salada zonas de cultivo que se encuentran hundidas, entre 10 y 20 centímetros. Los trabajos abarcarán las lagunas del Tancat, la Encanyissada, del Canal Vell y de la isla de Buda.
La secretaria de Acció Climàtica, Anna Barnadas, ha remarcado durante una visita a los trabajos en la zona de la Encanyissada que las guardas permitirán hacer frente a episodios de desbordamiento de agua proveniente del mar y que podría acabar penetrando en el interior de los arrozales. Unos espacios que, en algunos casos, se encuentran ya unos centímetros por debajo del nivel del mar por efecto de la subsidencia del suelo. Las guardas actuales, según el Departamento, sólo aseguran protección para crecidas de entre 25 y 60 centímetros de altura.
Los cordones se crean aprovechando los sedimentos existentes al fondo de balsas y canales próximos, de donde son extraídos con máquinas, según ha explicado la misma Barnadas. Sobre las guardas se favorecerá el crecimiento de vegetación autóctona para dotarlas de mayor resistencia ante posibles episodios de oleaje directo. También se reforzarán los caminos existentes. En total, se actuará en un perímetro de 58,5 kilómetros en torno a las lagunas y las bahías. La previsión es que las obras finalicen en un año, si bien se ha programado por fases teniendo en cuenta te las paradas previstas para respetar los periodos de nidificación de los pájaros.
Una vez finalizadas las guardas perimetrales de las lagunas y balsas, Barnadas ha apuntado que la voluntad es continuar las actuaciones para completar las protecciones de la costa interior de las bahías de los Alfacs y el Fangar. Se trata, sin embargo, de espacios de titularidad del Ministerio para la Transición Ecológica, un hecho que añade complejidad en materia de trámites y autorizaciones administrativas a la hora de ejecutarlas, según ha añadido.
De hecho, el gobierno español ya construyó un tramo en la zona de los Alfacs años atrás. En este caso, se trataría, pues, de reforzar el existente y finalizar este camino de guarda. «Será lo próximo. Pero la intención es hacerlo a pesar de que cuando en un año tengamos el trabajo hecho enlacemos un camino de guarda con el otro», ha apuntado. En la zona de la bahía del Fangar, el proyecto para construir un camino de guarda desde el principio se encuentra todavía en fase de estudio.
Barnadas ha visitado las obras de la guarda de la Encanyissada acompañado por el director general de Políticas Ambientales y Medio Natural, Marc Vilahur; el delegado del Gobierno en las Terres de l'Ebre, Albert Salvadó; así como dirigentes de las comunidades de regantes y cofradías de pescadores implicadas. Según ha remarcado, este proyecto es una de las «tres patas» que configuran la estrategia del Plan Delta de la Generalitat, junto con la construcción de cordones de protección en el «frontal» del Delta y la llegada de sedimentos fluviales, con la previsión de una prueba piloto previa para caracterizar los sedimentos del embalse de Riba-roja d'Ebre. «Por lo tanto, estamos alineados con la Plataforma en Defensa del Ebro», ha cerrado.