Tortosa tendrá una avenida a Generalitat «más verde, amable y comercial»

La avenida Generalitat de Tortosa había sido una de las calles con mejor urbanismo a finales del siglo XIX. El proyecto ganador del concurso para hacer una reforma integral propone recuperar «la dignidad» y «curar la herida endémica» que supuso adaptar la calle principal de la ciudad al paso del tren, una barrera que empieza a borrarse. El proyecto ganador lo lideran los arquitectos Sebastià Jornet y Rafael de Cáceres, un «equipo de lujo» con «los que más saben de urbanismo en el país», como ha celebrado la alcaldesa Meritxell Roigé. Su propuesta reduce a la mitad los carriles para vehículos, la avenida tendrá un carril bici y grandes aceras de cerca de 5 metros, con más árboles y jardines y un espacio amable para favorecer el comercio.

Como ha detallado el arquitecto Sebastià Jornet, la nueva avenida Generalitat de Tortosa tiene que volver a ser «la calle más bonita» de la ciudad, como había sido a final del siglo XIX. Será una avenida «más verde, más compensada, de comercio y adaptable». Estas cuatro características permitirán que la ciudad «recupere su calle mayor», «la columna vertebral de Tortosa» y sobre todo que se le devuelva «la dignidad» a la vía.

Desde la plaza del Bimilenari hasta el puente del Estado, la avenida Generalitat de Tortosa se convertirá en un espacio más pensado para los peatones, con dos grandes aceras de 4,8 metros, dos carriles de circulación y un carril bici. Actualmente, dos terceras partes de la calle (de 18 metros de anchura) son para el tráfico y los vehículos rodados. También tendrá arbolado y más espacios verdes para que sea «un túnel de vegetación» para ofrecer más espacios frescos cuándo hace mucho calor, más confort para las personas y sobre todo un espacio amable para incentivar los comercio.

Los dos carriles de circulación que se mantendrán no se descarta que sean de sentido único. De hecho, el Ayuntamiento de Tortosa tiene encargado un estudio de movilidad para reducir el tráfico en el centro de la ciudad y se podría reordenar con calles de ida y otras de vuelta, como podría ser la rambla Felip Pedrell, aprovechando la organización del eixample tortosino.

Objetivos cumplidos

La alcaldesa de Tortosa, Meritxell Roigé, se ha mostrado muy satisfecha con el resultado del proyecto, que responde a las peticiones y los objetivos propuestos por el consistorio para la reforma. La alcaldesa ha apuntado que ahora hace falta ejecutar los proyectos ejecutivos de los diferentes tramos y concretar el presupuesto de la obra. El proyecto se ha presentado en el cruce de la calle Artur Anguera con la avenida Generalitat, uno de los tramos donde se prevé una mayor e impactante transformación, ya que se quitarán todos los taludes y se nivelarán a pie de ciudad los antiguos terrenos ferroviarios (también el antiguo edificio de Adif que se cedió a Derechos Sociales). Tortosa recuperará un espacio que ha sido, durante más de un siglo, una barrera urbanística muy determinante para los ciudadanos.

De hecho, el tramo central desde la plaza de la Pau hasta la calle Rosselló será el prioritario en el inicio de la reforma integral de la avenida Generalitat y Roigé no descarta que se pueda empezar el año que viene. Los otros dos tramos de la rehabilitación de la avenida Generalitat pasan por la zona de la ciudad más histórica, desde el puente del Estado hasta la plaza de la Pau, y toda la zona del barrio del Templeo, hasta la plaza del Bimilenari.

Propuesta «inviable» de Movem y PSC

La alcaldesa Meritxell Roigé se ha mostrado «sorprendida» que el proyecto que han presentado la coalición de Movem Tortosa y PSC para los antiguos terrenos de Renfe «no responda a los criterios del convenio que se firmó en diciembre con Adif». «Me sorprende tanta improvisación y que presenten cuatro rayas con un dibujo que no responde a lo que marca la normativa», ha dicho. La propuesta de los progresistas y los socialistas es la de una gran zona verde, con dos edificios de viviendas y locales de ocio y servicios y un aparcamiento soterrado, del cual Roigé ha cuestionado también la financiación.