Cortometraje
La familia, las raíces y la siembra del arroz en el Delta confluyen en el cortometraje 'Un soroll llunyà'
Adrià Guxens se adentra en la historia intimista de un joven catalán de origen chino en un corto que forma parte del D'A
La familia, las raíces y la siembra del arroz en el Delta del Ebro confluyen al cortometraje Un soroll llunyà, dirigido por Adrià Guxens. El cineasta se pone en la piel de un joven catalán de familia china, que trabaja de temporero durante la siembra del arroz y que en su tiempo libre habla con su madre que está en China y se relaciona con sus compañeros del campo. En declaraciones a ACN, Guxens explica que en el cortometraje se adentra en una historia intimista sobre las raíces del personaje principal. El cortometraje forma parte de la sección Un impulso colectivo del D'A Film Festival Barcelona.
Un soroll llunyà, de Adrià Guxens, tiene un doble origen. Por una parte, surge del programa Looking China, que cada año lleva directores internacionales a rodar piezas en su país. Guxens ganó una beca hace tres años donde sacó adelante el corto No creo que vaya a llover en Shanghai. El cineasta ganó un premio que consistía en realizar un nuevo proyecto financiado. Los organizadores del programa estaban interesados en qué retratara la cultura del arroz en su país y «qué mejor lugar que en el Delta del Ebro», destaca.
La segunda parte del origen del corto surgió en una conversación con un amigo suyo, Junyi Sun, que es el protagonista de la pieza, que le explicó su historia personal. «Su familia de China quería que volviera para pasar un tiempo con su abuela que se hacía mayor y estaba un poco enferma». En este contexto, Guxens apunta que en el cortometraje utiliza el arroz como un elemento para que «el personaje interactúe con sus orígenes» y a la vez explicar la historia personal de su amigo.
A Guxens le interesaba mucho de la propuesta indagar en la parte más mecánica del trabajo del campo. Entiende el proceso de la siembra del arroz como «un ritual» y que de tanto repetir lo mismo cada día uno no tiene que pensar qué está haciendo. En este caso, el cortometraje se centra en la siembra, en plantar una semilla para que dé un fruto. Guxens señala que este elemento le iba muy bien para adentrarse en una historia intimista sobre las raíces del personaje, que ha nacido en España, pero que su familia se encuentra en China. De hecho, añade, el arroz es central en la cultura china y por eso quería retratar las sensaciones que le generaban al protagonista trabajar en el mundo del arroz.
Uno de los puntos vitales del cortometraje es la familia. En Un soroll llunyàaparecen varias generaciones de familias de arroceros. Por eso, era muy importante escoger a una familia para el documental. Para encontrarla, el equipo del cortometraje hizo un casting informal en el Delta del Ebro. «Me interesó mucho la familia escogida porque tenía un componente de tres generaciones con un personaje joven que tiene la misma edad que el protagonista», señala. Cree que los dos personajes al tener la misma edad podían generar momentos de intimidad y de hablar de cómo ven el mundo los jóvenes campesinos de hoy en contraste con la mirada de los padres.
Explica que el protagonista trabaja con una familia catalana muy bien avenida. Eso le permitió al director indagar en la idea de que el protagonista también quería sentirse parte de una familia y necesitaba de nuevo contactar con la suya que está en China.
Confiesa que no le gustan nada las etiquetas y cree que la división entre documental y ficción está obsoleta. «No me gustaría definir Un soroll llunyà como un documental o una ficción, sino como una película no binaria o un documental híbrido porque su esencia es la de una no ficción porque la historia del protagonista es real, la siembra es real, no había actores ni ensayos». Sin embargo, añade que una no ficción «no quiere decir capturar» como si fuera un reportaje un tema, sino que dentro entra «la mirada de un director, una mirada y unas licencias poéticas».
Delta del Ebro
Guxens considera que el Delta del Ebro es un lugar bastante inexplorado de la cinematografía catalana cuando realmente tiene mucho potencial visual, sonoro y a nivel conceptual de territorio. «Me interesaba ligar la experiencia de la siembra de arroz como la gastronomía». El cineasta tarraconense también reconoce que le hacía especial ilusión rodar en el Ebro porque forma parte de la demarcación donde nació.