El binomio entre paisaje y cine vuelve a reivindicarse en una octava edición del mónFILMAT con más obras estatales

El binomio entre paisaje y cine vuelve a reivindicarse en una octava edición del mónFILMAT con más obras estatales y presencia destacada de óperas delgadas. El programa, con catorce largometrajes y veinte cortos, todavía el último fin de semana de proyecciones entre Amposta y Ulldecona para todos los públicos. Según el programador del certamen, Xavier Miró, el aumento de obras españolas responde a un momento de «bonanza» entre los creadores de este género una vez pasada la pandemia. La organización apunta que después de ocho ediciones, el público se ha consolidado y prevé superar cifras de asistencia del año pasado. Para conseguirlo, se han organizado actividades paralelas a las proyecciones, como son debates con directores, cenas y catas de vinos.

El festival mónFILMAT se despedirá de la octava edición este domingo, después de seis días de proyecciones cinematográficas para todos los gustos. Como es habitual, el punto en común entre todas las obras es el paisaje, presente en los tres bloques que conforman la programación del certamen. Así, se han dividido las películas en una recopilación sobre relaciones y soledad, otro sobre ver mundo y finalmente, una sección dedicada al público infantil.

Más allá de registrar un aumento de obras estatales, la octava edición de mónFILMAT ha destacado por la elevada presencia de óperas delgadas de profesionales debutantes. Es el caso de la joven prometida del cine catalán, el director Miquel Esquirol, autor de Dos dies i l'eternitatySi no ens haguéssim separat, los filmes que empezaron el certamen. En sus obras se han sumado otras películas de nuevos talentos, como es el caso de la directora vasca Estibaliz Urresola, con 20.000 especies de abejas, una historia sobre las crisis de identidad, las relaciones familiares y las abejas, con el paisaje rural del País Vasco de fondo o Un sol radiantde Mònica Cambra y Ariadna Fortuny, sobre una familia monoparental antes del fin del mundo.

Este año, las proyecciones se han repartido en diferentes espacios culturales de Amposta y Ulldecona, como el Casino o el bar Lo Llar. Según el programador del certamen, Xavier Miró, son las obras las que determinan en qué municipios se concentran los actos, como es el caso de la película iraní A través de los olivos del director Abbas Kiarostam, que se podrá ver este sábado por la noche en el Museu Natural d'Oliveres Mil·lenàries de Ulldecona. De hecho, este es uno de los platos fuertes de la programación, que se complementa con actos más allá del cine para atraer a un público «heterogéneo».