Localizan 42 millones de metros cúbicos de arenas sumergidas delante de la costa del delta del Ebro

El estudio encargado por el Govern para caracterizar las arenas sumergidas delante de la costa del delta del Ebro, con el objetivo de reforzar el frente litoral, ha localizado cuatro depósitos con un total de 42 millones de metros cúbicos. Una cifra que, consideran, garantizaría la viabilidad del proyecto para ampliar las playas deltaicas con el uso de dragas aportando inicialmente 11 millones de metros cúbicos y hacer frente a los embates del cambio climático. De momento, se desconoce el porcentaje de material que sería adecuado para cada caso así como el método técnico concreto para transportarlas a la costa. Eso es lo que tendrá que definir el proyecto que la Generalitat quiere licitar durante los próximos meses y que, confía, recibirá el visto bueno del Gobierno español.

El análisis de las arenas sumergidas y su situación, a partir de una reciente batimetría de la zona costera, era una de las condiciones que se había impuesto la Generalitat para validar la viabilidad de la Estrategia Delta en el ámbito de las actuaciones para frenar la regresión litoral. La idea de esta estrategia pasa por garantizar una aportación inicial grande, de unos 11 millones de metros cúbicos, que permita dotar las playas de una anchura mínima de 150 metros para poder hacer frente a los temporales de levante. A partir de esta actuación, se efectuarían «pequeños mantenimientos» anuales posteriores siguiendo el método ensayado en la costa de los Países Bajos.

«Per dragar la arena y echarla en las playas hacía falta una batimetría muy clara y tener definidas las arenas», ha remarcado el director de los servicios territoriales de Acción Climática, Jesús Gómez. El estudio elaborado por la consultora marina Tecnoambiente -a partir de la recogida de testimonios inalterado sin prospecciones con perfilador de fondo en una superficie de cerca de 160.000.000 metros cuadrados- ha permitido detectar tres grandes áreas de la zona marítima, a unos tres o cuatro kilómetros de la costa y fuera de la zona «dinámicamente activa», donde se acumulan buena parte de las arenas: 32 millones de metros cúbicos en el Trabucador, 4,5 en la zona de Eucaliptus y 3,5 a Buda. En la zona costera, se han localizado 1,9 millones de metros cúbicos en el Fangar.

Son arenas que se encuentran situadas a unos dos o tres kilómetros de la costa y a partir de los diez metros de profundidad. La idea, según la Generalitat, es que a diferencia de la estrategia planteada por el Ministerio para la Transición Ecológica, a partir de la movilización de arenas emergidas de las mismas playas, pasa por buscar materiales sumergidos para reducir los impactos ambientales, sobre la estabilidad deltaica y sobre las emisiones de los medios de transporte, que serían muy inferiores, según argumentan. Se destinarían a la playa de la Marquesa, a consolidar el Trabucador o reforzar la zona de la isla de Buda.

Estudiar más a fondo las arenas

Más allá de la cuantificación de los volúmenes, a partir de ahora habrá que estudiar más a fondo las características de los materiales, dado que el estudio todavía no ha definido concretamente si toda la cantidad de arena encontrada será apta para cumplir esta función y en qué zonas concretas se podría destinar el material de cada uno de los depósitos. El responsable de Tecnoambioente, Joan Ramon Vidal, ha admitido que los 42 millones de metros cúbicos, de diferentes tipologías, podrían contener un porcentaje indeterminado de materiales, «hasta» arena suspendida que se mueve fácilmente con las corrientes marinas y el oleaje que no sería válida. «No toda la arena puede ir a todas partes y se quedará allí», ha aclarado.

El estudio y la concreción de estos aspectos técnicos, precisamente, será el objeto del anteproyecto que la Generalitat quiere licitar los próximos meses -entre este julio y septiembre, según han anunciado- para definir la actuación de forma global a toda el frente litoral deltaico para poder presentarlo el próximo año. Habrá que definir, pues, cuáles son los materiales más idóneos para cada tramo costero del Delta -presumiblemente, los depósitos en el mar más próximos- así como también la mejor forma para retenerles en el litoral el máximo de tiempo posible, evitando que la dinámica actual de las corrientes marinos les arrastre acumulándose en los extremos norte y sur: las puntas del Fangar y la Banya.

El delegado del Govern en las Terres de l'Ebre, Albert Salvadó, ha remarcado la necesidad de disponer de este documento para concretar los proyectos ejecutivos asociados sobre el litoral deltaico, que requerirían una inversión alrededor de 80 millones de euros. Salvadó considera que el estudio presentado este martes avala las tesis de la Estrategia Delta del Govern, en la línea de apuesta por actuaciones de refuerzo de las playas con la arena emergida y el uso de dragas. El proyecto que se tiene que licitar, precisamente, también tendrá que definir cuál técnica de dragado es la más adecuada para el Delta.

«La prueba del algodón»

«Llevamos más de un año y medio en el frontal. Hoy es la prueba del algodón para la estrategia de la Generalitat siguiendo el estilo holandés, de hacer una gran aportación de arena en el frontal y después con pequeños mantenimientos anuales garantizar esta protección», ha destacado al delegado. «Hoy ponemos sobre la mesa que tenemos arena suficiente para implementar esta estrategia. Es una buena noticia. Pero tenemos que seguir trabajando para disponer de los proyectos ejecutivos y pasar a la licitación de las actuaciones concretas», ha rematado.