PATRIMONIO
Tortosa recobra la esencia del siglo XVI con la 26.ª edición de la Fiesta del Renacimiento
La ciudad revive uno de los episodios de esplendor de su historia de la mano de seis familias nobles
Tortosa recobra la esencia del siglo XVI con la 26.ª edición de la 'Festa del Renaixement'
El casco antiguo de Tortosa se adentra un año más en el siglo XVI con motivo de la 26.ª 'Festa del Renaixement', que se alarga durante todo el fin de semana. La ciudad vive una de las jornadas más intensas este sábado, con actuaciones de los abanderados de la fiesta o la entrega de los estandartes a las familias nobles en los Reales Colegios. La implicación por parte de la ciudadanía es uno de los pilares del certamen, que participa de forma activa en la recreación histórica. Luís Camós forma más veinte años que forma parte de una de las familias de nobles tortosinos que este año salen a la calle y asegura que vive la fiesta «todo el año» preparando la indumentaria que se hace a mano. Según la organización, se espera que esta edición reúna a unas 250.000 personas.
El sentimiento de orgullo está bien presente entre los integrantes de las seis familias de nobles que este año participan en la 26.ª Festa del Renaixement. Algunos, como en Luís Camós o Maria Cinta Solé, hace más de dos décadas que viajan 500 años atrás para representar miembros de la nobleza del linaje como los Corder o los Aldana. Según Camós, la preparación de la indumentaria les ocupa meses de trabajo, ya que todos los vestidos se hacen a mano. «Procuramos ser el más fidedigno a la historia posible. Eso no es un carnaval, sino una fiesta del Renacimiento», ha defendido. Unos 27 grupos de recreación histórica de la ciudad y de otros municipios ebrenses forman parte de la programación de la Festa del Renaixementde Tortosa. Según el concejal de la fiesta, Víctor Grau, el «motor» del acontecimiento es justamente la ciudadanía, que se implica año tras año en la celebración.
Este año, la Festa del Renaixementde Tortosa incluye diez espectáculos nuevos, quince de creación propia, una decena de actuaciones en la calle y una docena de actuaciones de pago pero más de setenta gratuitas. A la vez, hay que sumar dos mercados de época, seis campamentos, seis exposiciones y trece tabernas. Todo, a cargo de una cuarentena de compañías, más de la mitad locales y de Cataluña y el resto venida del estado español y otros países.