La rana toro, erradicada en el Delta del Ebro

La rana toro (Lithobates catesbeianus ) está a punto de declararse erradicada en el Delta del Ebro. Apareció por primera vez el año 2018 con unas larvas localizadas en las lagunas del filtro verde de Illa de Mar (hemidelta izquierdo). Estaban en un núcleo muy localizado que se aisló con una valla perimetral de seis kilómetros y se capturó y eliminó los ejemplares. Este año se han hecho dos campañas de muestreo de ADN ambiental, en mayo y julio, en 15 puntos repartidos por las diferentes masas de agua del hemidelta izquierdo. Todas las muestras han sido negativas. El año que viene se repetirán los muestreos para confirmar la erradicación por parte de Acció Climàtica y el Parque Natural del Delta del Ebro.

El muestreo de ADN ambiental confirma los resultados de otros métodos de muestreo directos, de pesca y de escucha, con los que tampoco se ha detectado la presencia de la rana toro desde 2021. Fue «clave» la detección precoz y la rápida y contundente actuación para frenar la expansión de la rana toro en un sistema complejo como el Delta del Ebro.

El plan de erradicación ha continuado activado con el seguimiento y monitorización de la especie, tanto en la zona de actuación (190 hectáreas) como en otras zonas potenciales del Delta. También se han incorporado nuevas metodologías más eficientes y adaptadas a la situación de baja densidad de ejemplares, como la detección del ADN ambiental o la bioacústica.

La rana toro es una de las 100 especies invasoras más nocivas del mundo. Es originaria del noroeste de los Estados Unidos y suroeste del Canadá. Llegó a Europa por Suecia (1959) y posteriormente por Finlandia (1967) por aprovechamiento piscícola. Su gran capacidad de adaptación al medio ha hecho que se haya extendido además de una cuarentena de países donde no se ha conseguido erradicar. Causa «graves desequilibrios». Es muy depredadora y elimina poblaciones de especies autóctonas de anfibios y reptiles, desplaza especies autóctonas y altera la vegetación nativa. También es transmisora de enfermedades y parásitos y puede ser huésped de hongos como el Batrachochytrium dendrobatidis que ataca a los anfibios.