Sociedad
Más de un millar de personas se reúnen en la catedral de Tortosa para seguir la toma de posesión del nuevo obispo
Sergi Gordo pide a los fieles durante la homilía que recen por los afectados en los aguaceros de Alcanar
Más de un millar de personas se han reunido en la catedral de Tortosa para seguir la ceremonia de toma de posesión del nuevo obispo de la diócesis, Sergi Gordo, y darle la bienvenida en la ciudad. De 56 años, el nuevo máximo representante de la diócesis de Tortosa ha insistido en hacer camino con todas las personas del territorio que engloba la diócesis: les Terres de l'Ebre, una parte del Baix Camp y el Priorat, y algunas zonas de Castellón. Durante la primera homilía, Gordo ha aprovechado para pedir a los fieles que rueguen para|por los afectados en los aguaceros de Alcanar la semana pasada. Gordo ha desarrollado su carrera eclesiástica en la archidiócesis de Barcelona y ocupará la vacante que dejó en octubre Enric Benavent, ahora arzobispo de Valencia.
Gordo, después de ser proclamado nuevo obispo, se ha dirigido a los asistentes en su primer discurso, una homilía que ha durado casi veinte minutos, del total de dos horas que se ha alargado la ceremonia. Delante de los comulgados ha asegurado que le hace «mucha ilusión venir a compartir mi vida con vosotros» y ha manifestado «el deseo de empaparme en cada una de las comarcas de la diócesis».
La rondalla de un circo que se quema
Un discurso en catalán y en castellano donde ha explicado también una rondalla de Sören Kierkegaard, filósofo y teólogo, que fue crítico con las instituciones religiosas. La historia que ha escogido al obispo se refería a un circo que se empezó a quemar y cuando uno de los payasos se acercó en el pueblo para pedir ayuda a los vecinos para apagar las llamas, la gente no le hizo caso porque creían que, justamente, estaba haciendo de payaso.
El nuevo obispo ha alertado de que pueden dar «la impresión de ser como unos payasos, de ir maquillados, como haciendo comedia y diciendo palabras viejas y gastadas». «Que no nos pase nunca eso a nosotros», ha clamado.
Finalmente, Gordo se ha encomendado a la virgen de la Cinta, patrona de la ciudad. En una plegaria, ha pedido «que sean muchos los jóvenes que acepten el llamamiento al ministerio ordenado» y también ha expresado que la virgen «facilite el nacimiento a la fe de los nuevos hijos e hijas de la iglesia por medio del bautismo».
Gordo cursó filosofía y teología y fue ordenado presbítero en 1992. Ha desarrollado su carrera eclesiástica en la archidiócesis de Barcelona. Hasta ahora, era obispo auxiliar de Barcelona y vicario general del Arzobispado de Barcelona. Entre otros cargos, actualmente también es miembro del Patronato de la Fundación de la Junta constructora de la Basílica de la Sagrada Familia.
A la ceremonia ha asistido buena parte de la curia eclesiástica catalana, encabezados por el arzobispo de Barcelona y presidente de la Conferencia Epsicopal Espanyola, Joan Josep Omella, además del nuncio apostólico en el estado español, Bernardito Auza. Con respecto a la representación política, el consejero de Interior, Joan Ignasi Elena, también ha estado presente en el acto.