Las Terres de l'Ebre organizan tres 'networkings' para retener el talento en los municipios rurales

Poner en contacto emprendedores, empresas y jóvenes con iniciativas en las Terres de l'Ebre para facilitar la creación de actividad económica en el territorio, reteniendo y ayudando a devolver el talento a los municipios de áreas rurales. Este es el ambicioso objetivo que se han marcado los organizadores de cuatro networkings Odisseu, con jornadas que se celebrarán a lo largo de los meses de septiembre y octubre en Amposta, l'Ametlla de Mar, Tortosa y Prat de Comte. Abordarán de forma concreta temas tan diversos como la robótica, la pesca y el marco, la inteligencia artificial en la comunicación o la concreción de estudios universitarios sobre las oportunidades que ofrece el territorio.

El programa Odisseu, en marcha desde 2011, permitió organizar el primero networking de Cataluña en las Terres de l'Ebre un año después. Partía de la diagnosis en el ámbito nacional de las fortalezas propias del territorio y la capacidad de fomentar la generación de actividad poniendo en contacto emprendedores y jóvenes que valoran la opción de poder desarrollar su carrera profesional sin tener que marcharse a las grandes ciudades, primero para estudiar y después para trabajar.

«Hemos conseguido hacer ver a los jóvenes del territorio y el resto de población que aquí tenemos un gran abanico de actividades formativas y, al completarlas, lo que podemos hacer es volver aquí, dar oportunidades, explicar qué hemos hecho, crear proyectos nuevos y valorar que los jóvenes de aquí de las Terres de l'Ebre son potentes», ha manifestado la coordinadora territorial de Juventud, Laia Gómez.

Las jornadas se plantean como un punto de contacto entre jóvenes, empresas y emprendedores para ampliar el conocimiento mutuo de las opciones existentes en el territorio. La primera de las sesiones programadas tendrá lugar en Prat de Comte (Terra Alta), el 30 de septiembre. Pretende generar sinergias para que los estudiantes universitarios focalicen sus trabajos de final de grado o de máster en la investigación de oportunidades y proyectos en el ámbito del mundo rural. Es allá donde se van los jóvenes estudiantes a formarse para, muy posiblemente, no acabar volviendo al territorio desconociendo, en muchos casos, que existen opciones reales de volver.

Estudiar fuera y no volver

«Quizás nos tendremos que plantear que las universidad tengan más sees en los territorios rurales y el talento no tenga que marchar en varios temas, como el ambiental que es en las zonas rurales. Aun así los enviamos a estudiar a la ciudad y esto nos lo tenemos que empezar a plantear», ha subrayado la gerente del Consorcio Intercomarcal de Inicatives Socioeconómicas Ribera d'Ebre y Terra Alta, Begoña García.

La segunda de las jornadas, sobre robótica colaborativa, tendrá lugar en Amposta el próximo 5 de octubre. Completan el calendario una jornada en l'Ametlla de Mar el 27 de octubre sobre temas relacionados con la economía de Mar y la de Tortosa, el 17 de noviembre, sobre las posibilidades de la Inteligencia Artificial en la comunicación.

Dentro del mismo proyecto, según ha señalado el gerente del Consorcio para el Desarrollo del Baix Ebre y Montsià, Rubén Alegria, el Prácticum Odiseo ha permitido que varios jóvenes estudiantes puedan haber hecho prácticas remuneradas en empresas del territorio con opciones reales de poder acabar consiguiendo un puesto de trabajo.

«Es cierto que hay necesidades y cosas no cubiertas, que necesitan estos encuentros y colaboración público-privada. Tenemos situaciones de transporte ferroviario, por ejemplo, que condicionan. Son hándicaps, retos que tenemos que poder resolver y no individualmente, desde la colaboración público-privada», ha apuntado Marc Poy, coordinador técnico del Ateneu Cooperatiu de las Terres de l'Ebre, que participa también en el proyecto. «La oportunidad está, pero la tienes que construir con otras personas. Hay gente con ideas y servicios en el territorio que les pueden asesorar para convertirla en una actividad económica y ganarse la vida», ha cerrado Poy.