POLÍTICA
El alcalde de Amposta alerta que el discurso de «extrema derecha» de la oposición amenaza con «romper la paz social» a la ciudad
Adam Tomàs anuncia cambios en el Hospital Comarcal para contrarrestar las críticas al servicio de urgencias
El alcalde de Amposta, Adam Tomàs (ERC), alerta que el discurso «de extrema derecha» y «racista» por parte de los partidos de la oposición en torno a los problemas de seguridad pública al municipio amenaza con «romper la paz social» construida los últimos años. En una entrevista con la ACN, reprocha en particularmente a Junts per Amposta que utilice políticamente la inseguridad vinculándola a la inmigración. Tomàsdice no dar la espalda a los problemas de seguridad del municipio, pero apunta que es una cuestión que sobrepasa todos los ayuntamientos catalanes. Después de cumplir cien días de su tercer mandato con mayoría absoluta, anuncia cambios en la gestión del Hospital Comarcal para contrarrestar la mala imagen del servicio de urgencias entre los usuarios.
Manteniendo porpoco la mayoría absoluta conseguida de forma anchísima hace cuatro años -a pesar de perder a cinco concejales- y con la resurrección de Junts per Amposta como a principal fuerza de la oposición con el exalcalde Manel Ferré al frente, Tomàs ha visto cómo las elecciones han sacudido el ambiente político de la ciudad. La capital del Montsià, recuerda al alcalde, es actualmente el único municipio mayor de 20.000 habitantes gobernado por ERC sin necesidad de acuerdos o alianzas con otros partidos. Pero la presión política, durante este primer tramo de mandato habitualmente tranquilo, ha escalado sensiblemente.
La peleaen la calle la madrugada del día 1 de octubre en el centro de la ciudad y la decisión del gobierno municipal de hacer cerrar, al menos provisionalmente, la discoteca Legend para apaciguar a las críticas vecinales ha hecho subir un escalón más la resonancia que genera el debate sobre la seguridad en la ciudad. Especialmente enla zona de la plaza del Mercado, señalada por algunos vecinos como un foco habitual de molestias, conflictos y pequeños delitos.
Tomàs no niega esta preocupación, pero reprocha que se atice el fuego para sacar rédito electoral. Acusa especialmente el grupo de Junts per Amposta, el principal grupo de la oposición y que sitúa ideológicamente en«la extrema derecha», de alimentar» un discurso «racista», «populista» y «irresponsable» con la cuestión de la seguridad. Argumenta que se están sobredimensionando casos como el de la peleadel día 1, cuando años atrás, bajo el gobierno de CiU, se producían también en la antigua discoteca Metro, además de casos de apuñalamientos, enfrentamientos con armas de fuego y víctimas mortales.
«Te acabas dando cuenta de que la diferencia es que, en aquel momento, había responsabilidad de la oposición y, ahora, está la voluntad de utilizar una situación que se da en todas partes|a todas partes. Es cierto que hay diversidad y un porcentaje de gente, que no lo negamos, genera problemas y se intenta trasladar un discurso racista. No podemos a cualquier precio romper paz social q ha costado mucho de construir», ha declarado el alcalde, paraquién la ciudad se ha convertido en un «referente en gestión de la diversidad».
Ciudad «segura»
Apela la oposición a hablar de la «Amposta positiva» y de los proyectos pendientes de ciudad desde una óptica constructiva y sostiene que, a pesar del crecimiento registrado del número de delitos, la ciudad «es segura». Recuerda que el incremento que reflejan las estadísticas es un problema que se repite en toda Cataluña y que ya ha encontrado resonancia en una comisión en el Parlament. «Los municipios tenemos muy limitadas las competencias y hay cosas que no podemos controlar», aduce.
Entiende Tomàs que en el caso concreto de la plaza del Mercado confluyen «mucha diversidad de personas» porque es un lugar|sitio «enorme», construido «para que hubiera gente», además de concentrar muchas actividades de restauración y actividad nocturna. Asume que se han detectado casos de venta de alcohol por las noches por parte de algunos establecimientos que el consistorio quiere «controlar». Pero se muestra tajante al afirmar que «el origen» de las personas que se encuentran habitualmente «no tiene que generar inseguridad». Con todo, planea reurbanizar el espacio con velas, espacios verdes, mecedores y cerrándolo al tráfico para darle otro aire más amable.
Reformar las urgencias
Al margen de la carpeta de la seguridad ciudadana, Tomàs todavía el tercer mandato consecutivo como alcalde de Amposta con la voluntad de cambiar la percepción de los servicios sanitarios que presta el Hospital Comarcal de Amposta, de gestión municipal. «Reconozco que, sobre todo con las urgencias, tenemos un problema», ha asumido. Se muestra contrariado porque, «si lo comparamos con otros centros del territorio», las cuentas se cierran con superávit y se han invertido recursos en equipamiento los últimos años. «Les encuestas que hace la Generalitat dicen que es el segundo mejor de la provincia y la opinión de la ciudadanía es diferente. Alguna cosa tenemos que hacer», ha cogido.
En esta línea, el gobierno municipal ha solicitado el asesoramiento del Consorcio Hospitalario de Cataluña para que los ayude definir las medidas a emprender: sea «cambiar estructuras, cambiar circuitos o mejorar urgencias». «Les hemos pedido una mano como expertos», ha apuntado a Tomàs. También se creará un consejo asesor con el médico jubilado Ismael Piñas al frente para ponerse manos a la obra.
El hospital de Tortosa como «arma arrojadiza»
Sobre la polémica que rodea la viabilidad de los terrenos para el proyecto de futuro nuevo hospital de las Terres de l'Ebre, el alcalde de Amposta cuestiona que se haya centrado únicamente el debate en su ubicación en Tortosa -sin tener en cuenta su ámbito territorial- y convirtiéndose una «herramienta de ataque» en político, en un contexto electoral, entre los diferentes grupos políticos de la ciudad vecina.
Tomàs no oculta que, como otros municipios próximos, ofreció Amposta para ubicar el centro público sanitario de referencia al territorio y pide responsabilidad en el proceso. «Entrar a la subasta, seguramente, no tiene demasiado sentido. Tendría más sentido que alguien analizara y dijera que aquello ideal para el territorio sería decir dónde fuera, poniendo una chincheta sobre el mapa de las Terres de l'Ebre y que se clave donde estuviera: para que haya los terrenos idóneos, comunicaciones adecuadas o las condiciones que sea. Pero el problema es que se utilice como arma arrojadiza», ha declarado.
Críticas al localismo industrial
En un contexto similar, el alcalde ampostí celebra que implantaciones industriales como Kronospan o Florette se hayan instalado en el polígono Catalunya Sud y rebate a las críticas a la falta de grandes inversiones industriales en el municipio. Recuerda que el Catalunya Sud es un polígono territorial de las Terres de l'Ebre, con espacio suficiente e infraestructuras adecuadas para grandes proyectos.
Eso ayuda a que haya empresas tractoras y auxiliares que se sitúen en los pueblos periféricos y ayuden a su crecimiento. Yo tengo claro que Kronospan iba a Tortosa. O iba allí o en Sagunt», afirma para rebatir lo que considera reproches hechos desde «la demagogia y el localismo». «Nos tenemos que alegrar y los municipios del lado que tenemos polígonos tenemos que trabajar a la liga que podemos», ha cerrado, cifrando en 1.000 lugaresde trabajocreados las implantaciones en los polígonos de Amposta de los últimos ocho años.
Mantener la estructura municipal
Esta misma semana, el gobierno municipal ha anunciado una subida de impuestos -uno 36% la tasa de basura y un 10% el IBI- con el objetivo de mantener «la estructura» del consistorio y los servicios municipales. Una medida, ha asegurado, de la cual asegura no haberse escondido y que responde al aumento de la inflación, salarios, costes energéticos e intereses bancarios durante los últimos años. Según sus cálculos, los incrementos -residuos al margen- dejan la carga fiscal a un nivel similar a lo que encontraron al acceder al gobierno en el 2015.
Las cuentas del año que viene, ha avanzado, quieren mantener la apuesta por proyectos subvencionados con cofinanciamiento en el ámbito turístico, como el barco turístico fluvial eléctrico o la vía verde del Valle de Safan que tiene que dar continuidad al actual que viene de la Terra Alta hasta la Ràpita. Cree que el turismo, que de 2021 a 2022, «triplicó» la recaudación de la tasa específica con cerca de 30.000 euros, tiene que seguir promoviendo cicloturismo, grupos familiares y el entorno natural.
El alcalde, además, sigue reivindicando el modelo de actuación en la vía pública y las infraestructuras municipales, que también ha sido objeto de reproches. Cree, sin embargo, que la revalidación de la mayoría absoluta -sin la tensión del 1-O que, admite, favoreció los resultados republicanos de hace cuatro años- avala su forma de hacer, más lenta y pausada según reconoce. «Nos encantaría asfaltar todo Amposta y cambiar todas las aceras de golpe: pero el responsable es ir hacer red de pluviales, retirando las cañerías de plomo y fibrocemento, cambiar las alcantarillashundidas y los nichos», insiste.
La incógnita sobre el relevo
En clavepolítica interna, Tomàs ha tenido que hacer frente también a las críticas por la composición del nuevo gobierno municipal, de dondese acabaron cayendo concejales elegidos a los últimos comicios y que habían sido piezas claves de su equipo durante los dos últimos mandatos. Es el caso de la marcha de Ramon Bel, que había encabezado Fiestas y Gobernación. Una decisión que sitúa «dentro del más estricto ámbito personal». Partidario de que los ediles puedan mantenerse en el gobierno un mínimo de ocho años y, al mismo tiempo, fomentar la renovación, reitera que este no era el caso. Asegura que no comparte pero respeta la decisión de Bel de no tomar posesión del acta. «Hay gente que pensó que estaba hecho expresamente. No hubo ninguna estrategia, fue a la lista para salir de concejal», justifica.
El alcalde, que hace cuatro años que anunció que no se presentaría, un hecho que asegura haber asumido «de forma muy transparente», asegura que volvió a concurrir como candidato para «garantizar el proyecto político al Ayuntamiento». «No me equivoqué, pero es cierto que si no me hubiera presentado ERC quizás no hubiera ganado y entonces estaba la intención de hacer un frente común para cargársenos. No me arrepiento. Dicho esto, mi prioridad es mantener el proyecto de ERC y pondré la cabezapara lo que haga falta. Eso no quiere decir que no esté dispuesto a dar un paso al lado o atrás», ha abundado.
¿Está preparando ya el relevo? Tomàs no se moja. «Tenemos personas que podrían cogerlo y nadie es imprescindible. Los relevosno son fáciles y se tienen que hacer muy bien hechos», insiste, recordando casos de municipios próximos de la órbita de su partido en los cuales esta operación no resultó exitosa. Pero apela, nuevamente, a las circunstancias políticas actuales para no concretar más allá. «Me sabría muy mal que devolviera la Convergencia que gobernó 28 años en Amposta», advierte. «No es que no valore positivamente marcharse de la política municipal, pero lo que no haré es que Amposta quede en manos de la derecha y lo extrema derecha para que yo me marche», concluye.