Govern y entidades llevarán las «especificados» de las Terres de l'Ebre en la Tabla Nacional del Agua

La primera reunión de la Tabla del Agua de las Terres de l'Ebre ha puesto a trabajar una veintena de entidades socioeconómicas del territorio para hacer una diagnosis de la gestión del agua y elevar estas «especificidades»a la Tabla Nacional del Agua. Ante un contexto de emergencia climática en que una sequía como el actual será recurrente y habitual, el territorio reclama que se tenga en cuenta «la diversidad»ebrense y las características en las políticas hídricas del país. De hecho, la Tabla del Agua del Ebro propondrá medidas para reducir el consumo un 25%. Por otra parte, se trabajará con la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) para «armonizar»la gestión de la alerta por sequía con la de la Agencia Catalana del Agua (ACA).

Diecinueve entidades ebrenses, sindicales, ambientales y sociales, se han reunido este lunes con la delegación del Gobierno en las Terres de l'Ebre, encabezada por el director territorial de Acción Climática, Jesús Gómez. El encuentro ha puesto en marcha la Tabla del Agua, que está abierta a más participación sectorial y social. Después de la primera toma de contacto, harán dos reuniones. La segunda, en el primer trimestre del año que viene, compartirán la diagnosis y las propuestas de cada entidad, y en la tercera, al segundo trimestre de 2024, validarán las conclusiones.

La voluntad es que la Tabla Nacional del Agua tenga en cuenta la diagnosis que haga el territorio del Ebro a la hora de aplicar cambios normativos, nuevos planteamientos y actuaciones – también de presupuestos . «Les Terres de l'Ebre tienen que aportar sus propias características», ha reivindicado Gómez.

Gestión hídrica dividida

El director ebrense de Acción Climática ha recordado que las cuencas hidrológicas están divididas en Cataluña entre la cuenca del Ebro y las internas y que también hay que minimizar las «diferencias»de funcionamiento administrativo entre la CHE y el ACA. Hay municipios ebrenses a ambos lados y se rigen por directrices diferentes y niveles de alertas diferentes, más restrictivas y con una visión más a largo plazo en el caso del ACA.

«La ciudadanía no entiende que en un lugar puedan llenar la piscina y a diez kilómetros, no», ha recriminado a Jesús Gómez. Otro ejemplo de las diferencias de planificación que ha puesto al director territorial es la situación que sufrió el sector del arroz. Se inició la campaña con la previsión de que no habrá restricciones y se les redujo a la mitad días antes de empezar a sembrar. Así y todo, Gómez ha remarcado que el país se ha adaptado «mejor»que durante la sequía del 2008, pero que hay que preparar un escenario futuro donde ya se conoce que habrá unos regímenes hídricos más bajos.