Judicial
Propietarios del frente litoral del delta del Ebro alegan contra el nuevo apeo que impulsa el Estado
La finca 'Los Vascos', además de las empresas Agroger y Nicovan, consideran ilegal la ampliación de la franja pública
La propiedad de la finca 'Los Vascos' así como las empresas Agroger i Nicovan, todos propietarios de fincas en el frente litoral del delta del Ebro en el término municipal de Deltebre, han presentado alegaciones contra el proyecto de nuevo apeo que impulsa el Ministerio para la Transición Ecológica. El escrito presentado, redactado con el asesoramiento del Colectivo Ronda y con la colaboración del abogado urbanista Raimon Soler, considera ilegal la incorporación planteada de terrenos privados al dominio público marítimo terrestre y la califica directamente de «incautación», con el objetivo de esconder la inacción de la administración estatal a la hora de proteger el Delta durante las últimas décadas.
Los propietarios defienden la «ilegalidad» del proyecto estatal porque no ha efectuado una aplicación ponderada y debidamente justificada de las disposiciones contenidas a la normativa de Costes, ampliando «excesivamente y sin debido fundamento la superficie de tierra adentro que se quiere incorporar al dominio público marítimo-terrestre ignorando los usos agrícolas que se desarrollan en las parcelas afectadas».
También denuncian la «incoherencia flagrante» de querer justificar el apeo «sobre la necesidad de combatir la degradación de un territorio tan frágil como valioso» al mismo tiempo, apuntan, «mientras queda acreditado el incumplimiento reiterado y sostenido del deber de protección y regereneració que ostentado la administración pública respecto de la zona del Delta». Un grupo de seis propietarios de la zona, asesorados por el Colectivo Ronda, ya denunció el Estado en el mes de junio porel incumplimiento de este deber legal de preservar la integridad de este territorio e impulsar las acciones necesarias para detener la regresión y salinización.
Según la abogada que encabeza el equipo legal de la demanda y las alegaciones, Marina Torra, el proyecto de apeo es una «verdadera huida adelante» por parte de la administración estatal así como una «renuncia tácita» a impulsar medidas para parar estos fenómenos pero, sobre todo, corregir los daños en el Delta porla inacción administrativa cerca los efectos sobre la retención de sedimentos fluviales que tuvo en marcha la construcción y entrada en funcionamiento de las tomasdel tramo final del Ebro, durante la segunda mitad de la década de los 60 del siglo pasado. En paralelo, constatan los numerosos proyectos pendientes de aprobación y aplicación «desde 1972» que podrían haber evitado una situación «que ahora se quiere resolver a costa de las propiedades».
Torra considera que las medidas de la Estrategia Delta de la Generalitat, con la movilización y traslado de sedimentos marinos delante de la costa deltaica con dragas, puede resultar efectiva si las medidas «se aplican debidamente y con los recursos necesarios». Por este motivo, muestra su contrariedad ante el hecho de que el proyecto de apeo no se plantee con posterioridad a la implementación de estas medidas, que protegerían también las propiedades afectadas.
El agravio de la Albufera
En contraste con la situación que vive el delta del Ebro, los propietarios ponen sobre la mesa en las alegaciones las acciones desplegadas para preservar la laguna de la Albufera de Valencia. «El abordaje de la situación es diametralmente diferente, a pesar de las similitudes entre los problemas a resolver son evidentes», sostiene a la abogada. Así, apunta, en el caso de la Albufera el apeo se ha hecho siguiendo «claramente» la línea costera, el espacio «dondese desarrollan las actuaciones para implementar lo que los expertos denominan una 'estrategia holandesa' de protección del litoral para evitar el avance del mar.
«En cambio, el apeo en el Delta se adentra mucho tierra adentro, tal como sucede en la zona de la laguna del Canal Vell, atentando de forma irreversible contra los intereses de un sector agrícola vital por el mantenimiento económico, social y medioambiental de un territorio que ya ha sido lo bastante maltratado. En Valencia se pretende proteger el sector con las medidas medioambientales impulsadas mientras que en el Delta se imponen las medidas por encima de la actividad agrícola. Y eso a pesar de son muchos los informes que indican que en las Tierras del Ebro se podría adoptar con resultados óptimos una estrategia similar a la que se aplica en la zona de la Albufera para preservar la integridad del espacio», ha cerrado Torra.