Medio Natural
La PDE denuncia que la prueba con sedimentos en Mequinenza no tendrá ningún impacto en el Delta
La organización celebra que la CHE «rompa el tabú» sobre la movilización de sedimentos
La Plataforma en Defensa del Ebro (PDE) celebra la prueba piloto de movilización de sedimentos que ha anunciado la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE). A pesar de mostrarse satisfechos porque la CHE, «por primera vez, rompe el tabú que no se podían mover sedimentos» de los pantanos, la PDE denuncia que esta actuación no tendrá ningún impacto en el delta del Ebro. La entidad observación que el proyecto «responde a una denuncia» del Ayuntamiento de Mequinenza (Aragón), porla mala gestión de los sedimentos que se hizo cuando«el desembalse incontrolado del embalse de Barasona» a los años noventa. La PDE reclama que también se muevan sedimentos aguas abajo del embalse de Riba-roja para que tenga el efecto «urgente» que necesita el río y el Delta.
Comoha apuntado la portavoz de la Plataforma en Defensa del Ebro, Susanna Abella, la primera reacción al anuncio de la CHE, sobre el inicio, este miércoles, de una prueba piloto de sedimentos a Mequinenza, fue positiva, aunque se han sentido un poco «estafados» al darse cuenta de que estos trabajos se concentrarán en la cola del embalse de Riba-roja, delante del de Mequinenza. Abella asegura que esta prueba es un proyecto que la Confederación redactó en el 2009 y presupuestó en 12 MEUR, y que «responde a intereses legítimos de municipio de Mequinenza».
El proyecto de la CHE prevé extraer sedimentos de la «zona colapsada» ante el campo de regatas del municipio y se entregarán en una «zona activa» del Segre antes de confluir con el Ebro, también delante de el pueblo. Aunque la prueba piloto «puede ayudar a analizar diferentes técnicas de mover sedimentos», la PDE lamenta que tanto porel volumen, «testimonial», como por el lugardonde se asomarán, «no tendrán ningún impacto sobre el río y el Delta, ni tan sólo en aguas abajo de Riba-roja».
El organismo apunta que con los «bajos caudalesdel Segre», habrá que comprobar si los sedimentos llegan «en la zona de influencia del río Ebro», en la cola del pantano de Riba-roja y a cuántos kilómetros el embalse se pueden desplazar. La Plataforma quiere ser «optimista», pero tiene dudas sobre si los sedimentos vertidos llegarán a pie deprisa.
Como también se señaló desde la CHE, no se descarta que el río aproveche estos sedimentos para recomponer el cauce desgastado aguas abajo de los embalses, y se teme que «hasta que los tramos superiores no se rellenen y tengan bastante caudal, los sedimentos no se muevan más abajo». La PDE avisa de que eso no puede ser «una excusa» para calificar de «poco eficiente» la prueba y acabar «descartando» la movilización de sedimentos.