La Intercolegial de las Tierras del Ebro rechaza la interconexión de cuencas

La Intercolegial de las Tierras del Ebro considera «un error» volver a plantear la interconexión de las redes Ter-Llobregat y la del minitrasvase del Ebro del Consorci d'Aigües de Tarragona (CAT). Los colegios que firman el manifiesto exigen «políticas de redistribución territorial», para acabar con las grandes concentraciones demográficas en áreas metropolitanas y con el despoblamiento en las zonas rurales. La apuesta es desplazar la industria y la población hacia «las fuentes de abastecimiento de recursos», como el agua y la electricidad. «Reclamamos el equilibrio territorial y acercar el trabajo y puestos de trabajo aquí», ha remarcado Joan G. Talarn, decano del Colegio de Ingenieros Industriales de Tarragona y representante de la Intercolegial.

El manifiesto de la Intercolegial de las Tierras del Ebro – que representa a más de 3.000 profesionales de varios ámbitos en el territorio - lo firman las demarcaciones ebrenses de los colegios de arquitectos, arquitectos técnicos, enfermeros, abogados, trabajadores sociales, ingenieros, profesionales de la actividad física y el deporte, médicos y procuradores. «Desde las publicaciones de los colegios de Barcelona, recomendando la interconexión, desde aquí también consideramos que tenemos que ofrecer nuestro punto de vista y que esta no es la solución porque hay más viables y sostenibles», insiste Talarn.

Los profesionales colegiados ebrenses rechazan la política de «desplazar los recursos propios de un territorio», como el Ebro hacia las grandes áreas metropolitanas. Recuerdan que sólo el 0,5% del agua del planeta es agua dulce y accesible, hecho por el cual alertan de que «la solución» a la sequía y las carencias actuales «no está en la interconexión de redes fluviales». «Lo único que conseguiremos será trasladar el problema de un territorio a otro», lamentan.

Les «alternativas reales y sostenibles» que defienden pasan por «reducir el despilfarro de agua», con la mejora de las redes de distribución en bajo de los municipios, donde se ha detectado pérdidas del 40% del recurso que se gestiona y, en segundo lugar, aprovechar el agua del mar, «una alternativa a tener muy en cuenta. La Intercolegial ebrense señala que Cataluña dispone aproximadamente de unos 600 kilómetros de costa, y aunque las desaladoras «tienen un coste elevado», avisan que «no tenerlas, todavía puede resultar más caro a la larga».

Finalmente, otra propuesta que ponen sobre la mesa para garantizar el suministro de agua en el área metropolitana de Barcelona es incrementar el tratamiento de aguas residuales, porque reciclar y reutilizar las aguas «son tecnologías probadas y contrastadas» que hay que potenciar con una «implantación en mayor escala».

Los colegios profesionales ebrenses piden «decisiones que piensen en la sostenibilidad y economía circular» y exigen que las inversiones esté «alineadas» con los ODS europeos (Objetivos de Desarrollo Sostenible). «Soluciones como la interconexión de redes son del siglo pasado», concluyen.