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Agricultura

Los arrozales del Delta se inundan sin sufrir por el agua pero con recelos por la salinidad y el caracol manzana

La soltada empieza en el hemidelta izquierdo y se hará la semana que viene en el derecho

Ramon Vila, pagès de Deltebre, observa com s'inunda el seu camp d'arròs.

Ramon Villa, campesino de Deltebre, observa cómo se inunda su campo de arroz.ACN

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La inundación de los campos de arroz en el Delta del Ebro ha empezado este jueves con la soltada en el hemidelta izquierdo. Las maniobras se hacen con sonrisas en los rostros a diferencia del año pasado, cuando los campesinos tuvieron que poner en marcha la campaña con la mitad del agua sin saber si sería viable plantar el arroz.

Este año no se sufrirá por el agua. Los regantes de la izquierda y la derecha dispondrán de los 19 y 27 m3/s, toda la concesión de la CHE (Confederación Hidrográfica del Ebro). Pero tienen otras preocupaciones derivadas de las restricciones de la sequía del año pasado como es el impacto en la producción del arroz del aumento de la salinidad de las tierras así como el alcance de la exposición de la dispersión de la plaga del caracol manzana.

La soltada del agua en la Comunidad de Regantes de la Izquierda del Ebro, Sindicato agrícola del Ebro, empezó este miércoles por la tarde de manera que este jueves ya se habrá hecho toda «la llenada» y se habrá repartido toda el agua por el hemidelta izquierdo. Los Regantes de la Derecha lo harán a partir del lunes próximo. «Toda la red hidráulica se llena de golpe. Antes lo hacíamos en dos fases pero desde hace unos años lo hacemos de una tirada», ha concretado Meritxell Jardí, coordinadora técnica de la Comunidad de Regantes.

Desde primera hora de la mañana, algunos campesinos abren las entradas de los canales a las parcelas. Ramon Vila, a sus 80 años, ha sido uno de los primeros. Yendo y viniendo en su bicicleta, se detiene delante de una finca próxima al municipio de Deltebre (Baix Ebre) para comprobar que el agua entra correctamente en su trozo. En unos diez días, como máximo, todos los arrozales del hemidelta izquierdo estarán llenos de agua. Si llueve, como parece que apuntan las predicciones meteorológicas, podría terminarse en una semana. Después empezará la siembra.

Más siembra en seco

No será hasta dentro de unos días, que se determinará la superficie que se ha regado y se podrá saber cuántos agricultores han vuelto a optar por la técnica de la siembra en seco. Los arrozales se suelen sembrar con los campos inundados, pero desde la aparición de la plaga del caracol manzana en el Delta del Ebro, esta técnica es una alternativa cada vez más extendida.

Estos caracoles invasores hibernan bajo la tierra, salen cuando tienen agua y como coincide con la siembra del arroz, se comen los brotes y matan la planta. Para evitarlo, algunos arroceros siembran sin agua y cuando la planta tiene la medida suficiente para evitar que el caracol la estropee, inundan el campo. «Está en tendencia y este año, previendo que habrá más caracol, suponemos que se incrementará bastante. Será un año favorable para hacer -de siembra en seco-», ha reconocido Jardí.

Caracoles, por cinco o más

Les restricciones de la concesión de agua el año pasado obligaron a los regantes de la izquierda a bombardear de los desagües. Lo hicieron conscientes del riesgo que suponía volver a extender la plaga y asumiendo que «se perdería el trabajo hecho durante una década» para frenar y contener esta especie invasora. «Sabemos que habrá una explosión bastante importante. No nos atrevemos a decir a una cifra, pero estaremos muy pendientes y haremos seguimiento de esta explosión previsible que habrá este año», ha adelantado la coordinadora técnica de los Regantes de la Izquierda.

Acció Climàtica asegura que las hectáreas afectadas por la plaga del caracol manzana se ha multiplicado por cinco en dos años. Según los datos que dio el Departamento, hay unas 639 hectáreas afectadas por la plaga. Eran 120 hectáreas, el año 2022.

Medición de la salinidad

También preocupa la salinidad de los terrenos y las pérdidas de producción que puede suponer. Meritxell Jardí ha recordado que las restricciones del año pasado afectaron a la cantidad y también la calidad del agua del río Ebro, que incrementó la salinidad. Al darse cuenta de ello, se hicieron mediciones en diferentes puntos que se repetirán este año y se compararán. «Haremos una revisión sobre cómo evoluciona, y si hay una limpieza real de las sales», ha explicado la técnica.

De todas las medidas extraordinarias que se pusieron en marcha el año pasado, se han adaptado algunas para mantenerlas, pero sobre todo se quiere aprovechar la disposición «normal» del agua para comprobar el funcionamiento de las infraestructuras que se crearon en 2022 y que con la sequía no se pudo comprobar «si funcionaban correctamente». Se trata de las estaciones de bombardeo que tienen que suministrar agua en los espacios naturales del Delta del Ebro.

El Sindicato agrícola del Ebro también ha iniciado una prueba de saneamiento, con drenajes de agua salada en 60 hectáreas de arrozales. El objetivo es reducir el consumo de riego, combatir plagas como el caracol manzana y diversificar los cultivos actuales. Una red de cañerías de diez kilómetros evacuará el agua salada que se filtra por el subsuelo hacia un pozo y se vertirá a los desagües.

«Podremos sacar datos importantes porque ya hemos hecho trabajos previos, haremos durante la campaña y después. En un año tendremos datos que tenemos ganas de ver», ha apuntado Jardí. Si los resultados son los esperados, el sistema se extenderá. «Tenemos muchas zonas localizadas susceptibles de hacer saneamientos y posibilidad de ampliarlo. Si funciona se hará extensivo a muchas zonas del Delta», ha añadido.

Primera fiesta de la Solta

La Comunidad de Regantes de la Izquierda ha hecho este año una Fiesta de la Solta, una jornada pedagógica con alumnos del Instituto de Deltebre que se desplazaron al azud de Tivenys y Xerta para conocer el funcionamiento de los canales de regadío del Delta. Allí vieron cómo se abren las compuertas «para saber» cuál es el sistema con qué «se regará todo el Delta». El éxito de la iniciativa hace que la Comunidad de Regantes se plantee abrirlo a más centros escolares y a la ciudadanía.

Campaña normalizada en las cooperativas

Con este contexto, la FCAC (Federación de Cooperativas Agrarias de Cataluña) confían a tener «una campaña normalizada» y recuperar la «caída de producción», que se consiguió contener en un 14% del año pasado. Les dos cooperativas arroceras del Delta del Ebro producen el 68% de este alimento en Cataluña. La previsión de siembra en el Delta se sitúa en unas 19.500 hectáreas, de las 20.500 hectáreas del conjunto de Cataluña. La superficie cultivada de arroz se mantiene estable. Les principales variedades que se plantan son las tradicionales de grano redondo y semilargo.

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