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El COPATE reclama compromiso a los ayuntamientos del Baix Ebre y Montsià para poder asumir el coste de la gestión de los residuos

Los retrasos en el pago por parte de algunos municipios ponen en peligro la viabilidad del servicio mancomunado

Un camió aboca residus al dipòsit de Mas de Barberans.

Un camión vierte residuos al depósito de Mas de Barberans.ACN

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El Consorcio de Políticas Ambientales de las Terres de l'Ebre (COPATE) ha trasladado a los ayuntamientos del Baix Ebre y Montsià la necesidad de dar un paso adelante y que se integren en el ente directamente como consorciados para poder hacer frente a los problemas económicos derivados del coste de la gestión de residuos

Las conversaciones en esta dirección, ante los graves problemas económicos que sufre el COPATE, se han empezado a abordar en una reunión del consejo de alcaldes este jueves al mediodía. A la salida, el presidente del ente, Ivan Garcia, ha negado la existencia de deudas «importantes» y ha limitado el caso a problemas económicos de tesorería, que ha evitado cifrar, por el retraso de las aportaciones de algunos municipios.

La situación económica del COPATE amenaza con hacer saltar por los aires la viabilidad del servicio mancomunado. Este ha sido el motivo de la convocatoria de un consejo de alcaldes «histórico» de las dos comarcas. El presidente del ente, que también es alcalde de Roquetes, ha planteado la necesidad, de acuerdo con «informes de la casa», que los mismos ayuntamientos pasen a ser consorciados directos.

Actualmente, los ayuntamiento delegan las competencias de gestión de residuos a los entes comarcales, que hacen la encomienda de servicio al consorcio y, este, adjudica el 50% a una empresa externa. Ahora, el COPATE quiere que sean los ayuntamientos, como consorciados, los que deleguen directamente esta competencia.

La intermediación de los consejos, según Garcia, hace más pesado el procedimiento, generando retrasos de pagos por parte de los ayuntamientos mayores y, al final, reclamaciones de intereses de demora por parte de la empresa adjudicataria que tienen que acabar asumiendo los municipios.

«La situación económica no es mala, no tenemos ninguna deuda elevada, sólo problemas de tesorería», ha asegurado el presidente, que en ningún caso ha querido concretar la cifra de estos problemas. «Es una cantidad importante que hay meses que se regulariza y hay meses peores», se ha limitado a declarar al respecto.

A pesar del «talante proactivo y en clave de territorio» mostrado, según Garcia, la reunión de alcaldes no ha permitido todavía llegar a conclusiones sólidas sobre este paso. Algunos han expresado «dudas» técnicas y jurídicas sobre qué supondría esta integración y cómo se concretaría. Para desvanecerlos, se solicitarán más informes externos. Está previsto que se convoque un nuevo encuentro de los alcalde en dos semanas para seguir avanzando.

El COPATE, según la información pública corporativa, mueve unos 11 millones de euros anuales en el ámbito de la gestión de residuos. Algunas alcaldesas han señalado que el hecho de no haber repercutido el coste real de la gestión de residuos durante los últimos diez años ha acabado desembocando en los problemas actuales.

Pagar la ampliación del vertedero

Sobre la mesa, además, el ente tiene que resolver ahora un aspecto crucial para garantizar su capacidad futura en la gestión de los residuos: como financiar, en la delicada situación actual, la clausura de las fases 2 y 3 del vertedero comarcal del Mas de Barberans (Montsià), donde actualmente llevan su basura los municipios de las dos comarcas, y construir la ampliación, la cuarta fase.

Con la previsión que la capacidad actual de acogida se agote a finales de septiembre, el COPATE está a punto de llegar a un acuerdo para trasladar temporalmente los residuos de sus municipios al vertedero de Tivissa (Ribera d'Ebre). Además, hará falta hacer frente al coste de adquirir los terrenos y ejecutar la ampliación de la fase 4. El ente calcula que las operaciones de clausura pendientes y la ampliación requerirán una inversión de unos 11,63 millones de euros en total.

Según Garcia, la Dirección General de Urbanismo tiene previsto aprobar el próximo mes el expediente para hacer efectiva la compra de los terrenos. Antes del acuerdo para iniciar las obras, que se podrían alargar un año y medio, habrá que encontrar financiación. «El problema principal hoy es poder garantizar volver a casa lo más pronto posible», ha admitido. La solución interina de trasladar los desperdicios a Tivissa, además, podría suponer un encarecimiento del coste superior al 30%.

Por su parte, los presidentes de los consejos del Baix Ebre y el Montsià, Antoni Gilabert y Sergi Guimerà, respectivamente, se han mostrado los dos optimistas en el camino abierto para enderezar la situación de la gestión de los residuos por parte del ente después de la reunión. «Nadie ha puesto sobre la mesa la salida del COPATE y eso es importante», ha subrayado Garcia. «Tenemos que buscar la unidad y la transparencia ante los problemas que nos vienen», ha cerrado Guimerà.

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