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Acció Climàtica y los cazadores ebrenses ponen abrevaderos para evitar que la fauna salvaje se desplace a los cultivos

El año pasado se capturaron más de 400 jabalíes y cerca de 4.500 conejos con actuaciones especiales

Anna Sanitjas, directora general de Boscos i Gestió del Medi d'Acció Climàtica, i el director ebrenc Jesús Gómez, omplen un dels abeuradors amb el president de la societat de caçadors de Santa Bàrbara

Anna Sanitjas, directora general de Bosques y Gestión del Medio de Acción Climática, y el director ebrense Jesús Gómez, llenan uno de los abrevaderos con el presidente de la sociedad de cazadores de Santa BàrbaraCedida

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Acció Climàtica ha facilitado a la federación de cazadores del Ebro que se instalen cerca de 300 abrevaderos para la fauna salvaje, repartidos por las cuatro comarcas ebrenses. Es una medida pensada para evitar que, con la sequía acumulada, estos animales se desplacen hacia los cultivos y las zonas habitadas donde generan destrozos en búsqueda de agua y alimentos.

Los miembros de las sociedades de cazadores se ocupan de instalarlos en los lugares adecuados, garantizar unas buenas condiciones y llenarlos cada pocos días. Es una de las medidas pioneras del plan de choque para el control de los daños de la fauna en el Ebro que también ha incluido capturas excepcionales de jabalíes y conejos, más de 400 jabalíes y cerca de 4.500 conejos el año pasado.

Cómo ha explicado José Pedro Tomás Callao, presidente de la Federación territorial de Caça de Terres de l'Ebre, la medida de los abrevaderos, pionera en el país, se preguntó hace dos años al Departament de Acció Climàtica a raíz de las «muchas demandas» de las sociedades de cazadores ebrenses. «Los animales estaban sufriendo mucha sed», por la larga sequía, y generaban muchos problemas.

El Departament pagó los 160 primeros abrevaderos. Son unas estructuras de hormigón muy pesadas (de unos 200 kilos) que protegen el agua, acumulan la de la lluvia y tienen un pequeño segmento que permite beber a los animales. Su uso se ha controlado con cámaras de movimiento y la valoración que se hace es muy positiva. «Es un éxito, porque vienen animales cinegéticos o todo tipo de fauna, también protegida,» ha remarcado a Tomàs.

Ante este buen funcionamiento, se ha pedido un segundo pedido de 130 abrevaderos más para acabar de cubrir todos los espacios con más necesidad, y problemas, de las cuatro comarcas del Ebro. Acción Climática ha pagado el coste de los 290 abrevaderos, 25.000 euros, y las sociedades de cazadores se encargan de colocarlos -escogen las zonas más secas y con menos recursos hídricos-, mantenerlos llenos y garantizar que el agua está en buenas condiciones.

«Hace falta destacar todo el esfuerzo que hacen las sociedades de cazadores, que son las que se encargan de ubicarlos, que se encargan cada 3 o 4 días de venirles a llenar, un trabajo que tiene un valor económicamente inasumible», ha agradecido Anna Sanitjas, directora general de Bosques y Gestión del Medio.

Reducir daños y peligros

Los abrevaderos sirven para evitar que los animales salvajes se desplacen para encontrar agua y alimentos hacia los núcleos habitados y dañen los cultivos, provoquen accidentes en las carreteras o sean vectores de enfermedades. Es una medida «especialmente importante en este periodo de sequía» y es la primera vez que se lleva a cabo esta iniciativa en Cataluña.

El presidente de la Federación ebrense de caza ha insistido en que «ha sido un acierto» porque hace falta evitar «concentraciones exageradas» de cualquier especie animal como ha pasado en el Puerto con el jabalí. El abandono de las pocas zonas cultivadas que había ha desplazado estos animales a los planos y ya ha llegado hasta el Delta.

«Si a los animales no les das un poco de aquello que están buscando, llegará un momento que eso será incontrolable. Hace falta un poco de inversión como se está haciendo ahora para que cubran necesidades y no se desplacen tanto», ha defendido a Tomàs.

Otras medidas del plan de choque

Sanitjas ha destacado también los numerosos ejemplares de jabalíes y conejos que se han capturado con las autorizaciones excepcionales para controlar estas especies cinegéticas. Durante dos años y medio se han aprobado 361 autorizaciones excepcionales en las Tierras del Ebro, 68 de las cuales para los conejos y 200 para cazar jabalíes. 

También se han recibido más de 400 comunicaciones de cacería de jabalí en verano. Igualmente, se han dado autorizaciones para cazar corzos (7), estorninos (28), urracas (24), gaviotas (9), palomas (11), tudors (5) y cabras salvajes (2).

400 jabalíes en cajas trampa

Les acciones de caza autorizadas permiten hacer batidas, acechos diurnos y acechos nocturnos y capturarles en vivo con una caja trampa. De estas trampas se ha instalado en varias localizaciones del Montsià, Baix Ebre y Ribera d'Ebre, sobre todo en la zona periurbana de Tortosa, que incluye las EMD de Jesús y Campredó, y Roquetes, así como a las Islas fluviales protegidas del Ebro y del delta del Ebro. Les cajas se ponen en zonas donde es difícil hacer otras acciones por seguridad o por impacto ambiental.

Les cajas trampa las gestiona sección de actividades cinegéticas, Forestal Catalana y Tragsa, que se encargan de la instalación, sacrificar los animales capturados y gestionar los ejemplares sacrificados, así como de la toma de muestras biológicas en caso necesario. La medida ha permitido capturar 433 jabalíes. 

La mitad eran ejemplares jóvenes, una sesentena estaban en zona urbana y periurbana y un centenar en el río Ebro y en el Delta. «Se han notado menos afectaciones y buscamos el equilibrio. Feiem un cálculo y estos 400 jabalíes capturados representan 4.000 jabalíes menos que habrá de cara a la temporada que viene», ha ejemplarizado Sanitjas.

Caza nocturna de conejos

La otra especie que provoca muchos daños a la agricultura es el conejo, sobre todo en el Baix Ebre y Montsià. El Departament ha incluido unas 31.000 hectáreas de 13 municipios y 16 áreas privadas de caza, en el protocolo marzo donde cazarlos. El año pasado se capturaron 4.460 ejemplares. Ahora se trabaja en una zona concreta de la Ribera d'Ebre donde se ha identificado un incremento de daños de conejo.

El Departament tiene una unidad operativa de control para Lleida y las Tierras del Ebro que, desde febrero, ha hecho más de 20 actuaciones nocturnas y lleva capturados más de 3.000 conejos. Son unos vehículos adaptados por circular con armas de fuego equipadas con sistemas de visión nocturna y térmica, «un sistema innovador que permite actuar con mucha más seguridad, eficacia y eficiencia que con las escopetas y foco de luz como se hacía hasta ahora».

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