Sociedad
Amposta y Alcanar, las poblaciones que pierden más agua por escapes en Cataluña
Casi la mitad de los municipios auditados pierden como mínimo un 20% del agua de su red por fugas
Casi la mitad del centenar largo de municipios que han hecho una auditoría hidráulica en los últimos meses pierden más de un 20% del agua que entra a la red a causa de escapes, rotura de cañerías, desbordamientos de depósitos y similares. Es una de las conclusiones de un análisis de las auditorías municipales, obligatorias por las entidades suministradoras de agua en servicios con más de 5.000 abonados.
Los informes revelan que Amposta y Alcanar son las poblaciones que pierden más agua por escapes, con un 60% y un 56% del total que entra a la red. Las dos confían revertir las abundantes pérdidas en la renovación de los contratos del servicio. Àger también supera el 50% y Ripoll es la segunda capital de comarca con más desperdicio hídrico.
Según datos de la Agència Catalana de l'Aigua (ACA), el organismo que ha determinado unos indicadores para estandarizar las auditorías, 133 municipios tenían que publicar los resultados de los estudios antes del 31 de marzo del 2024. De momento, 12 todavía no lo han hecho, según la misma fuente, entre las cuales algunas capitales de comarca: Balaguer (Noguera), Banyoles (Pla de l'Estany), La Seu de Urgell (Alt Urgell) y Vielha e Mijaran (Val d'Aran).
101 municipios sí que han publicado el documento, aparte de 17 más que también están obligados y que dan datos agregados ya que opera en todos ellos Aigües de Barcelona, y de 15 más que no estaban obligados. Las auditorías de cada uno de ellos refleja que en 61 casos de los 133 se pierde más de un 20% del total del agua introducida a la red a causa de los escapes y problemas con las cañerías. De hecho, la media de todas las poblaciones es del 22%, mientras que los 17 municipios que dependen de Agbar, como Barcelona, Badalona l'Hospitalet de Llobregat, Sant Feliu de Llobregat o Castelldefels, se quedan en el 7,7%.
Estos balances hídricos se tienen que hacer cada dos años y se han calculado a partir de una guía común para todas las entidades catalanas, con «una metodología pionera» que garantiza «la calidad de los datos». Se hacen a partir de doce indicadores de cumplimiento, adaptados por la reconocida Asociación Internacional de Abastecimientos de Agua (IWA), y que están relacionados con la gestión de los escapes y la gestión de las presiones de la red. La periodicidad de las auditorías también permitirá «evaluar la efectividad de las mejoras implementadas».
Amposta y Alcanar lideran el ranking
Amposta y Alcanar (Montsià) lideran el ranking, y prevén revertir la grave situación de la red de agua potable con la renovación o cambio de los contratos de distribución, que expiran pronto, después de unos veinte años de concesión. Las auditorías de eficiencia hidráulica que Agbar ha hecho a petición de la ACA han confirmado el mal estado de las infraestructuras y la falta de inversión.
En Amposta el actual gobierno municipal ha ido reponiendo cañerías y buscando subvenciones, aprovechando obras en las calles. En cambio, en Alcanar todavía hace falta identificar y ubicar donde se producen los escapes más importantes y tuvieron que denunciar a la empresa porque las obras de mantenimiento nunca se han hecho.
La capital del Montsià perdía en 2022 más de dos millones de metros cúbicos de agua potable, un 64% de la que se distribuye –un 60% por escapes, y el 4% restante se escapa por errores de contadores o agua pinchada. De los 3.152.140 metros cúbicos que entraron en la red, sólo había 1.142.704 metros cúbicos autorizados, de los cuales 979.050 facturados.
Cifras similares aparecen en la auditoría de la misma compañía, Agbar, en el caso de Alcanar. 1.355.501 metros cúbicos de agua entraron en la red del municipio hace dos años. 538.089 metros cúbicos están autorizados y se facturan 537.152. Así, la red pierde más de 817.000 metros cúbicos de agua el año, el 60% de la distribuida –la gran mayoría, también por escapes.
Inversiones fuera de alcance en el Montsià
En el caso de la capital del Montsià, el alcalde Adam Tomàs defiende que el equipo de gobierno hace una década que trabaja para revertir estas pérdidas y que, como mínimo, se han estabilizado. «Cuando levantamos una calle, cambiamos todo el ciclo del agua, creamos la red de pluviales y cambiamos cloacas, cañerías de agua y acometidas de fibrocemento por unas de plomo», ha detallado a ACN. Tomàs ha puesto como ejemplo la «gran reparación» que han llevado a cabo, en Poble Nou del Delta. Era una obra muy necesaria y también costosa, de cerca de 900.000 euros.
A los 900.000 euros hay que sumar los 700.000 de inversión que requieren las alcantarillas de este núcleo urbano de la ciudad y 40.000 euros más que ha costado la mejora de otra cañería del pueblo. En pocos días, también está previsto iniciar las obras de reposición de una cañería de fibrocemento que abastece la zona de Valletes, que se rompió en 2022. El coste es de 35.000 euros más IVA. El alcalde ampostí ha denunciado que estas obras «tienen un coste muy elevado» para los ayuntamientos y que, sin ayudas supramunicipales, «no dan abasto para solucionar el problema endémico del agua».
El Ayuntamiento ha optado dos veces a las subvenciones de la ACA para pagar la obra de Poble Nou y el alcalde lamenta que no han salido adelante. Sin embargo, el consistorio se presenta en las partidas de subvenciones para mejorar el ciclo del agua. Están pendientes de recibir 200.000 euros para acabar con escapes grandes, una vez se sectorice toda la red de agua de la ciudad. También se ha pedido a Acció Climàtica una ayuda para el polígono de l'Oriola para mejorar la recogida de aguas pluviales y el reaprovechamiento del agua.
El contrato con Agbar, un freno
Amposta, como Alcanar tiene un contrato de veinte años con la empresa Agbar, antes Sorea. Se firmó en 2004. Ahora trabajan para «renovarlo porque «ha quedado completamente obsoleto» y no permite que el concesionario haga inversiones a la red. Este es uno de los puntos que se quiere revertir para evitar que todo el coste recaiga sobre el consistorio. Según Adam Tomàs, también se quiere incluir el cambio de los contadores (más de 10.000 en la ciudad) para que sean digitales y se puedan acotar mucho más» las lecturas y las pérdidas, una medida que también tiene previsto impulsar Alcanar.
El alcalde de Amposta ha adelantado que el nuevo contrato tiene que prever, «como mínimo» una inversión de cuatro o cinco millones de euros de entrada, «para poder empezar a revertir la situación». «Son muchos recursos anualmente, pero se ha demostrado que no llegamos y que - esta cifra de inversión mínima - es peccata minuta», ha insistido.
Cero actuaciones en Alcanar
La situación en Alcanar es todavía más grave porque ni el Ayuntamiento puede invertir para frenar las pérdidas y el mal estado de la red, ni tampoco lo ha hecho la empresa en todos estos años. De hecho, como ha recordado el alcalde Joan Roig, el consistorio y la compañía tuvieron un costoso litigio porque no se pudieron recepcionar las supuestas obras de mantenimiento que exigía el contrato.
«Ningún interventor quería firmar las liquidaciones ni se pudo fiscalizar la facturación que hacía la empresa a las personas y usuarios», ha apuntado. «Las obras que se tenían que hacer de renovación de la red, creemos que no se hicieron. Nadie lo certificó», ha añadido Encarnado. Para el alcalde canareu, la auditoría publicada por la ACA y el porcentaje de agua que alerta que se pierde en Alcanar lo corrobora.
El consistorio, ante la información que les trasladó la Agència de l'Aigua, ha encargado un estudio a una empresa externa para hacer una diagnosis de la red y determinar «soluciones a corto plazo». «La solución tiene mucho que ver con el origen de lo que nos ha pasado en Alcanar», ha dicho Roig porque el cambio que se hizo, hace veinte años, de un contrato de arrendamiento con el concesionario a uno de gestión del servicio, «ha acabado siendo una catástrofe». «Llegados aquí, sabiendo que ya no se puede hacer nada, el año que viene se acaba la concesión definitiva de la empresa y habrá cambios», ha avanzado el alcalde.
En Alcanar el abastecimiento del agua se hace desde pozos propios y una parte de Alcanar Platja recibe agua del Consorci d'Aigües de Tarragona (CAT). La sequía se ha sufrido «a pequeña escala», pero el consistorio reconoce que «hace falta ser prudentes y responsables y utilizar el agua como toca».
Pérdidas también por errores en contadores o pinchar el agua
Aparte de los escapes, los informes también recogen otro supuesto de pérdida de agua: los errores en los contadores o bien pinchar agua para consumir sin pagar, que se incluyen agregados a la misma categoría. El centenar de municipios declara que se escapan por estos motivos un 4% del total por término medio. Con todo, algunos sobresalen especialmente de la media, como Caldes de Montbui (13,5%) o bien Esparreguera (12,5%) o el Vendrell (12,4%).