El delegado del Gobierno en el Ebre rechaza la interconexión de redes entre el Ebro y el Ter-Llobregat

El delegado del Gobierno en las Terres de l'Ebre, Joan Castor Gonell, considera que la propuesta de interconectar las redes del Ebro y el Ter-Llobregat, que la semana pasada volvió a lanzar el Observatorio Intercolegial del Agua, «ha pasado a la historia» y hay «que «olvidar».

En el balance de los 100 días en el cargo, Gonell ha subrayado que el Gobierno «no ve bien» la interconexión porque profundizaría el desequilibrio territorial. «Esta pantalla la pasamos hace muchos años y aquí en las Terres de l'Ebre lo vivimos en primera persona», ha recordado, reafirmando el compromiso con una «nueva cultura del agua». El delegado ha anunciado que 26 municipios ya han ofrecido a la Generalitat 65 solares para construir vivienda pública.

Gonell cree que llevar agua de allí donde se encuentra a áreas que ya se encuentran muy desarrolladas económicamente resulta un contrasentido desde el punto de vista de equilibrar territorialmente el país. «Si en un lugar el crecimiento es mínimo o cero y hay agua y nos la llevamos a otras zonas donde el crecimiento natural ya es muy grande, por mucha agua que llevemos seguirá creciendo».

«Cuando hablamos de equilibrio territorial eso resultaría difícil por esta inercia: acabaríamos el agua de los otros sitios y estas zonas seguirían creciendo», ha resumido el delegado. Ha recordado que la apuesta, en estos momentos, pasa por fomentar estrategias como la desalinización y la reutilización del agua. «Es lo que puede dar un resultado sostenible. El resto, no es bueno para nadie. No sólo lo tenemos claro en las Terres de l'Ebr sino también el Gobierno de la Generalitat», ha cerrado.

Reaprovechar viviendas inacabadas

En el marco del balance de sus primeros 100 días al cargo, Gonell ha abordado también la cuestión de la vivienda concretando que 26 municipios han ofrecido ya 65 solares del territorio para que el Gobierno pueda construir vivienda pública. No ha concretado si, principalmente, se trata de terrenos en municipios incluidos por la Generalitat en la lista de los que tienen un mercado inmobiliario tensionado. «Hay de todo tipo», ha asegurado, matizando que la voluntad del ejecutivo, muy posiblemente, será priorizar los puntos donde el déficit de vivienda sea más importante.

Gonell, además, ha hecho un llamamiento a la colaboración público-privada para poder reaprovechar promociones inmobiliarias de la época de la burbuja que quedaron «a medias» o se encuentran «muy avanzadas» y que podrían aportar viviendas para rebajar la falta de oferta en algunos puntos. Uno de los casos, por ejemplo, sería el de la macrourbanización abandonada de Martinsa-Fadesa en l'Aldea, en la que, ha precisado, antes habría que resolver jurídicamente su situación concursal y la propiedad para plantear propuestas de posible uso.

También ha apuntado la necesidad de actuar en los casos de municipios pequeños, sea por la vía de ofrecer viviendas como también servicios públicos para garantizar el mantenimiento de la población en los territorios rurales.

«Escuchar» y «transmitir»

El delegado ha explicado que buena parte de su actividad durante estos 100 primeros días ha consistido en reunirse con representantes de ayuntamientos y de empresas del territorio para «escuchar» sus necesidades y «transmitir» la disposición del Gobierno. Ha hecho especial mención a la situación complicada del sector primario, el reparto de los Fondos de Transición Nuclear -tanto para proyectos de alto impacto como para pymes que «consolidan» el empleo en el territorio-, las actuaciones en el delta del Ebro o las infraestructuras y equipamientos pendientes.